Recomponer las relaciones Espa?a-EE UU
El pr¨®ximo 13 de octubre, el presidente del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, se reunir¨¢ en la Casa Blanca con el presidente Barack Obama para celebrar la primera reuni¨®n oficial entre ambos l¨ªderes. El objetivo del encuentro ser¨¢ el relanzamiento de las relaciones entre Espa?a y Estados Unidos, tensas desde que Zapatero anunciara la retirada de las tropas espa?olas de Irak en 2004.
El deterioro del aspecto m¨¢s visible de la relaci¨®n bilateral -la qu¨ªmica personal entre los jefes del poder ejecutivo- era casi inevitable dados los estrechos lazos forjados por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar con el presidente Bush y otros altos cargos de la anterior Administraci¨®n norteamericana. Durante los ¨²ltimos cinco a?os, y pese a que los aspectos m¨¢s permanentes y tangibles de la relaci¨®n entre Espa?a y Estados Unidos se mantuvieron firmes, como han repetido insistentemente funcionarios a ambos lados del Atl¨¢ntico, la percepci¨®n que ambos pa¨ªses han mantenido el uno del otro se ha basado en la retirada de Espa?a de Irak y la airada reacci¨®n que ello provoc¨® en la Administraci¨®n de Bush.
Obama y Zapatero pueden sintonizar sobre Afganist¨¢n, Am¨¦rica Latina y energ¨ªas renovables
Washington, Madrid y Brasilia podr¨ªan formar una alianza estrat¨¦gica
En todo caso, la elecci¨®n de Obama ha conseguido mejorar enormemente la opini¨®n europea respecto a Estados Unidos, y por ende la posibilidad de renovar las relaciones transatl¨¢nticas. La reciente edici¨®n del informe anual sobre tendencias transatl¨¢nticas del German Marshall Fund revela que, desde la victoria de Obama sobre McCain el pasado mes de noviembre, se ha registrado un notable repunte de los sentimientos favorables de los europeos hacia Estados Unidos, sobre todo en los grandes pa¨ªses de Europa Occidental, incluyendo Espa?a. Aunque desde entonces la buena voluntad desplegada por Obama y Zapatero y sus equipos ha sido palpable, ambos l¨ªderes todav¨ªa no se han sentado juntos para desbrozar el camino de sus relaciones bilaterales.
La gran cita de Zapatero con Obama llega cuando m¨¢s falta hace. La implosi¨®n del sector inmobiliario espa?ol, tras 20 a?os de crecimiento espectacular, y el aumento de las cifras de desempleo, que se han duplicado en un a?o, combinados con la crisis econ¨®mica internacional, han supuesto inevitablemente un serio deterioro de la popularidad del l¨ªder espa?ol. Al presidente del Gobierno no le vendr¨¢ mal el impulso que dar¨¢ a su imagen una visita altamente medi¨¢tica a la Casa Blanca de Obama. Pero adem¨¢s, y esto es lo verdaderamente importante, ¨¦sta llega en un buen momento para renovar las relaciones entre Espa?a y Estados Unidos.
Espa?a asume en enero de 2010 la presidencia rotatoria de la Uni¨®n Europea en un momento cr¨ªtico de las relaciones transatl¨¢nticas. Una de las prioridades de la agenda espa?ola ser¨¢ intentar dar un nuevo impulso a las relaciones de la UE con EstadosUnidos. Zapatero espera estrechar sus lazos personales con Obama reavivando el esp¨ªritu de 1995, ese sentimiento mutuo de simpat¨ªa entre el entonces presidente del Gobierno espa?ol, Felipe Gonz¨¢lez, y el presidente estadounidense, Bill Clinton, que facilit¨® la firma en Sevilla de la Nueva Agenda Transatl¨¢ntica. El presidente Rodr¨ªguez Zapatero aspira a resucitar esa entente transatl¨¢ntica, canalizando la mejora de las relaciones EE UU-UE a trav¨¦s de un reajuste de las relaciones entre Estados Unidos y Espa?a, y capitalizar de este modo la buena sinton¨ªa que ha logrado hasta ahora con Obama en sus encuentros en foros internacionales.
La mayor¨ªa de los objetivos de la presidencia espa?ola coinciden en la intersecci¨®n de las relaciones EE UU-UE y las relaciones EE UU-Espa?a. Incluyen una colaboraci¨®n m¨¢s estrecha en las pol¨ªticas energ¨¦ticas y sobre cambio clim¨¢tico, un nuevo entendimiento respecto a Latinoam¨¦rica y Afganist¨¢n, y una profundizaci¨®n de la cooperaci¨®n transatl¨¢ntica en la lucha antiterrorista.
A este entendimiento entre Zapatero y Obama contribuir¨¢ tambi¨¦n el legado -ahora simplificado pero todav¨ªa crucial- que representa el ya antiguo acuerdo sobre las bases norteamericanas en Espa?a, actualizado por ¨²ltima vez en 2002. El extenso complejo a¨¦reo y naval estadounidense en Espa?a, concentrado en la actualidad en las bases de Mor¨®n y Rota, pr¨®ximas al Estrecho de Gibraltar, sigue proporcionando un apoyo log¨ªstico clave a la proyecci¨®n militar norteamericana en Eurasia.
La retirada de unos pocos soldados espa?oles de Irak carece de importancia estrat¨¦gica frente a la contribuci¨®n que realizan a diario estas bases al mantenimiento de la influencia global de Estados Unidos. A pesar de lo que la opini¨®n p¨²blica ha podido entender equivocadamente, la lealtad y el compromiso de Espa?a con su aliado de la OTAN nunca ha flaqueado en este sentido, ni siquiera durante las dos guerras de Irak, ambas muy impopulares. Pero Rodr¨ªguez Zapatero ha ido a¨²n m¨¢s lejos. "No preguntes lo que Obama puede hacer por nosotros, sino lo que nosotros podemos hacer por Obama", declaraba esta primavera, antes de comprometerse a enviar otros 200 soldados espa?oles al contingente militar en Afganist¨¢n.
La clave para el futuro de las relaciones entre los dos pa¨ªses reside en varios ¨¢mbitos nuevos en los que Espa?a ha desarrollado una posici¨®n de liderazgo internacional. Un ejemplo de ello ser¨ªa la lucha antiterrorista global. Tras anunciar Obama el cierre eventual de la prisi¨®n de Guant¨¢namo, los europeos est¨¢n mejor predispuestos a ir m¨¢s all¨¢ del mero intercambio de informaci¨®n. Con su largo historial de lucha antiterrorista interna, y la considerable experiencia acumulada en el ¨¢mbito internacional desde el 11-M, Espa?a podr¨ªa liderar a Europa hacia una m¨¢s profunda integraci¨®n de las estrategias antiterroristas transatl¨¢nticas.
Espa?a es tambi¨¦n l¨ªder mundial en energ¨ªas renovables y, bajo el actual Gobierno, se manifiesta entusiasta partidaria de las conversaciones pos-Kioto. Espa?a compite con Alemania y Estados Unidos en tecnolog¨ªa e¨®lica y solar y ha avanzado enormemente en su objetivo de cumplir con su compromiso ante la UE de lograr que el 20% de sus necesidades de energ¨ªa procedan de fuentes de energ¨ªa renovables. Hace unos meses, el secretario de Energ¨ªa norteamericano y el ministro espa?ol de Industria iniciaron conversaciones que podr¨ªan llevar a la creaci¨®n de una Asociaci¨®n de Energ¨ªas Renovables Espa?a-EE UU. Las empresas espa?olas de energ¨ªa solar y e¨®lica llevan a?os realizando fuertes inversiones en Estados Unidos, y es por tanto un buen momento para profundizar en la colaboraci¨®n entre ambos Gobiernos en los terrenos de la energ¨ªa y la lucha contra el cambio clim¨¢tico.
Espa?a ha incrementado en los ¨²ltimos 15 a?os de forma exponencial su presencia en Latinoam¨¦rica, rivalizando con la tradicional hegemon¨ªa norteamericana. Existen muchas posibilidades de intensificar la colaboraci¨®n bilateral en esta regi¨®n, entre ellas la de que Espa?a y Estados Unidos promuevan conjuntamente las energ¨ªas renovables en Latinoam¨¦rica, en un esfuerzo similar al que Brasilia y Washington vienen realizando a favor del desarrollo de los biocombustibles en algunos peque?os pa¨ªses de Centroam¨¦rica y el Caribe. Adem¨¢s, Espa?a podr¨ªa proponer a Estados Unidos y Brasil la creaci¨®n de una alianza tripartita estrat¨¦gica en materia de energ¨ªa y cambio clim¨¢tico.
En suma, aunque la relaci¨®n bilateral formal seguir¨¢ bas¨¢ndose en buena medida en el Convenio de Cooperaci¨®n para la Defensa vigente desde 1988, su dinamismo futuro depender¨¢ sobre todo de la capacidad de Espa?a para poner en valor ante su socio americano su capacidad innovadora, su poder blando y su utilidad como aliado. Al fortalecer la relaci¨®n bilateral, Zapatero y Obama estar¨¢n contribuyendo tambi¨¦n al robustecimiento de la vieja pero no por ello menos importante relaci¨®n transatl¨¢ntica, que est¨¢ llamada a jugar un papel central en el mundo multipolar que se avecina.
Paul Isbell es investigador principal del Real Instituto Elcano y Senior Associate del Center for Strategic and International Studies (CSIS) de Washington DC.
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