Estonia, ca¨ªda libre
El Ayuntamiento de la capital responde a la creciente indigencia con patatas y le?a para los m¨¢s pobres
Cuando la coalici¨®n de la derecha, encabezada por el actual primer ministro Andrus Ansip, obtuvo la victoria en las elecciones de 2007, su principal promesa fue convertir Estonia en el quinto pa¨ªs m¨¢s rico de Europa. Una promesa que result¨® cre¨ªble, pues la econom¨ªa de esta peque?a rep¨²blica b¨¢ltica ostentaba uno los m¨¢s altos ¨ªndices de crecimiento de la UE.
El terremoto financiero del a?o pasado lleg¨® con la econom¨ªa estonia en retroceso. Desde entonces, las cosas han ido de mal en peor. El a?o pasado, el PIB se contrajo en un 3,6%. Seg¨²n las estimaciones del Ministerio de Econom¨ªa, este a?o la ca¨ªda ser¨¢ de un 14,5%. Un estudio del banco central considera que la econom¨ªa ha retrocedido al nivel de 2004, a?o en que el pa¨ªs entr¨® en la Uni¨®n Europea.
El PIB retroceder¨¢ este a?o un 14,5% por la retirada de activos bancarios
La dr¨¢stica ca¨ªda se explica, en parte, por la retirada de activos de los bancos. La totalidad del sistema bancario est¨¢ en manos de instituciones suecas y danesas que, cuando se cerr¨® el grifo internacional, procedieron a barrer para casa, dejando en el camino muchos cr¨¦ditos t¨®xicos.
Pr¨¢cticamente la totalidad de los pol¨ªticos estonios que han dirigido la peque?a naci¨®n en la ¨¦poca pos-sovi¨¦tica han abrazado con fe ciega el neoliberalismo. Por ejemplo, el antiguo primer ministro Mart Laar reconoci¨® abiertamente que su ¨²nica lectura econ¨®mica antes de llegar a la primera magistratura estaba relacionada con la obra de Milton Friedman, el padre de la Escuela de Chicago. Laar en la actualidad es consejero econ¨®mico del Gobierno de Georgia.
Adem¨¢s, el actual Gobierno tard¨® mucho en introducir t¨ªmidas medidas de est¨ªmulo y ha aprobado una rebaja en los salarios y pensiones: de un 15% en el caso del sector privado, y de un 10% en el sector p¨²blico y en las pensiones, cuyo monto medio es de 290 euros mensuales.
El desempleo llega al 9% y se dispara hasta el 15% en la zona rusohablante del este del pa¨ªs. El subsidio de desempleo es de unos cien euros mensuales, as¨ª que una gran parte de la poblaci¨®n se ha visto relegada a una situaci¨®n de indigencia.
En esas circunstancias, el Ayuntamiento de Tallin ha decidido tomar cartas en el asunto y salir en socorro de las familias m¨¢s necesitadas. La ciudad se compromete a distribuir patatas y le?a para la calefacci¨®n. Seg¨²n el alcalde de centro-izquierda Edgar Saviisari, "el municipio distribuir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas 40 kilos de patatas y dos gavillas de le?a. Los proveedores son todos estonios". La le?a es un elemento de primera necesidad para muchas familias que viven en la precariedad. Las viejas salamandras de la ¨¦poca sovi¨¦tica a¨²n tendr¨¢n uso el crudo oto?o n¨®rdico que se avecina.
Seg¨²n las estimaciones del Ayuntamiento, ser¨¢n m¨¢s de 2.000 las familias necesitadas, y eso en una ciudad, la mayor del pa¨ªs, de 400 000 habitantes.
Estonia, al igual que Letonia y Lituania, tiene su propia moneda, la corona, en paridad de cambio con el euro, un factor que tambi¨¦n ha debilitado al pa¨ªs. La mayor¨ªa de las exportaciones del pa¨ªs se realizan con componentes procedentes del mercado internacional, donde deben ser adquiridos en euros. El r¨¢pido crecimiento econ¨®mico experimentado hasta 2007 trajo consigo un alza considerable en el coste de la mano de obra, lo que se ha traducido en una fuga de las inversiones, sobre todo aquellas del sector tecnol¨®gico.
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