Espionaje electoral en el Bar?a

Al poco de llegar al Camp Nou, en verano de 2003, la directiva del Bar?a presidida por Joan Laporta denunci¨® que hab¨ªa encontrado micr¨®fonos ocultos en la sala de juntas. Nunca m¨¢s se supo del asunto. M¨¢s tarde, en abril de 2008, la entidad difundi¨® que hab¨ªa desaparecido el ordenador personal del propio Laporta, amenazado, por otra parte, por los grupos violentos a causa de su pol¨ªtica de tolerancia cero. Tampoco ha habido m¨¢s noticias oficiales y s¨ª muchas oficiosas sobre el destino del port¨¢til, que conten¨ªa una importante base de datos del club y cuestiones personales del mandatario barcelonista. Y ayer se supo que cuatro vicepresidentes de la entidad han sido espiados por el aparato del Bar?a. Aunque la trama ofrece multitud de interpretaciones, y m¨¢s despu¨¦s de la confusa respuesta del director general corporativo, Joan Oliver, se sospecha que s¨®lo puede ser descifrada en clave electoral, por m¨¢s que los comicios previstos para la primavera de 2010 todav¨ªa no hayan sido convocados.

Oliver y Sala i Mart¨ªn, el favorito de Laporta, son socios de una empresa

Ninguno de los afectados est¨¢ entre los candidatos preferidos por el presidente

Resulta que Joan Franquesa, uno de los cinco vicepresidentes del Bar?a, confes¨® al club en marzo que se sent¨ªa vigilado, sin que se especificara si era por su condici¨®n de directivo o ex teniente de alcalde de urbanismo de Sant Cugat. El director general corporativo azulgrana, Joan Oliver, no denunci¨® el caso a la polic¨ªa -Xavier Martorell, jefe de seguridad del club, hab¨ªa sido responsable de los Mossos d'Esquadra y tambi¨¦n fue teniente de alcalde de Sant Cugat-, sino que encarg¨® en abril una "auditor¨ªa de seguridad" que afectaba al propio Franquesa y a tres vicepresidentes m¨¢s: Rafael Yuste, Joan Boix y Jaume Ferrer. De acuerdo con la versi¨®n de Oliver, ninguno de los afectados -salvo Franquesa-, as¨ª como tampoco el presidente, fue informado de la investigaci¨®n de la misma manera que el proceso no se extendi¨® al otro vicepresidente, Alfons Godall, amigo y mano derecha de Laporta que hab¨ªa anunciado precisamente su salida del club con el presidente. Una vez la informaci¨®n requerida fue completada y servida a los afectados de forma secreta, Oliver dio el caso por cerrado, hasta ayer, en que El Peri¨®dico lo divulg¨®.

Oliver convoc¨® una conferencia de prensa para ofrecer un relato de los hechos que s¨®lo ayud¨® a aumentar la confusi¨®n y la sospecha de que se trata de espionaje electoral. El director general precis¨® que despu¨¦s de la denuncia de Franquesa puso en marcha la "auditor¨ªa de seguridad, de uso habitual", encargada a la empresa M¨¦todo 3 y cuyo coste asciende a 56.000 euros -el presupuesto de seguridad es de cuatro millones- para "proteger y defender" a los vicepresidentes, nunca para "espiarles": "La prueba de que no hay nada que indique que es irregular u ofensivo por parte de nadie es que hoy se ha hecho p¨²blico y no ha habido actuaci¨®n alguna por parte de nadie". Oliver admiti¨®, en cualquier caso, que los cuatro vicepresidentes sometidos a seguimiento hab¨ªan "cobrado una relevancia p¨²blica" por ser aspirantes a liderar la candidatura continuista tras la renuncia de Godall y una vez se sab¨ªa que Laporta no puede presentarse nuevamente a la reelecci¨®n.

"Dados los antecedentes del club", advirti¨® Oliver, "nos pareci¨® que con la petici¨®n de Franquesa ten¨ªa sentido extender la auditoria a otros tres vicepresidentes". "El proceso", precis¨®, "se hace con discreci¨®n para no perder eficacia". Y remach¨®: "La auditoria de seguridad se ha hecho dentro del m¨¢s escrupuloso respecto a la ley. Es una situaci¨®n est¨¢ndar y no viola ninguno de los preceptos". El director general subray¨® tambi¨¦n que cuando se inici¨® el proceso, Xavier Sala i Mart¨ªn, el candidato preferido de Laporta para sustituirle, a¨²n no era directivo, y garantiz¨® que "el club nunca ha iniciado investigaciones a otras personas", en referencia al ex vicepresidente Sandro Rosell, que ya denunci¨® que se sent¨ªa vigilado, situaci¨®n parecida a la vivida por Franquesa y tambi¨¦n por Ferrer, quien ha confesado la sospecha de que su tel¨¦fono m¨®vil estaba pinchado.

Al aparato ejecutivo de la entidad azulgrana no le qued¨® ayer m¨¢s remedio que admitir que los sucesos se desencadenaron despu¨¦s de que Godall anunciara su renuncia a encabezar la candidatura continuista a los comicios de 2010. Laporta opt¨® entonces por promover a Xavier Sala i Mart¨ªn -aceptado como directivo por la asamblea de agosto pasado-, propuesta contraria a la de la mayor¨ªa del consejo, m¨¢s partidaria de Jaume Ferrer, persona vinculada a la familia Pujol-Ferrusola y uno de los pocos que forma parte de la junta inicial de 2003 -los dem¨¢s son Godall, Alfons Castro y Josep Cubells-. Tambi¨¦n Boix, Yuste y Franquesa insinuaron que les hubiera gustado optar a la presidencia de la entidad. El contencioso interno lleg¨® a tal extremo que Godall cambi¨® de parecer el mes pasado y anunci¨® que se pon¨ªa a disposici¨®n de la junta para formar parte del nuevo proyecto.

Aunque Oliver reiter¨® que Laporta s¨®lo estuvo al corriente de la auditor¨ªa despu¨¦s que se conocieran los resultados -el presidente declin¨® manifestarse-, personas vinculadas al club y a colectivos que se postulan para presentarse a las elecciones dudan de que no haya tenido nada que ver en la investigaci¨®n, y en alg¨²n caso le se?alan como el instigador, a fin de imponer su candidato, que ser¨ªa Godall o Sala Mart¨ªn, ninguno de los dos investigados, y el segundo avalado por Oliver.

Oliver, curiosamente, es socio de Sala i Mart¨ªn en la empresa Societat d'Estudis per al Coneixement SL, y ambos pertenecen a la fundaci¨®n nacionalista Catalunya Oberta, junto con Vicent Sanchis, director de la televisi¨®n del Bar?a.

La denuncia juega en contra de Laporta y de Oliver, que descart¨® dimitir si mantiene la confianza del presidente: "Si no pas¨® hace seis meses, por qu¨¦ ahora".