Santiago Castroviejo Bolibar, investigador cient¨ªfico
Acaba de morir en Madrid Santiago Castroviejo Bolibar (Moa?a, Pontevedra, 1946), profesor de investigaci¨®n del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas, acad¨¦mico de la Real de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales, licenciado y doctor en Biolog¨ªa por la Universidad Complutense. Llevaba largos meses muy enfermo, pero sigui¨® trabajando, haciendo campa?as cient¨ªficas, haciendo crecer el Herbario del Real Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid, completando datos para proyectos que quer¨ªa terminar e impulsando t¨¦cnica y moralmente su gran obra, la Flora ib¨¦rica. Hasta hace pocos d¨ªas estuvo trabajando en el Real Jard¨ªn Bot¨¢nico de Madrid, centro que dirigi¨® brillantemente por un buen n¨²mero de a?os. Por eso, a pesar de la enfermedad, no se esperaba su muerte... Siempre parec¨ªa que su fuerza iba m¨¢s all¨¢, tan grande como era.
Desde estudiante destacaba por su afici¨®n y por su documentaci¨®n excepcional en todas las ramas de campo de las ciencias naturales. Le interesaba tanto la zoolog¨ªa como la bot¨¢nica, y en ambas se distingu¨ªa como un alumno y compa?ero brillante y original. Fue un vanguardista de los conceptos de sostenibilidad planetaria y conservaci¨®n de la naturaleza incorpor¨¢ndolos entre sus principales m¨®viles cient¨ªficos y vitales.
Desde los inicios de los setenta Santiago Castroviejo particip¨® en la creaci¨®n de las primeras asociaciones conservacionistas de flora y fauna y de protecci¨®n del medio ambiente. Estuvo en el inicio de la Asociaci¨®n de Licenciados en Biolog¨ªa de Espa?a (ALBE), donde colabor¨® en que fuera una plataforma de las ideas y principios de sostenibilidad a los que me he referido y que por entonces eran puramente vanguardistas en Europa. En 1978 publica Ecolog¨ªa y pol¨ªtica en Espa?a, una ¨®pera prima que adem¨¢s de reflejar el perfil y la cultura de nuestra generaci¨®n de bi¨®logos de bota, muestra su intuici¨®n y rigor. Con los a?os, la provisi¨®n de datos y el avance en la incorporaci¨®n de t¨¦cnicas moleculares tambi¨¦n le llev¨®, como a muchos otros, a combinar en parte la bota con la bata.
Trayectoria de vanguardia
Su trayectoria cient¨ªfica le ha situado como una persona clave en todo el panorama de las Ciencias de la Naturaleza y del Medio Ambiente en Espa?a. Pero adem¨¢s, su esfuerzo en el trabajo, su capacidad organizativa y su vocaci¨®n hicieron posible su presencia en los movimientos de renovaci¨®n cient¨ªfica que han tenido lugar en Europa sobre la investigaci¨®n bot¨¢nica y sobre las bases para la elaboraci¨®n y difusi¨®n telem¨¢tica de floras; en la consideraci¨®n de ¨¦stas como instrumentos indispensables en el progreso de las ciencias ambientales y de la actual biolog¨ªa evolutiva.
No creo que haya ning¨²n trabajo riguroso en relaci¨®n con el medio ambiente espa?ol -desde estudios de impacto para obras civiles industriales o urban¨ªsticas, hasta la ciencia bot¨¢nica m¨¢s b¨¢sica- que no cite la Flora ib¨¦rica, que es la gran obra de Castroviejo y de muchos otros a los que ha sabido coordinar y movilizar. Es una obra comparable con las mejores que se est¨¢n produciendo en los pa¨ªses de nuestro entorno sobre la biodiversidad vegetal. Como brillante complemento de este trabajo, Castroviejo ha sido un activo participante en el Euro+MED Project (el principal proyecto internacional que provee sistemas de informaci¨®n y base de datos de plantas vasculares de Europa y regi¨®n Mediterr¨¢nea).
La alta consideraci¨®n que alcanz¨® su trabajo le vali¨® invitaciones en reputados centros cient¨ªficos y universidades o el importante reconocimiento de haber sido recibido como acad¨¦mico de n¨²mero de la Real de Ciencias Exactas, F¨ªsicas y Naturales de Espa?a. Hoy no es habitual en la manera de trabajar del mundo cient¨ªfico concentrarse en un ¨²nico proyecto durante pr¨¢cticamente toda la vida profesional. Para Santiago ¨¦sta fue una decisi¨®n muy pensada que tom¨® en 1981 y los 15 tomos publicados y su divulgaci¨®n a trav¨¦s de distintos soportes telem¨¢ticos muestran que ha estado a punto de culminarla con ¨¦xito.
Tatayo, que era su nombre en familia y entre amigos, ten¨ªa lo que confesaba como sus mayores soportes: Menchi Avenda?o, su mujer, y sus hijos Beatriz y Tom¨¢s, su madre y sus hermanos; le apoyaron toda la vida y fueron lo m¨¢s querido para ¨¦l. Y adem¨¢s un gran n¨²mero de amigos, que le quer¨ªan y le admiraban. Todos contribuyeron a sus muy felices y vividos sesenta y pocos a?os.
Ana Crespo de Las Casas es catedr¨¢tica de Bot¨¢nica. Directora del Departamento de Biolog¨ªa Vegetal de la Facultad de Farmacia de la UCM.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.