El electoralismo de los partidos se impone a la crisis

Si a¨²n quedaba alguien que confiara en un mensaje de firmeza contra la crisis por parte del Parlament, tendr¨¢ que seguir esperando. Los partidos catalanes fueron incapaces de consensuar ayer ni una sola medida de calado para paliar la recesi¨®n, el aumento del paro y la desconfianza en el futuro de la econom¨ªa. Ni una resoluci¨®n fue votada por el conjunto de los diputados y tampoco Converg¨¨ncia i Uni¨® y la mayor¨ªa del tripartito estuvieron por la labor de pactar medidas de calado m¨¢s all¨¢ de declaraciones de intenciones. El final del debate de pol¨ªtica general certific¨® que la carrera para las elecciones de 2010 puede m¨¢s que las invitaciones a colaborar que unos y otros se lanzaron durante el pleno de mayor calado del a?o.

Los portavoces de los partidos quemaron ayer los ¨²ltimos cartuchos para presentarse como los ¨²nicos capacitados para capear la crisis y acusar al rival de no buscar el consenso. "?Ninguna de nuestras propuestas contra la crisis merece su apoyo? Reflexionen", inquiri¨® el portavoz adjunto de Converg¨¨ncia i Uni¨®, Josep Maria Pelegr¨ª. "Ustedes s¨®lo buscan la confrontaci¨®n", respondi¨® el socialista Joan Ferran.

Este di¨¢logo de sordos resume los tres d¨ªas de debate, marcados por la necesidad de Gobierno y oposici¨®n de marcar perfil propio y posicionarse para las elecciones de oto?o de 2010. El grupo socialista volvi¨® a presentarse ayer, en l¨ªnea con el presidente Montilla, como el partido que mejor conecta con la mayor¨ªa, sobre todo despu¨¦s de que CiU haya optado por la "deriva radical". "Representamos la centralidad pol¨ªtica del pa¨ªs", asegur¨® Ferran, subrayando que en esta centralidad est¨¢n tambi¨¦n sus socios de Esquerra Republicana e Iniciativa-Esquerra Unida.

Los republicanos enfocaron la batalla sali¨¦ndose del paraguas del tripartito y marcando perfil propio ante Converg¨¨ncia i Uni¨®. Los republicanos, que buscan un entendimiento con el Gobierno central para aprobar los presupuestos, atacaron a Converg¨¨ncia i Uni¨® reproch¨¢ndole que sus invitaciones a formar un frente catal¨¢n en el Congreso para evitar la subida de impuestos contrastan con actuaciones como el pacto entre Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero y Artur Mas para "recortar" el Estatuto en 2006. La republicana Anna Sim¨® tambi¨¦n continu¨® con la estrategia de Joan Puigcerc¨®s de presentar a su partido como el que mejor defiende desde el Gobierno los intereses de aut¨®nomos, peque?os empresarios y comerciantes. Por ello insisti¨® en atribuirse buena parte del m¨¦rito de la anunciada rebaja, que no eliminaci¨®n, del impuesto de sucesiones, cuyas "consecuencias injustas para los patrimonios bajos y medios" lament¨®.

Con todo, las dudas siguen planeando sobre la anunciada rebaja del impuesto. La resoluci¨®n aprobada ayer no fija plazos para la rebaja y mientras el PSC y ERC batallan para que pueda incluirse en los presupuestos de 2010, ICV insiste en que nada debe tocarse hasta aprobar la ley de modificaci¨®n del impuesto. El tr¨¢mite podr¨ªa demorarse m¨¢s de seis meses, seg¨²n fuentes parlamentarias. Converg¨¨ncia i Uni¨® y el Partido Popular volvieron a insistir en que lo que debe hacerse es eliminar el impuesto, no reducirlo. A cuenta de este impuesto se produjo, precisamente, una de las principales escaramuzas del ¨²ltimo d¨ªa de debate. Todo comenz¨® cuando el nacionalista Josep Maria Pelegr¨ª denomin¨® el tributo "impuesto de la muerte". Obtuvo una airada respuesta del portavoz de ICV-EUiA, Jordi Miralles: "Este impuesto nos permite recaudar m¨¢s de 1.000 millones al a?o para hacer pol¨ªticas p¨²blicas. No se ponga nervioso. Con este Gobierno el impuesto no se eliminar¨¢".

El tono agrio se export¨® a las votaciones. El tripartito consigui¨® aprobar c¨®modamente todas sus resoluciones. Logr¨® el apoyo de CiU en 15 puntos, casi todos inconcretos, mientras que el PP y un grupo de Ciutadans m¨¢s dividido que nunca rechazaron en bloque todas las propuestas del tripartito. La mayor¨ªa gubernamental rechaz¨® las 167 propuestas de CiU.

Las ¨²nicas resoluciones econ¨®micas del Gobierno que apoyaron los nacionalistas fueron las que piden m¨¢s recursos para la Ley de Servicios Sociales, mejorar la formaci¨®n de los aut¨®nomos y reforzar las ayudas a empresas del Instituto Catal¨¢n de Finanzas. El tripartito tambi¨¦n se comprometi¨® a pedir a las cajas de ahorros en proceso de fusi¨®n que minimicen en lo posible los despidos.

Tampoco hubo consenso en las medidas de despliegue del Estatuto. Los nacionalistas no votaron ni una sola de las propuestas del tripartito, que puso sobre la mesa unas 60 medidas para desplegar la carta auton¨®mica. Los nacionalistas intentaron, en vano, que el tripartito votara una resoluci¨®n que inclu¨ªa la promesa del presidente de la Generalitat de no dar "ni un paso atr¨¢s" pase lo que pase con la sentencia del Tribunal Constitucional.

Respecto a infraestructuras, destaca la resoluci¨®n aprobada sobre el Cuarto Cintur¨®n para "proyectar y ejecutar con la mayor celeridad posible" el tramo entre Terrassa y Sabadell con un trazado alternativo al propuesto por el Ministerio de Fomento. El tripartito se comprometi¨® tambi¨¦n a que, una vez que se consume el traspaso de la gesti¨®n de Cercan¨ªas, el 1 de enero, se comience a negociar el traspaso de los trenes regionales. El Gobierno catal¨¢n estudiar¨¢ tambi¨¦n el traspaso de v¨ªas y catenarias, ahora en manos del Adif.