?Contra el invasor franc¨¦s!
Colmenar de Oreja recrea una batalla de la Guerra de la Independencia
Los tambores de guerra anuncian una ma?ana de lucha en Colmenar de Oreja. Las tropas francesas, que el d¨ªa anterior se han hecho con el pueblo, se preparan en la plaza para abandonarlo. Los lugare?os entierran a sus muertos. Poco despu¨¦s, la calma tensa que reina en el ambiente se rompe en el camino del Cristo, donde la columna francesa sufre una emboscada guerrillera. Hay disparos, ca?onazos, gritos y carreras. Las tropas espa?olas, diezmadas pero apoyadas por los propios campesinos de Colmenar, y hasta su cura, vencen finalmente al invasor franc¨¦s y reconquistan el pueblo.
Como hace 200 a?os, Colmenar de Oreja (8.127 habitantes) fue escenario ayer de una cruenta batalla de la Guerra de la Independencia. Sin bajas reales, pero con una cuidada recreaci¨®n y escenificaci¨®n de los combates. De ello se encargaron m¨¢s de 300 voluntarios de 20 asociaciones y agrupaciones hist¨®rico-culturales. Todos amantes de la historia. No faltaron los caballos y los ca?ones.
Armas, uniformes y banderas son fieles copias de las existentes en 1809
"No nos gustan las malas lecturas de la historia", afirma ?ngel Salcedo, de blanco, con gorro de cuartel y los botones de la camisa plateados. El subteniente (equivalente al actual alf¨¦rez) de la unidad 1? de Voluntarios de Arag¨®n, con su sable brit¨¢nico de 1796, tiene a su cargo a una docena de aguerridos guerrilleros venidos de Zaragoza. "Ensayamos con una verdadera instrucci¨®n militar", cuenta Salcedo, que, desde hace diez a?os, dedica su tiempo a recrear guerras y batallas. Cerca de los voluntarios de Arag¨®n se pasea Mar¨ªa, con un elegante traje goyesco. No ha descuidado ning¨²n detalle: la madro?era sobre la falda, la elegante redecilla sujetando el moreno cabello. Toda una dama de la corte espa?ola. Mas all¨¢, con sus trajes azules y la bandera tricolor luciendo en las hombreras, se congrega una parte de las tropas francesas. Son la Asociaci¨®n hist¨®rica cultural 2 de mayo, de M¨®stoles. Un soldado granadero conversa con el encargado del tambor, con una l¨ªnea dorada en las mangas que marca sus galones. "?A formar!", les interrumpe el capit¨¢n, con la charretera dorada en el hombro derecho.
Todo esto ocurr¨ªa en la bella plaza Mayor de Colmenar de Oreja, donde se concentraron centenares de lugare?os y curiosos para disfrutar de la recreaci¨®n. Acudi¨® tambi¨¦n el consejero de Presidencia, Justicia e Interior, Francisco Granados. Tras descubrir una placa que recordaba "a todos los colmenaretes que dieron su vida por la libertad y la naci¨®n espa?ola durante la invasi¨®n napole¨®nica", Granados pas¨® revista a las tropas.
La acci¨®n se traslad¨® despu¨¦s a las afueras del pueblo. A los dos lados del camino del Cristo, entre los ¨¢rboles o a la vera de los huertos, se esconden los guerrilleros. Es su ¨²ltima oportunidad para recuperar el pueblo, despu¨¦s de que el d¨ªa anterior (las recreaciones duraron todo el fin de semana) los franceses lo ocuparan con tropas y artiller¨ªa. Entre los valientes colmenaretes, "orgulloso de representar nuestra historia", est¨¢ Eladio Sicilia, del grupo teatral de la localidad. Vestido como un campesino de la ¨¦poca, Eladio, herido en la batalla del d¨ªa anterior, lleva una muleta "original de la guerra civil". Tiene "la corazonada" de que vencer¨¢n a los franceses. Lamentablemente, Eladio no lo podr¨¢ ver, porque cae en los primeros momentos de tiroteo.
Los franceses se ven sorprendidos por los guerrilleros, armados con fusiles, bayonetas o trabucos, fieles recreaciones de las armas de la ¨¦poca. Las tropas napole¨®nicas se intentan defender, echan mano de sus ca?ones. Pero al final tienen que huir y volver de nuevo a la plaza. All¨ª, finalmente, los guerrilleros reconquistan el pueblo. Con un pa?uelo en la cabeza, la gola dorada que indica que es el oficial al mando, vestido a mitad con el uniforme reglamentario y con ropa civil y unas lustrosas botas negras, Burgos est¨¢ satisfecho: "No se tiene que olvidar el esfuerzo del pa¨ªs por echar al p¨¢jaro de Napole¨®n".
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