Revoluci¨®n juvenil en Bilbao

Inspirada en la cultura joven y urbana de Bilbao, Berl¨ªn, Dakar, Medell¨ªn, San Francisco y Shanghai, la segunda edici¨®n del festival Jet Lag, que cerr¨® ayer sus puertas, ha sabido reunir en la capital vizca¨ªna las ¨²ltimas tendencias en moda, deporte, expresi¨®n art¨ªstica y m¨²sica. Durante cuatro jornadas, m¨¢s de cincuenta actividades han conseguido fusionar espacios p¨²blicos, nuevas tecnolog¨ªas y altas dosis de creatividad.

Los miles de participantes en la iniciativa, de entre 16 y 30 a?os, han tenido acceso a disciplinas a¨²n emergentes, como el grafitti l¨¢ser (pintar con luz fachadas de edificios), el Body Percussion o c¨®mo hacer m¨²sica con el propio cuerpo y disfrutar en plena calle de un pinchadiscos personalizado gracias al Ocuparking.

El muelle del Arenal acogi¨® una gran exhibici¨®n de 'grafittis'

Una sesi¨®n de Parkour o "arte del desplazamiento" en la plaza Unamuno (consiste en moverse de forma fluida de un punto a otro utilizando las habilidades del cuerpo humano y salvando los obst¨¢culos, en forma de mobiliario urbano, que se presenten), dos campeonatos de patinaje -contaron con la presencia del campe¨®n nacional de roller Borja Fern¨¢ndez-, peluquer¨ªa urbana, danzas con m¨²sica senegalesa y sendos conciertos de hip-hop pusieron ayer el broche final al multitudinario evento, que el a?o pasado reuni¨® a cerca de 10.000 j¨®venes.

"Este festival destaca por ser diferente. Las actividades propuestas tienen un alto nivel de creatividad, originalidad y, sobre todo, son muy participativas. En esta segunda edici¨®n hemos querido apostar por la reutilizaci¨®n de la ciudad como lugar de encuentro y expresi¨®n para los j¨®venes", apunt¨® Jon Sustatxa, concejal de Empleo, Juventud y Deporte del Ayuntamiento de Bilbao.

Esta desbordante variedad de actividades fue la t¨®nica general durante todo el festival. As¨ª, el s¨¢bado los aficionados al skate tuvieron su espacio en Jardines de Albia y los apasionados de las artes circenses encontraron su hueco en el muelle del Arenal, donde pudieron iniciarse en los espect¨¢culos a¨¦reos, malabares y acr¨®batas.

Los m¨¢s h¨¢biles pudieron crear sus propios mu?ecos a base de resina y vinilo y los amantes del grafitti tuvieron en su mano la oportunidad de plasmar su firma con impunidad sobre las fachadas de varios edificios de Bilbao. Eso s¨ª, dejaron los aerosoles en casa. S¨®lo pod¨ªan utilizar luz. "Es la primera vez que hacemos esto en Bilbao y est¨¢ teniendo muy buena acogida. A la gente le gusta atacar edificios que son inalcanzables con esta t¨¦cnica novedosa, importada de Nueva York", explica Diego de Le¨®n, uno de los organizadores del grafitti l¨¢ser. Ahora bien, los nost¨¢lgicos de la disciplina tradicional tambi¨¦n celebraron varias sesiones para decorar la lona de 336 metros que cubr¨ªa una de las carpas del muelle del Arenal.