La isla puente

Llegu¨¦ a Puerto Rico invitada a dar una conferencia. Llegu¨¦ feliz por conocer esta isla tan ligada hist¨®ricamente con la m¨ªa, Cuba, pero tambi¨¦n curiosa de ver una realidad muy distinta. A la media hora ya me sent¨ªa como en casa. A los pocos d¨ªas, ya conoc¨ªa buena parte de la vida cultural. A la semana no quer¨ªa irme y ahora s¨®lo pienso en volver, porque adem¨¢s de los encantos del Caribe, s¨¦ que se est¨¢ organizando el Festival de la Palabra de San Juan de Puerto Rico, con la intenci¨®n de convertir a la isla en punto de encuentro entre las culturas caribe?as, iberoamericanas, latinas de Estados Unidos y europeas de origen latino. Un proyecto hermoso y necesario que encontrar¨¢ en el Caribe su escenario natural, porque esta regi¨®n est¨¢ hecha de mezclas culturales.

Gracias al Festival de la Palabra, Puerto Rico se convertir¨¢ en el punto de encuentro que es por su propia naturaleza

Puerto Rico fue una colonia de Espa?a y es hoy un Estado Libre Asociado de Estados Unidos. Por ello en ¨¦l conviven, muchas veces en armon¨ªa y otras un poco menos, las culturas y lenguas espa?ola e inglesa, aunque lo que m¨¢s se escucha hablar es espa?ol. El flujo constante de puertorrique?os entre EE UU y la isla ha permitido que la literatura latina escrita en el pa¨ªs del norte tenga una presencia en Puerto Rico. Sin embargo, los autores de otras regiones, incluyendo de Am¨¦rica Latina y Espa?a, son de dif¨ªcil acceso. Para un boricua, adem¨¢s, las opciones de lectura est¨¢n limitadas a las librer¨ªas, concentradas en la capital, a la peque?a Feria Internacional del Libro, tambi¨¦n en la capital, y a las pocas editoriales independientes que intentan suplir los espacios vac¨ªos. Pero no es suficiente. Seg¨²n pude constatar, hay una sed enorme de literatura, la gente es curiosa y quiere saber m¨¢s, buscan los libros en Internet, leen lo que les llega. En pocos a?os han surgido, a lo largo de todo el pa¨ªs y de manera espont¨¢nea, 12 c¨ªrculos de lectura y cada noviembre se realiza la Feria del Libro usado, un momento para el intercambio de lecturas. No es de extra?ar entonces que cada escritor que visita la isla, como yo, se quede maravillado con un p¨²blico tan atento y receptivo.

Ahora bien, Puerto Rico, con su cultura mixta, tiene una ventana abierta hacia EE UU y otra hacia el mundo hispanoamericano, aunque respecto de este ¨²ltimo adolece de v¨ªas de comunicaci¨®n m¨¢s directas. Pero ?qu¨¦ ocurre en otros pa¨ªses? Tomemos a las islas del Caribe, por ejemplo, tan cercanas f¨ªsicamente unas de otras, pero a veces tan distantes. Cada una constituye un puente hacia la antigua colonia europea, Espa?a, Francia, Holanda, Inglaterra, sin embargo con frecuencia faltan las interconexiones entre las propias islas. Otro ejemplo son los pa¨ªses de Am¨¦rica Latina, unidos por una cultura com¨²n, por la m¨²sica que no cree en fronteras, pero donde el flujo literario sigue teniendo como punto de enlace a Espa?a o Portugal (en el caso espec¨ªfico de Brasil). Como ¨²ltimo ejemplo cito al mundo anglosaj¨®n, liderado por EE UU, un pa¨ªs acostumbrado m¨¢s a imponer un modelo cultural que a recibirlo, pero donde la lengua espa?ola se ha ido expandiendo hasta tal punto que hoy constituye la segunda lengua m¨¢s hablada, con las consecuencias l¨®gicas que lleva este proceso dentro del desarrollo cultural de la naci¨®n.

Todos estos mundos existen y se cruzan, pero la mayor¨ªa de las veces no se dan la mano. Es cierto que en los ¨²ltimos tiempos se han ido creando diversos lugares de expresi¨®n para las literaturas latinoamericana, anglosajona o europea, ciertos espacios -enti¨¦ndase festivales, encuentros o salones literarios- donde cada una de estas culturas puede dialogar entre s¨ª, pero lo que no existe es un espacio espec¨ªfico para que estos tres mundos puedan encontrarse.

Es con ese prop¨®sito que ha surgido el proyecto del Festival de la Palabra en San Juan de Puerto Rico, previsto para mayo de 2010, dirigido por la escritora puertorrique?a Mayra Santos Febres y que cuenta con el apoyo de intelectuales y diversas asociaciones de dentro y fuera del pa¨ªs. Y yo me pregunto ?d¨®nde mejor si no? Puerto Rico se convertir¨¢ en el punto de encuentro que por su naturaleza es.

Seg¨²n me cont¨® la directora, en mi visita a la isla, el festival quiere fomentar la cultura y el intercambio de la palabra a trav¨¦s de todas sus expresiones, con el libro como protagonista de una fiesta donde habr¨¢ tambi¨¦n espacio para la m¨²sica y la oralidad. Como en otros pa¨ªses de la regi¨®n, all¨ª la cultura oral es muy importante, existen caf¨¦s donde los poetas declaman, se realiza un foro internacional de poes¨ªa y hay muchos boricuas en EE UU destacados en el Spoken Word, ese movimiento po¨¦tico donde m¨¢s que una simple lectura, el artista, entre onomatopeyas, versos y algo de spanglish, escenifica los textos ante la audiencia. Todas estas palabras dichas, junto a los debates de los escritores y a las canciones que traer¨¢n los m¨²sicos y, sobre todo, junto a la palabra escrita que llegar¨¢ con los libros, har¨¢n de Puerto Rico un puente de comunicaci¨®n entre nuestras distintas culturas en un momento en que, y esto no hay que obviarlo, la nueva Administraci¨®n del presidente Obama intenta promover el di¨¢logo internacional. Ojal¨¢ que el libro y la palabra sean, efectivamente, los protagonistas del necesario di¨¢logo del siglo XXI.

Carla Su¨¢rez (La Habana, 1969) es autora, entre otras obras, de La Viajera (Roca Editorial).