Adeslas se abre a volver a Muface tras permitir el Gobierno la compensaci¨®n de p¨¦rdidas

El puzzle de Muface empieza a encajar. El Gobierno ha enviado un comunicado en el que se explica que va a ampliar el plazo para la presentaci¨®n de ofertas para las aseguradoras interesadas en ofrecer prestaci¨®n sanitaria a 1,53 millones de funcionarios y familiares. El mercado interpreta este movimiento como un gesto m¨¢s para conseguir atraer a Adeslas, la mayor compa?¨ªa de seguros de salud de Espa?a. Desde la compa?¨ªa se muestran proclives a volver al concierto. Adeslas parece que vuelve al redil.

La fecha tope para la presentaci¨®n de propuestas de cara a la nueva licitaci¨®n de Muface acababa el lunes a las 11 de la ma?ana. Era la tercera bola de partido que trataba de salvar el Ejecutivo para mantener este sistema de colaboraci¨®n p¨²blico-privada por el cual se ofrece a un mill¨®n de empleados p¨²blicos, sobre todo profesores, la posibilidad de elegir cada a?o si quieren recibir atenci¨®n sanitaria p¨²blica o privada.

En la primera ocasi¨®n, el ministerio de Funci¨®n P¨²blica mejor¨® la retribuci¨®n que perciben las compa?¨ªas de seguros por ofrecer esta cobertura sanitaria a los funcionarios un 17% para el periodo 2025-2027, pero Adeslas, Asisa y DKV, que hasta entonces estaban participando en el convenio, descartaron acudir. La licitaci¨®n qued¨® desierta. En una segunda ocasi¨®n, el Gobierno lleg¨® a proponer una mejora del 33%, pero tanto Adeslas como DKV dijeron que no pod¨ªan acudir. Ambas aducen que han perdido mucho dinero con el convenio a¨²n vigente, 2021-2024, y que, a pesar del esfuerzo presupuestario, no podr¨ªan salir de p¨¦rdidas. La oferta de Muface supondr¨ªa pagar cerca de 4.500 millones de euros en tres a?os a las compa?¨ªas de seguros que participaran en el concierto, 1.000 millones de euros m¨¢s que el convenio anterior.

A pesar de la negativa, y de que Asisa quedara como la ¨²nica entidad que permanec¨ªa en la carrera, el Ejecutivo mantuvo un canal de comunicaci¨®n, sobre todo con Adeslas, para tratar de que recapacitara. La principal baza que pod¨ªan ofrecerle es crear alguna f¨®rmula para compensar p¨¦rdidas pasadas y tratar de evitar los posibles n¨²meros rojos futuros.

Fuentes de Adeslas reconocen que la compa?¨ªa ¡°ha estado manteniendo a lo largo de esta pasada semana diferentes contactos con el Ministerio para la Transformaci¨®n Digital y de la Funci¨®n P¨²blica¡±. Fruto de estas conversaciones, ¡°se han producido avances significativos que permitir¨ªan resolver la situaci¨®n actual y definir un modelo justo, equilibrado y sostenible para Muface¡±.

En la entidad ¡ªcontrolada en un 50,1% por Mutua Madrile?a y en un 49,9% por CaixaBank¡ª explican que si los avances se consolidan en una propuesta adecuada por parte de la Administraci¨®n, ¡°la compa?¨ªa reconsiderar¨ªa la posici¨®n actual y dar¨ªa los pasos necesarios para dar continuidad de forma favorable a su presencia en Muface¡±.

Fuentes del mercado apuntan que el acuerdo para la vuelta de Adeslas est¨¢ pr¨¢cticamente cerrado. Eso permitir¨ªa que Asisa no acudiera sola al concierto, una opci¨®n sobre la que hab¨ªa serias dudas. Si se confirma el regreso de Adeslas, todos los funcionarios cubiertos por Muface podr¨ªan seguir eligiendo si quieren optar cada a?o por una de esas dos aseguradoras o ser atendidos por el sistema p¨²blico de salud.

La situaci¨®n de Muface lleva a?os siendo endiablada. Las aseguradoras se quejan de que el modelo est¨¢ permanentemente infrafinanciado. Adeslas, Asisa y DKV calculan que en los ¨²ltimos a?os han perdido cerca de 600 millones de euros dando servicios sanitarios a los mutualistas. A¨²n con la subida del 33% propuesta por Funci¨®n P¨²blica, Adeslas calculaba que seguir¨ªa perdiendo cerca de 250 millones en tres a?os. Y DKV entre 70 y 100 millones de euros.

En el ¨²ltimo concierto, la fuerte inflaci¨®n que provoc¨® la guerra de Ucrania y el encarecimiento del petr¨®leo y las materias primas, unido a un fuerte incremento de la utilizaci¨®n de servicios sanitarios por parte de los empleados p¨²blicos, desbarat¨® por completo las cuentas de las aseguradoras que participaban en el concierto. Algunas ped¨ªan que en el nuevo convenio las primas se incrementaran al menos un 40%.

En mitad del tira y afloja entre el Gobierno y las aseguradoras se col¨® tambi¨¦n la propuesta del Ministerio de Sanidad ¡ªcontrolado por Sumar¡ª que defend¨ªa que era perfectamente ¡°viable y deseable¡± que todos los beneficiarios de Muface pasaran a la sanidad p¨²blica. En cambio, los sindicatos de funcionarios se han mostrado radicalmente en contra de esta posibilidad y han llegado a amenazar con una huelga si no llegaba a haber acuerdo entre Funci¨®n P¨²blica y aseguradoras. Tambi¨¦n hab¨ªan mostrado su preocupaci¨®n los consejeros de sanidad de las Comunidades Aut¨®nomas, que tendr¨ªan que ser quienes se encargaran de hacer frente a la absorci¨®n de m¨¢s de un mill¨®n de personas en un sistema p¨²blico ya saturado.

El ministro de Funci¨®n P¨²blica, ?scar L¨®pez, lleva tiempo tratando de tranquilizar a los funcionarios. El viernes, durante una entrevista en la emisora de radio Onda Cero, sugiri¨® que el acuerdo para que Adeslas volviera al concierto estaba muy cerca.

El concierto de Muface permite que los profesores de colegios, institutos y universidades p¨²blicas, polic¨ªas nacionales, los funcionarios de prisiones y el personal de los ministerios, puedan escoger cada a?o si quiere tener una atenci¨®n sanitaria p¨²blica o concertada. En el convenio actual, el 30% de los mutualistas opt¨® por la cobertura del sistema nacional de salud y el resto por la cobertura a trav¨¦s de aseguradoras (un 33% opt¨® por Adeslas, un 24% por Asisa y un 13% por DKV).

El peculiar modelo de colaboraci¨®n p¨²blico privada de Muface ¡ªy de otras mutualidades administrativas similares, como Isfas para militares, o Mugeju, para jueces y fiscales¡ª es un rompecabezas de dif¨ªcil soluci¨®n. Sus defensores argumentan que todo el mundo sale ganando: el Estado, porque puede ofrecer sanidad de calidad a un menor coste por paciente que en el sistema nacional de salud; los funcionarios, porque tienen libertad de elecci¨®n; las Comunidades Aut¨®nomas, que tienen una sanidad p¨²blica menos saturada. En cambio, sus detractores subrayan la incoherencia de que los empleados p¨²blicos tengan sanidad privada.