Cervantes con acento argentino
El actor y director lleg¨® a Espa?a atra¨ªdo por los cl¨¢sicos del Siglo de Oro
De la ciudad argentina de C¨®rdoba a Getafe hay un camino lleno de quiebros. "Yo vine siguiendo el verso", resume Fernando Salv¨¢, director de teatro de 46 a?os.
?l es el primero en admitir que cazar versos no es sencillo. Hace 23 a?os a nadie le convenc¨ªa demasiado encontrarse por los teatros espa?oles a un argentino en mallas recitando a Calder¨®n. Es dif¨ªcil saber si el p¨²blico le hubiera mirado con m¨¢s respeto de ser conscientes de que en la escuela de arte dram¨¢tico hab¨ªa aprendido psicolog¨ªa evolutiva. "Para tratar con los actores, que son muy especiales", puntualiza.
Efectivamente, en Argentina se hab¨ªa graduado en teatro, y especializado en direcci¨®n de arte infantil ("es el esp¨ªritu repipi del argentino. Porque hay que ser repipi para crear esa especialidad", se r¨ªe). Y a Espa?a lleg¨® con la intenci¨®n de conocer y dominar el lenguaje de los cl¨¢sicos de la literatura del Siglo de Oro, que cita continuamente como su fuente de inspiraci¨®n.
Al principio tuvo que trabajar interpretando a Pinocho o Aladino
Este fin de semana participa en el Festival de Teatro de Calle de Getafe
Ahora es director art¨ªstico y uno de los tres socios de la asociaci¨®n cultural Destellos, que combina las funciones propias de una compa?¨ªa de teatro con la organizaci¨®n de actos culturales. Este fin de semana llega su momento estrella: el Festival Internacional de Teatro de Calle de Getafe (FITEC), una sucesi¨®n de espect¨¢culos que el a?o pasado sac¨® a 30.000 personas a la calle, y que ¨¦ste contar¨¢ con 27 compa?¨ªas internacionales, la mayor¨ªa de las cuales actuar¨¢n por las esquinas del municipio.
Cuando lleg¨® a Espa?a, Fernando pas¨® por todos los grandes festivales: M¨¦rida, Almagro... Y lleg¨® a la conclusi¨®n de que era necesario reeducar el o¨ªdo del gran p¨²blico para que el verso volviera a sonarle a m¨²sica. Pero mientras estudiaba, ten¨ªa que trabajar, y lo hizo principalmente en el teatro infantil. Asegura que le encanta, pero fueron quiz¨¢ demasiados a?os haciendo de Pinocho y de Aladino en horario matutino. "Terrible eso de cantar y bailar a las diez de la ma?ana", asegura sacudiendo la cabeza tocada con unos pelos tiesos como fibra de carbono.
Para encontrar trabajo tuvo que aprender a castellanizar su acento. "Y me fue bien: acab¨¦ representando piezas de Cervantes", dice orgulloso. A modo de demostraci¨®n durante unos minutos hablar¨¢ deslizando "t¨ªos" y marcando con intensidad la zeta de "Bazzzt¨¢n". Con el tiempo ha terminado considerando que ocultar su habla argentina es un requisito l¨®gico para ciertos trabajos, "porque los textos del Siglo de Oro estaban pensados para una cadencia castellana", pero durante a?os no pudo evitar pensar que los espa?oles eran demasiado cerrados. "En el festival de Almagro vi a un actor franc¨¦s calvo y tuerto haciendo magn¨ªficamente de Don Juan. ?Eso aqu¨ª ser¨ªa inconcebible!".
Despu¨¦s de decidir centrarse en la direcci¨®n, su sitio lo encontr¨® hace 11 a?os en la compa?¨ªa Destellos. Y la psicolog¨ªa evolutiva le ha acabado resultando ¨²til: "Al actor hay que saber entenderlo. Si el ensayo es a las ocho, el bailar¨ªn est¨¢ all¨ª desde menos cuarto calentando; el actor llega casi a las nueve cont¨¢ndote que hab¨ªa un atasco tremendo". Adem¨¢s de gobernar a la troupe, de adaptar textos de autores cl¨¢sicos y crear las escenograf¨ªas, tambi¨¦n trabaja pegado al tel¨¦fono para rematar los flecos de los festivales y mercados tem¨¢ticos (ferias medievales, barrocas...) que permiten a la asociaci¨®n sobrevivir junto con sus dos o tres actuaciones mensuales. "Apret¨¢ndose el cintur¨®n por ese gran invento que ha sido para los ayuntamientos la palabra crisis", subraya.
Destellos tiene su sede en un teatro cedido por el municipio en el centro de Getafe. Fernando lo recorre sin parar un segundo. Baja las escaleras, las sube, recibe una llamada sobre un problema con las luces en un escenario callejero, besa a dos o tres bailarinas, entra, sale. "?Les he ense?ado nuestra sala de chill-out? Es para relajarse de toda esta locura".
Para esta tarde preparan uno de los platos fuertes del FITEC. Ser¨¢ al aire libre, frente al Ayuntamiento. "Quiero que la gente se quede con una imagen m¨¢s que con la historia", plantea emocionado. "Trata sobre el regalo de la constelaci¨®n del delf¨ªn que hizo Neptuno al hombre". El entusiasmo le coge la voz. "Quiero provocar momentos locos", remata euf¨®rico. Para ello la compa?¨ªa recurrir¨¢ a haces de luces, una fuente, y a los versos de Calder¨®n, convenientemente preparados. "Es cierto que hay un cierto proceso de corta y pega que a mucha gente no le gusta, pero el objetivo es condensar la belleza del cl¨¢sico sin aburrir".
Una apuesta por un teatro popular, de calle, dise?ado para divertir. ?Qu¨¦ otra cosa si no hac¨ªan los cl¨¢sicos? "Fijate en el corral de Almagro: all¨ª la gente tiraba la comida, trapicheaba y se acostaban unos con otros", explica con naturalidad. Un plan que puede resultar atractivo, aunque probablemente sea mejor que el Ayuntamiento no lo conozca de antemano.
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