Fen¨®meno musical en catal¨¢n

Hace apenas medio a?o, su popularidad era subterr¨¢nea aunque corr¨ªa rauda entre boca y oreja. Hoy, Manel es el grupo m¨¢s c¨¦lebre de la escena musical catalana, un combo que acapara premios y una sensaci¨®n plenamente dispuesta a dar el salto al resto de Espa?a. Su irrupci¨®n en la escena ha sido espectacular. Tanto que se han impuesto alejamiento de la primera l¨ªnea para evitar quemarse en una combusti¨®n incontrolable.

Son Guillem Gisbert (voz, ukelele) y Roger Padilla (voz, guitarra) quienes curiosamente no tienen la formaci¨®n musical de los otros dos componentes del grupo, Mart¨ª Maym¨® (bajo, clarinete) y Arnau Vallv¨¦ (bater¨ªa). Y su m¨²sica no tiene secretos, pero s¨ª mucho m¨¦rito, talento e inteligencia. Mezcla de pop y de folk, instrumentado con ukelele, cuyo sonido es clave en la personalidad de la banda, am¨¦n de guitarras ac¨²sticas, banjos, flautas, violines, clarinetes, mel¨®dica y metales. Sus historias parten de lo cotidiano para iluminar la realidad con un sentido del humor fino, que no distante, y las canciones hablan de amor, desamor, seducci¨®n, miedos, humor e incomprensi¨®n. Realmente, el realismo de piezas como Ai Dolors -desamor de verbena- o Captatio benevolentiae -strip-tease de las apariencias sociales- merecen un monumento.

"Nos gustar¨ªa estar en los cancioneros populares de las escuelas"

Suenan a folk, a pop y a canci¨®n popular, interpretada, eso s¨ª, desde la perspectiva y las vivencias de cuatro j¨®venes que han estudiado periodismo, cine y sonido. "Nos encantar¨ªa", reconocen, "que alg¨²n d¨ªa las canciones formasen parte de los cancioneros populares de las escuelas".

Hasta que eso suceda, ellos despliegan todos sus encantos en directo. Es en los conciertos donde emerge el sentido del humor autopar¨®dico y sutil de Guillem, un tipo alto y barbado que saca punta a las canciones. Se dedica a desmontar con su imagen de rom¨¢ntico panoli que mira a las musara?as cualquier matiz de "listillo barcelon¨¦s" que podr¨ªa caerle encima.

Un humor que, por cierto, armoniza la presencia en su repertorio en directo de sus dos versiones m¨¢s celebradas: la excelente adaptaci¨®n del Common people, de Pulp, y la hilarante La tortura de Shakira con Alejandro Sanz. Puede que en eso, en armonizar extremos tan opuestos, Manel tambi¨¦n sean ¨²nicos.