'Turismo gorr¨®n'
Vienen, toman el sol y, de paso, aprovechan para pasar por el quir¨®fano. El llamado turismo sanitario se est¨¢ convirtiendo en una pr¨¢ctica cada vez m¨¢s com¨²n entre los visitantes que, cada a?o, llegan a la Costa del Sol a pasar sus vacaciones o largas estancias en sus segundas residencias. Miles de europeos aprovechan las bondades de la sanidad p¨²blica espa?ola para pasar por el quir¨®fano y recibir prestaciones gratuitas que en su pa¨ªs tendr¨ªan que pagar, como pr¨®tesis de cadera y rodilla, operaciones coronarias y cataratas, las tres intervenciones m¨¢s demandadas por el, a veces, denominado turista gorr¨®n".
"El asunto ha adquirido tales dimensiones que existen, incluso, agencias de viajes que han a?adido a sus servicios este tipo de turismo. Les aconsejan, fundamentalmente, que se empadronen en alg¨²n municipio, con el fin de poder entrar en una lista de espera para una operaci¨®n". Hasta aqu¨ª la cita de un reportaje publicado en el Diario de M¨¢laga el 3 de abril de 2006 y firmado por V. A. Parece ser que la ministra de Sanidad espa?ola no tiene conocimiento de este asunto o bien trata de ignorar algo que est¨¢ en boca de toda la opini¨®n p¨²blica espa?ola. A mi llamada de atenci¨®n sobre este asunto en un programa de la cadena SER, la ministra de Sanidad fabric¨® un maniqueo y se lanz¨® contra ¨¦l para desautorizar la propuesta y ridiculizar a quien la hace. Voy a intentar a?adir datos al debate, en el supuesto de que el debate interese, ahora que se habla de reducir gastos como consecuencia de la crisis.
Miles de europeos aprovechan la sanidad p¨²blica espa?ola para operarse
S¨®lo 114.000 empadronados han tramitado la incorporaci¨®n a la Seguridad Social
Seg¨²n aporta uno de los mayores estudiosos del sistema sanitario espa?ol, el ex presidente asturiano Juan Luis Rodr¨ªguez-Vigil, en su libro Integraci¨®n o desmoronamiento. Crisis y alternativas del Sistema Nacional de Salud Espa?ol, en el a?o 2004, Espa?a recibi¨® 44,7 millones de turistas. Seg¨²n los datos que algunos aportan, consta que en ese a?o s¨®lo recibieron asistencia sanitaria 183.000 turistas. Esa cifra puede resultar o no cre¨ªble en funci¨®n de la comparaci¨®n que se establezca entre los datos aportados por las autoridades sanitarias territoriales. Por ejemplo, la Delegaci¨®n de Salud de la Junta de Andaluc¨ªa en M¨¢laga afirmaba en el diario M¨¢laga, de fecha 7 de junio de 2004, que en la provincia malague?a resid¨ªan unos 400.000 ciudadanos comunitarios que recib¨ªan asistencia sanitaria, de los cuales, s¨®lo el 5% estaba empadronado. El agujero financiero que esa situaci¨®n provoc¨® s¨®lo en esa provincia en este estado de cosas, fue, seg¨²n la misma fuente, de 300 millones de euros, es decir, el coste similar al del proyecto de metro de M¨¢laga o al de 25 hospitales de Alta Resoluci¨®n, como el que existeen Benalm¨¢dena. Aqu¨ª encontramos la primera disfunci¨®n en los datos: 183.000 turistas atendidos sanitariamente en toda Espa?a, frente a 400.000 atendidos en la misma fecha en la provincia de M¨¢laga.
Seg¨²n Vigil, del total de residentes extranjeros empadronados en los distintos ayuntamientos de Espa?a, s¨®lo 114.000 han tramitado la incorporaci¨®n de sus derechos sanitarios a la Seguridad Social espa?ola, conforme a los tratados suscritos a tal fin en el sistema europeo de la Seguridad Social de residencia (certificado E-112), que imponen la transferencia de unos 2.000 euros por persona y a?o al Instituto Nacional de la Seguridad Social por parte de las entidades correspondientes de los pa¨ªses de donde proceden esas personas. El resto de los residentes empadronados o que no residen de forma legal en Espa?a, aunque lo hagan de facto, cuyo n¨²mero no hay forma de calcular, no han realizado la incorporaci¨®n de sus "cartillas sanitarias" para recibir en Espa?a prestaciones de esa naturaleza, en virtud de tratados o de acuerdos de reciprocidad. En definitiva, cada ciudadano extranjero comunitario no censado en Espa?a y que recibe asistencia sanitaria, supone 686 euros menos anuales para el sistema sanitario espa?ol.
Parece evidente, asimismo, que la poblaci¨®n de turistas que vienen a Espa?a anualmente (m¨¢s de 45 millones), es muy superior a la cantidad de espa?oles que salen de vacaciones a los pa¨ªses comunitarios con los que tenemos firmados tratados internacionales de asistencia sanitaria. No resulta, por lo tanto, cre¨ªble que los 18 millones de euros que Espa?a recibi¨® por la asistencia a esos turistas que nos visitan, sea inferior a los 30 millones de euros que Espa?a tuvo que abonar por ese concepto a los pa¨ªses comunitarios por la asistencia sanitaria a los turistas espa?oles, pues es evidente que "son bastantes menos los espa?oles que hacen turismo fuera de Espa?a, que los espa?oles que aqu¨ª vienen", seg¨²n se?ala Antonio Ram¨ªrez de Arellano, en La movilidad de pacientes en el contexto internacional, europeo y espa?ol. Como no todas las Comunidades Aut¨®nomas se encuentran igualmente afectadas por el fen¨®meno, resulta interesante fijarse en los datos ofrecidos por Carmen Enr¨ªquez, en la conferencia dictada en la Universidad Men¨¦ndez Pelayo en agosto de 2006, donde explica el caso de la Generalitat Valenciana, que estim¨® que, en 2005, la asistencia sanitaria ofrecida a extranjeros habr¨ªa costado 80 millones de euros, de los cuales, s¨®lo pudo facturar 26 millones, para finalmente cobrar 4 millones.
Para concluir, la hemeroteca es rica en reportajes sobre el turismo sanitario; basta echar una mirada a los peri¨®dicos que se editan en la Costa del Sol o en cualquiera de los sitios tur¨ªsticos por excelencia de Espa?a, para leer lo que sus periodistas escriben sobre este fen¨®meno. En esos diarios, puede leerse que "el 23% de los pacientes atendidos en las urgencias del Hospital Costa del Sol de Marbella fueron extranjeros, casi todos ellos de la Uni¨®n Europea". "El coste de atenci¨®n a ese colectivo, equivale a la cuarta parte del gasto sanitario de la provincia malague?a". En el Diario Sur, pueden leerse las declaraciones que el gerente del Hospital Cl¨ªnico Universitario de M¨¢laga, Antonio P¨¦rez Rielo hizo el 18 de enero de 2006: "Cada vez es m¨¢s frecuente el caso de ciudadanos extranjeros que, aprovechando que poseen una casa en la Costa del Sol y que en sus pa¨ªses de origen no cubren prestaciones que la sanidad andaluza s¨ª da, deciden acudir a un hospital p¨²blico para ser operados o beneficiarse de tratamientos que necesitan, fundamentalmente pr¨®tesis de caderas y oncolog¨ªa".
Desde luego, ninguna de las Comunidades Aut¨®nomas espa?olas, sea cual sea su dimensi¨®n y el poder pol¨ªtico que tengan o que consideren que deban tener, est¨¢ hoy en condiciones de resolver, por s¨ª sola, los retos que plantea la emigraci¨®n en casi ning¨²n terreno, y desde luego el sanitario no s¨®lo no es excepci¨®n a la regla, sino que es, quiz¨¢s, la manifestaci¨®n m¨¢s palpable de esa imposibilidad. Y ello, sin perjuicio de que de no corregirse esas situaciones pueden dar lugar a brotes de xenofobia, absolutamente indeseables e injustos, que m¨¢s valdr¨ªa prevenir, poniendo antes y con urgencia los medios necesarios para devolver a los servicios p¨²blicos a una situaci¨®n de normalidad para todos, tanto sean espa?oles de nacimiento, como residentes en Espa?a, a fin de no tener posteriormente que lamentar las consecuencias de una injustificada desidia. Creo que ah¨ª el Ministerio de Sanidad tiene un amplio campo donde ejercer sus competencias, una vez que la gripe A deje de atraer su atenci¨®n. Es de esa situaci¨®n de la que se deber¨ªa debatir. Ya s¨¦ que todo el que trabaja en Espa?a tiene derecho a la asistencia sanitaria; yo habl¨¦ de turismo sanitario o de turismo gorr¨®n, que nada tiene que ver con el argumento de la ministra, que le preguntaron por M¨¢laga y sali¨® por Malag¨®n.
Juan C. Rodr¨ªguez Ibarra ha sido presidente de la Junta de Extremadura.
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