Las butacas del Lara a 350 euros

Apadrinadas por Aitana S¨¢nchez Gij¨®n y por Paco Le¨®n, ayer se subastaron las primeras butacas del Teatro Lara. Bueno, lo de subastarse es un decir, en realidad, se adquirieron por un precio prefijado y cerrado de 350 euros cada una.

El pr¨®ximo verano, cuando comiencen a cambiarlas, al menos dos de las nuevas llevar¨¢n los nombres de esos actores. El resto podr¨¢n ser adquiridas tanto por gente de la profesi¨®n como por p¨²blico o aficionados, seg¨²n explic¨® el actor. Y as¨ª hasta completar La Bombonera, nombre con el que se conoce el patio de butacas de este teatro desde su construcci¨®n en 1879, por la forma del conjunto y el color de sus 316 asientos.

Aparte de los actores mencionados, ayer ya hab¨ªan adquirido butacas otros miembros del gremio: Tricicle (tres, por supuesto), Imanol Arias, Pastora Vega, Maribel Verd¨² (ayer presente) y Fernando S¨¢nchez Drag¨® (tambi¨¦n all¨ª, anoche). Adem¨¢s de ellos, tambi¨¦n lo hicieron tres personas no ligadas a la profesi¨®n ("p¨²blico normal", en palabras de Paco Le¨®n).

Patrimonio exige que los nuevos asientos sean como los que se venden ahora

Actores y aficionados al teatro son los primeros en adquirirlos

Anoche la gente se arremolinaba alrededor de una mesa con los certificados impresos para comprar su butaca: "Llevo toda la vida viniendo a este teatro", dec¨ªa una persona. "Estuve trabajando aqu¨ª un a?o y fue de los mejores de mi vida", dec¨ªa otro. "Pero ?qu¨¦ pasa con el brazo que une dos butacas?", preguntaba otra. "Se pondr¨¢ otro nuevo", respond¨ªa un trabajador del teatro.

Con la llamada Fiesta de las butacas, celebrada ayer en el mismo teatro, se pone punto final a la pol¨¦mica surgida el a?o pasado, cuando se anunci¨® la remodelaci¨®n de su mobiliario. Los de la Asociaci¨®n de Amigos de los Teatros de Espa?a (AMITE) pusieron el grito en el cielo al enterarse, por considerar que se trataba de un edificio protegido: "Si finalmente la Comunidad permite esa subasta, estamos preparados para presentar una demanda civil y acudir a los tribunales", amenazaron.

Poco sentido tienen ya esas amenazas, teniendo en cuenta que Jos¨¦ Luis Mart¨ªnez-Almeida, director general de Patrimonio Hist¨®rico ha resuelto que, en primer lugar, "las butacas no eran las originales del teatro", sino que fueron remodeladas en los a?os treinta. En segundo lugar: "las existentes no se adaptaban a la normativa de seguridad", salvo 36 de las primeras filas que se mantendr¨¢n tal y como est¨¢n. Y tercero: "A pesar de que el mobiliario no presenta valor patrimonial objeto de protecci¨®n oficial, la Comunidad obliga al teatro a preservar en su plan de rehabilitaci¨®n la configuraci¨®n actual del patio de butacas, ya que entiende que el ritmo y la disposici¨®n de las butacas a modo de costillar, constituye uno de los valores singulares del edificio".

En todo caso, desde patrimonio, se ha exigido tambi¨¦n que los nuevos asientos reproduzcan fielmente el aspecto de los anteriores.

Aitana S¨¢nchez Gij¨®n, que lleg¨® ayer dispuesta a llevarse su butaca el pr¨®ximo verano, mostr¨® sin reservas su total acuerdo con la iniciativa emprendida por la actual responsable del teatro, Ayanta Barilli, de la que habl¨® como si fuera su hermana. "Llevo toda la vida viniendo a este teatro, s¨¦ los esfuerzos que est¨¢ haciendo el equipo que lo dirige para sacarlo a flote (porque no debemos olvidar que este es un teatro privado) y lamento que los medios de comunicaci¨®n tergiversaran el esp¨ªritu de esta iniciativa que no era otro que implicar a la gente en la mejora de un teatro que intenta volver a despegar", dijo.

Tras la funci¨®n de ?Est¨¢s ah¨ª?, que protagoniza Paco Le¨®n y que puede verse hasta el 15 de noviembre, ayer se baj¨® el tel¨®n del Teatro Lara y volvi¨® a subirse casi inmediatamente. En escena Ayanta Barilli, Aitana y Paco Le¨®n: "A ver si vendemos muchas butacas", arranc¨® Aitana S¨¢nchez Gij¨®n.

"Este es un lugar que preservar porque forma parte de todos nosotros, porque es el teatro de las gentes de Madrid", dijo.

Barilli se congratul¨® de que no se hubiera convertido ya en un centro comercial. Y Le¨®n, en tono de parodia, puso las cosas claras: "Cuestan 350 euros, no se pueden elegir, se dar¨¢n por sorteo, te la podr¨¢s llevar a tu casa o regalarla en verano, se puede pagar en efectivo, con tarjeta o mediante transferencia bancaria y todo el que se lleve una tendr¨¢ derecho a dos invitaciones para las funciones de la pr¨®xima temporada".

Parece que la estrategia de marketing tuvo su efecto. Anoche, con la mesa todav¨ªa llena de gente, ya se hab¨ªan vendido unas 50: "Nos las quitan de las manos".