Espa?a castiga s¨®lo la "ayuda necesaria"

Colocar un vaso con una pajita en la mesa de noche del tetrapl¨¦jico Ram¨®n Sampedro, quien no pod¨ªa mezclar con agua el cianuro que le mat¨®, est¨¢ castigado por la ley espa?ola. Ramona Maneiro, la mujer que lo hizo, qued¨® libre de cargos porque hab¨ªa prescrito el delito. El art¨ªculo 143 del C¨®digo Penal castiga con la c¨¢rcel la inducci¨®n y la cooperaci¨®n con "actos necesarios" al suicidio y con penas de 6 a 10 a?os de prisi¨®n a quien ejecutase la muerte. Eso s¨ª, rebaja el castigo cuando el suicida sea un enfermo terminal.

Otro caso es el de Madeleine Z., la mujer aquejada de una enfermedad degenerativa que ingiri¨® una mezcla letal de medicamentos en enero de 2007. Ella los consigui¨® y los prepar¨®. Estuvo acompa?ada de dos voluntarios de la asociaci¨®n proeutanasia Derecho a Morir Dignamente (DMD), de la que era socia. DMD le hab¨ªa facilitado una Gu¨ªa de autoliberaci¨®n elaborada por m¨¦dicos y revisada por juristas con informaci¨®n publicada o disponible en Internet para quitarse la vida con diversos m¨¦todos. "El suicidio es impune en Espa?a, y dar informaci¨®n tambi¨¦n", se?ala el documento. As¨ª como acompa?ar en su suicidio a un enfermo terminal, seg¨²n mantienen. Fuentes de DMD se?alan que ning¨²n voluntario ha sido procesado por ello. "Otra cosa es que un m¨¦dico prescriba la medicaci¨®n al enfermo o le proporcione el c¨®ctel letal sabiendo su intenci¨®n", se?alan, y a?aden que la mayor¨ªa de los suicidios de enfermos terminales en Espa?a pasan desapercibidos, "quedan dentro del ¨¢mbito familiar. Una ma?ana, el paciente amanece muerto y su m¨¦dico puede firmar el parte de defunci¨®n porque considera que ha fallecido por su enfermedad".