Obama quiere que la OIEA entre en las instalaciones antes de dos semanas

Barack Obama calific¨® las conversaciones de Ginebra ayer como "un comienzo constructivo", pero advirti¨® que Ir¨¢n tiene ahora que tomar medidas claras y r¨¢pidas para garantizar al mundo que su programa nuclear tiene ¨²nicamente fines pac¨ªficos. De lo contrario, advirti¨® el presidente norteamericano, "EE UU est¨¢ preparado para incrementar su presi¨®n" sobre el r¨¦gimen isl¨¢mico.

Se reduce la tensi¨®n y se ablanda la resistencia iran¨ª. Las cosas no parecen haber salido mal, sobre todo teniendo en cuenta el pesimismo con el que la delegaci¨®n norteamericana acud¨ªa al primer encuentro directo con el Gobierno iran¨ª desde la ruptura de relaciones por el secuestro de diplom¨¢ticos estadounidenses en Teher¨¢n en 1980.

"Ir¨¢n tiene derecho al uso pac¨ªfico de la energ¨ªa, pero con responsabilidades"

"Se trata de un comienzo constructivo que debe ahora de verse acompa?ado de acciones constructivas", declar¨® Obama en una comparecencia inesperada ante los periodistas con la que pretend¨ªa ratificar lo que puede considerarse un ¨¦xito, relativo y provisional, de su pol¨ªtica exterior.

Obama ha contenido por ahora a Ir¨¢n y, aparentemente, le ha obligado a ese pa¨ªs a abrir sus instalaciones nucleares a los inspectores extranjeros. Si es as¨ª, y eso sirve para asegurarse de que Ir¨¢n no construye armas at¨®micas, el ¨¦xito ser¨ªa entonces definitivo. Si no es as¨ª, si el Gobierno isl¨¢mico prosigue pese a todo su programa nuclear de forma clandestina, todo esto s¨®lo habr¨¢ servido para que Ir¨¢n gane tiempo.

"Nuestra paciencia no ser¨¢ infinita", anticip¨® Obama, quien expuso dos condiciones: Ir¨¢n tiene que permitir la inspecci¨®n de sus instalaciones en el plazo de dos semanas y responder a la preocupaci¨®n internacional con transparencia y confianza.

A fin de garantizar la transparencia, seg¨²n manifest¨® el presidente norteamericano, el r¨¦gimen de los ayatol¨¢s tiene que permitir que funcionarios del Organismo Internacional de la Energ¨ªa At¨®mica (OIEA) vigilen los trabajos que se realizan en las dos plantas nucleares iran¨ªes, as¨ª como acceso a otro material o instalaciones que crean necesarias.

Para ganarse la confianza, Ir¨¢n tiene que dar pruebas de que el objetivo de su programa nuclear es estrictamente pac¨ªfico, lo que incluye no hacer transferencias de tecnolog¨ªa a otros pa¨ªses de forma incontrolada.

Si el Gobierno de Teher¨¢n cumple con estas condiciones de forma r¨¢pida, Obama asegur¨® que se le abrir¨¢ el camino a unas relaciones de colaboraci¨®n con EE UU y a su reincorporaci¨®n a la comunidad internacional.

"No se trata de se?alar a nadie en particular ni de aplicar un doble rasero", manifest¨® el presidente norteamericano. "Esto es un problema de no proliferaci¨®n. Ir¨¢n tiene derecho a la producci¨®n de energ¨ªa [nuclear] para usos pac¨ªficos, pero eso lleva consigo una serie de responsabilidades con las que tiene que cumplir". "Ir¨¢n tiene que demostrar a trav¨¦s de acciones concretas", reiter¨®, "que acepta las responsabilidades de su programa nuclear".

En la misma l¨ªnea, la secretaria de Estado, Hillary Clinton, declar¨® que lo conseguido ayer en Ginebra "contar¨¢ como un signo positivo cuando [Ir¨¢n] pase de los gestos y el di¨¢logo a las acciones y los resultados". Clinton incorpor¨®, no obstante, una nota de optimismo al a?adir: "Ese es el camino que hace falta y creo que estamos sobre ¨¦l". "La reuni¨®n de hoy abre la puerta", afirm¨® la jefa de la diplomacia norteamericana.

Este peque?o logro, que la oposici¨®n dentro de EE UU no va a admitir hasta que no vaya acompa?ado de resultados tangibles, ha sido posible, seg¨²n el Gobierno norteamericano, gracias al hecho de que, por primera vez, Ir¨¢n se ha sentado frente a un grupo de potencias unidas.

"El Gobierno iran¨ª", expuso Obama ayer, "ha escuchado un mensaje claro y unificado de parte de la comunidad internacional en Ginebra". El m¨¦rito hay que atribu¨ªrselo, al menos parcialmente, al propio presidente norteamericano, que supo en los ¨²ltimos d¨ªas aplicar una sutil diplomacia para que Rusia y China se sumaran a los pa¨ªses occidentales en la necesidad de ejercer una presi¨®n m¨¢s firme sobre Ir¨¢n.