Memoria de los voluntarios rusos en la Guerra Civil
"Los rusos en la Guerra de Espa?a", que se exhibe en el Conde Duque, informa sobre la presencia de 2.150 voluntarios de la URSS en la contienda civil
La presencia, estad¨ªa y participaci¨®n de voluntarios de la Uni¨®n Sovi¨¦tica en la Guerra Civil espa?ola vertebra la exposici¨®n inaugurada este mi¨¦rcoles mi¨¦rcoles en el centro cultural Conde Duque del Ayuntamiento de Madrid, a cargo del comisario Ricardo Miralles y con el patrocinio de la Fundaci¨®n Pablo Iglesias, que preside Alfonso Guerra. La muestra exhibe en una sala abovedada de 600 metros cuadrados un relato, fundamentalmente gr¨¢fico, sobre el contingente de t¨¦cnicos, instructores, pilotos, tanquistas, marinos, int¨¦rpretes y asesores militares y de inteligencia enviados a Espa?a a demanda del jefe del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Giral, el 22 de julio de 1936, cuatro d¨ªas despu¨¦s del intento de golpe de Estado contra el Gobierno electo de la Rep¨²blica protagonizado por los generales facciosos Emilio Mola y Francisco Franco.
La propaganda de Franco exager¨® la presencia sovi¨¦tica y redujo la nazi
La muestra recuerda la pieza de Shostakovich 'Salud Espa?a'
La exposici¨®n ofrece algunos datos que sorprenden, habida cuenta de las inercias creadas durante 40 a?os por la propaganda franquista: "El n¨²mero de voluntarios rusos, ciudadanos sovi¨¦ticos, que vinieron a Espa?a entre 1936 y 1939 fue de 2.150, y damos sus nombres, retratos y datos b¨¢sicos de cada uno de ellos", explica Ricardo Miralles, catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad del Pa¨ªs Vasco. "Ese n¨²mero del contingente rebaja mucho las cifras barajadas hasta ahora y, sobre todo, reduce de manera evidente la importancia objetiva que tuvieron en el desarrollo de la contienda civil espa?ola, a diferencia del n¨²mero de combatientes enviados a luchar contra la Rep¨²blica espa?ola por la Alemania de Hitler y la Italia mussoliniana, 19.000 hombres de la germana Legi¨®n C¨®ndor y 80.000 italianos, respectivamente", explica Miralles. Y precisa a continuaci¨®n: "Los 35.000 comunistas de las Brigadas Internacionales que apoyaron a la Rep¨²blica espa?ola, carec¨ªan de pericia y experiencia en combate", se?ala el comisario Miralles. Su procedencia abarcaba desde Estados Unidos hasta Senegal y en su seno figuraban muy pocos rusos de procedencia. Asimismo, Miralles asegura que entre los propios voluntarios de la URSS "su grado de cualificaci¨®nn militar era tan solo intermedio".
La muestra da cuenta asimismo de n¨²mero de aviones de la URSS que volaron en Espa?a durante la contienda, 648; los carros de combate, 347; las piezas de artiller¨ªa, 1.186. Y ello frente a los 1.522 aviones germano-italianos y al doble de piezas de artiller¨ªa y carros de combate puestos a disposici¨®n de Franco por el Eje de manera ininterrumpida entre 1936 y 1939. "El franquismo exager¨® la presencia rusa en Espa?a por razones propagand¨ªsiticas y minimiz¨® la ayuda nazi y fascista, seg¨²n demuestra la exposici¨®n. Adem¨¢s, es preciso tener en cuenta que entonces, la revoluci¨®n sovi¨¦tica contaba tan solo con 19 a?os de vida y que la URSS no era, ni con mucho, la superpotencia que llegar¨ªa a ser luego, tras la Segunda Guerra Mundial", precisa Ricardo Miralles, que recuerda que fue el ¨²nico pa¨ªs que con m¨¦xico, frente a la pasividad c¨®mplice de Inglaterra, Francia y Estados Unidos, apoy¨® con voluntarios combatientes la legitimidad republicana contra los golpistas.
La ayuda rusa accedi¨® a Espa?a de manera discontinua porque llegaba habitualmente a trav¨¦s de "igreks", barcos de transporte que tuvieron que vadear el cerco impuesto por la marina de Franco en aguas del Mediterr¨¢neo y desviarse al Atl¨¢ntico y adentrar sus env¨ªos por Francia, cuyo Gobierno abr¨ªa o cerraba la frontera aleatoriamente, explica el catedr¨¢tico donostiarra. "Quiz¨¢ lo m¨¢s diferencial que esta exposici¨®n muestra es la identificaci¨®n de los 2.150 combatientes procedentes de la URSS, cosa que ha sido posible gracias a la Asociaci¨®n de Voluntarios de la Guerra de Espa?a, con sede en Mosc¨², que recopil¨® esta documentaci¨®n de manera minuciosa", explica Miralles. Este archivo fue ofrecido al de Salamanca, pero lo desde?¨® y fue a parar al Arxiu Hist¨®rico de Catalunya, de donde procede. Asimismo, se han empleado documentos provenientes del archivo del PCE, donde fue hallada la relaci¨®n gr¨¢fica de los combatientes, tambi¨¦n de la propia Fundaci¨°n Pablo Iglesias, as¨ª como de la Biblioteca Nacional y de particulares, como el de Adeliana Kondratieva, una de las 204 int¨¦rpretes llegadas a Espa?a en 1936, que ayer estuvo en Madrid, o el archivo del comandante Juan Manuel Riesgo, con importantes registros sobre la aviaci¨®n durante la Guerra de Espa?a.
En el montaje, de Aurora Herrera, se incluye una grabaci¨®n de "Salud Espa?a", una composici¨®n de 8 minutos ideada poor Dimitri Shostakovich. Adem¨¢s, se proyectan filmaciones y fotos-fijas con las identidades de los combatientes, as¨ª como textos conmovedores: es el caso de una comunicaci¨®n oficial en el que las autoridades espa?olas piden pilotos rusos para el frente del Norte, a sabiendas, como se admite en el texto, de que tal frente ya se hab¨ªa desplomado y que los aviadores ser¨ªan "sacrificados".
"Otra de las aportaciones de la exposici¨®n es que demuestra la falsedad del t¨®pico seg¨²n el cual, todos los ciudadanos sovi¨¦ticos que combatieron en Espa?a fueron inmediata y posteriormente aniquilados durante las purgas de Stalin", dice Ricardo Miralles. "Algunos, como Rodion Malinovski, llegaron a las esferas supremas de la direcci¨®n militar, pues fue ministro de Defensa, con Stalin", se?ala. Hasta cuatro a?os despu¨¦s de su estad¨ªa en Espa?a las purgas no comenzaron a afectar a los combatientes en Espa?a por lo que Miralles deduce que su eliminaci¨®n obedeci¨® a otras razones, como "las discrepancias con Stalin sobre la inminencia de un ataque de Hitler contra la Uni¨®n Sovi¨¦tica".
La muestra da noticia asimismo sobre la presencia de agentes del espionaje de Stalin durante la guerra de Espa?a, si bien sus actividades son m¨¢s conocidos por la abundancia de publicaciones al respecto. Tambi¨¦n se han visto muy deformadas por la propaganda franquista y durante la Guerra Fr¨ªa. Llaman la atenci¨®n numerosos despachos de Stalin y Voroshilov a las autoridades republicanas pidiendo evaluaciones sobre el comportamiento de los diplom¨¢ticos sovi¨¦ticos destinadas en Espa?a, como el embajador Marcel Rosenberg, cuyas "pulsiones hacia el virreinato", denunciadas a Mosc¨² por Madrid, le costaron el puesto, al igual que a otros representantes.
Como alarde documental y testimonial, con fotograf¨ªas particularizadas e identidades completas, se muestran en la exposici¨®n los retratos de los 194 voluntarios rusos ca¨ªdos en Espa?a, de quienes tambi¨¦n da cuenta un extraordinario monumento funerario erigido en el cementerio de Funcarral de Madrid: numerosas efigies de soldados, marineros, obreros y campesinos, ciudadanos todos de la URSS, amparadas por una gran matrona rusa, se adentran en formaci¨®n en un mapa de la piel de toro.
Los rusos en la guerra de Espa?a, 1936-1939. Centro Cultural Conde Duque. Martes a domingo, de 10.00 a 21.00.
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