Historia de una in¨¦dita Dolorosa

No es corriente que aparezca un cuadro completamente desconocido de un pintor inmensamente famoso. Pero, a veces, ocurre. Hace dos meses, la mayor experta en Julio Romero de Torres (1874-1930), la directora del museo que lleva este nombre en C¨®rdoba, Mercedes Valverde, recibi¨® la llamada de Trino Tortosa, un marchante de arte de Almer¨ªa. ?ste le ped¨ªa que autentificase una obra que ¨¦l atribu¨ªa al pintor cordob¨¦s m¨¢s ilustre. Las razones eran obvias: la cuidada factura del lienzo y la firma, con la graf¨ªa caracter¨ªstica del autor: "Julio Romero de Torres -pintado al ¨®leo y al temple". "En cuanto lo vi, supe que era importante", reconoce el galerista.

Cuando Mercedes Valverde le pregunt¨® por las particularidades de la obra, Tortosa le respondi¨®: "Es una Dolorosa". Y a la responsable de la pinacoteca se le ilumin¨® la cara. Pod¨ªa tratarse, pens¨®, de aquel cuadro desaparecido -del que s¨®lo se guarda una fotograf¨ªa en los archivos del museo de C¨®rdoba, documentada bajo la signatura 9/8 -Doc 280- y que representa a la Virgen llorando. "Pero cu¨¢l fue mi sorpresa, cuando vi la imagen que me mandaron del cuadro y comprob¨¦ que no correspond¨ªa con la de nuestros archivos", recuerda Valverde.

Colecciones y museos americanos guardan muchas obras del pintor

Se trataba de un lienzo in¨¦dito, del que no se sab¨ªa nada hasta entonces. La pintura gana en valor por su tem¨¢tica, ya que el n¨²mero de obras religiosas o b¨ªblicas de Julio Romero de Torres apenas lleg¨® a la veintena. "El lienzo est¨¢ lleno de emoci¨®n. La aflicci¨®n se refleja en el rostro de la mujer y en el pa?uelo en sus manos, que enjuga sus l¨¢grimas. Al fondo de la composici¨®n aparece el monte G¨®lgota, con las tres cruces en su cima, se?alando la causa de su dolor: la crucifixi¨®n y muerte de su Hijo", escribi¨® Valverde al autentificar la obra.

?De d¨®nde hab¨ªa salido un cuadro as¨ª? ?Cu¨¢l era su historia? Trino Tortosa es muy cauto a la hora hablar del origen del cuadro. No aporta m¨¢s de lo m¨ªnimo que le permite el herm¨¦tico mundo de los marchantes de arte. "El cuadro apenas ha cambiado de manos en sus a?os de existencia", explica. "Fue comprado por una familia catalana, de Barcelona. Creo que fue despu¨¦s de la Guerra Civil cuando esta familia, por razones econ¨®micas, emigr¨® a Argentina y se llev¨® consigo el cuadro. Al cabo de unos 40 a?os, algunos miembros volvieron a Catalu?a y se trajeron este tesoro de vuelta. Hasta que yo lo compr¨¦ en Barcelona", contin¨²a Tortosa, sin dar detalles del coste de su adquisici¨®n.

El presunto periplo transoce¨¢nico de la Dolorosa no es extra?o. Lo cierto es que muchas obras del pintor cordob¨¦s cruzaron el Atl¨¢ntico y se encuentran en museos y colecciones de pa¨ªses como Cuba, Argentina, Chile o Estados Unidos. La propia Mercedes Valverde ha autentificado cuadros repartidos por varios Estados. La experta calcula que la obra del pintor cordob¨¦s se puede cifrar en un millar de cuadros, de los que hay unos 600 catalogados (100 de ellos en el museo de C¨®rdoba).

En un documental de 1940, dirigido por Juli¨¢n Torremocha y que recoge escenas del pintor, hay im¨¢genes de su mano pintando la obra reci¨¦n aparecida. En los fotogramas se distingue la emoci¨®n del rostro de la mujer del lienzo. ?Pero cu¨¢ndo se rodaron esas im¨¢genes, cu¨¢ndo se pint¨® ese cuadro? Gracias a la Dolorosa de la que se ten¨ªa constancia a trav¨¦s de la fotograf¨ªa en blanco y negro del museo, Valverde pudo fechar la factura de la obra in¨¦dita. "La fecha de ejecuci¨®n la establecemos hacia 1919, por estar tem¨¢ticamente relacionada con este lienzo de similares caracter¨ªsticas que conocemos por esta foto del archivo", explica la experta.

Hasta ahora, se hab¨ªa pensado que la Dolorosa perdida, pero retratada en aquella vieja fotograf¨ªa archivada en el museo de C¨®rdoba, era la misma que fue expuesta en Bilbao en 1919 en la sala Majestic Hall. La obra se exhibi¨® en una gran muestra dedicada a Romero de Torres que estuvo promovida por sus amigos vascos, como los hermanos pintores Valent¨ªn y Ram¨®n de Zubiaurre, Miguel de Unamuno, Ricardo Baroja o Dar¨ªo de Regoyos, entre otros. En aquella ocasi¨®n, el cordob¨¦s expuso 21 de sus mejores trabajos. Ocupando la posici¨®n 13 del cat¨¢logo que a¨²n se conserva, aparece el t¨ªtulo de Dolorosa, pero no le acompa?a ninguna fotograf¨ªa que lo identifique. Por ello, la duda que se plantea ahora Mercedes Valverde es saber cu¨¢l de las dos Dolorosas -la desaparecida o la del marchante Tortosa- fue la que realmente se expuso en la galer¨ªa bilba¨ªna hace 90 a?os.

Por ¨²ltimo, queda saber qu¨¦ va a ocurrir con este cuadro in¨¦dito del pintor cordob¨¦s que acaba de autentificarse. Trino Tortosa est¨¢ dispuesto a exhibirlo temporal y gratuitamente en C¨®rdoba, para lo que le gustar¨ªa contar con la colaboraci¨®n de alg¨²n organismo, como el Ayuntamiento. Luego, quiere seguir teniendo contactos con alguna instituci¨®n p¨²blica para que compre el cuadro. "Pero por ahora, lo voy a disfrutar yo", termina el marchante.