Medioambiente y karaoke
Tokio mostr¨® sus debilidades en el turno de preguntas
"Los japoneses no somos buenos mostrando nuestros sentimientos", admiti¨® Ichiro Kono, el presidente de la candidatura nipona al empezar la presentaci¨®n. Pues bien, a partir de entonces, todos los que estaban en el estrado se dedicaron a hacer precisamente eso. A impostar un sentimiento y una pasi¨®n que result¨® completamente artificial. Para colmo, las preguntas finales pusieron de relieve sus carencias y el poco entusiasmo que levant¨® la propuesta nipona en el auditorio. En las casas de apuestas y los mercados financieros se desplom¨® su cotizaci¨®n. Se ve¨ªa venir desde el comienzo.
Antes de eso, los japoneses fiaron parte de su presentaci¨®n al valor medioambiental del proyecto. El primer ministro, Yuko Hatoyama, al estilo Obama, anunci¨® la presencia de su esposa, prometi¨® reducir en un 25% las emisiones de CO2 en 2020. Los v¨ªdeos ense?aron un estadio ol¨ªmpico alimentado con energ¨ªas limpias y una voz en off se comprometi¨® a que la mitad de los 60.000 taxis de su capital funcionen de manera sostenible. Y ¨¦sa fue la parte m¨¢s atractiva de la presentaci¨®n.
El resto, pese a la calidad de los cuatro v¨ªdeos que proyectaron, fue pesado y amanerado. Pero lo peor para la propuesta asi¨¢tica lleg¨® en el turno de preguntas. Alberto de M¨®naco, c¨®mo no, se apunt¨® al interrogatorio e inquiri¨® sobre el escaso tama?o de la Villa Ol¨ªmpica. Hubo una pregunta tambi¨¦n sobre los olores de la lonja de pescado y sentenciaron a Jap¨®n poniendo en cuesti¨®n que haya logrado aumentar su apoyo popular en un 30% (del 50% al 80%) en s¨®lo cinco meses. Pusieron, en definitiva, otra vez (el informe de la comisi¨®n ya les acus¨® de mentir acerca de las infraestructuras terminadas) en duda su honradez. Eso s¨ª, la presidenta de la comisi¨®n de deportistas, en un arrebato de entusiasmo y fervor, asegur¨® que todos lo pasar¨ªan muy bien en Tokio y que les llevar¨ªan al karaoke.
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