Windows Sietes

Los apenas 40 habitantes de Sietes, una peque?a aldea del municipio asturiano de Villaviciosa, en plena comarca de la sidra, carecen de conexiones avanzadas a Internet, pero son los pioneros en el uso y conocimiento del nuevo sistema operativo Windows 7, de inminente lanzamiento.

Microsoft ha elegido este peque?o pueblo asturiano, cuyo nombre coincide con el del nuevo producto de la compa?¨ªa, para rodar la campa?a publicitaria del lanzamiento del Windows 7.

La compa?¨ªa de Bill Gates buscaba autenticidad, testimonios persuasivos de gentes comunes y poco avezadas en el uso de las nuevas tecnolog¨ªas para sugerir al cliente la facilidad de uso del nuevo sistema. "Aqu¨ª no hay conexi¨®n por cable, ni ADSL ni nada por el estilo. Para conectarnos a Internet tenemos una peque?a centralita que coge la se?al inal¨¢mbrica y apenas va a 512 kilobytes", comenta Jaime Tabernero, un joven siete?o.

Praderas de vacas y manzanos

La aldea se levanta sobre una colina cerca del monte Tandi¨®n, en un entorno de pomaradas de las que se proveen de manzanas sidreras los lagares del concejo; algunas tierras de cultivo y muchas praderas destinada a pasto del ganado vacuno para la producci¨®n l¨¢ctea.

Este entorno, lejos de ser un obst¨¢culo, fue un acicate para la compa?¨ªa de Bill Gates. Su marcado tipismo y rasgos singulares, inserto en una zona monta?osa cercana al mar, y con un valioso patrimonio etnogr¨¢fico que subraya la ruralidad del lugar (sobremanera, su magn¨ªfico conjunto de h¨®rreos, bellamente tallados y con seis siglos de antig¨¹edad) hicieron de Sietes el punto de encuentro entre las tecnolog¨ªas de vanguardia con un mundo que a¨²n vive apegado al atavismo de su cultura ancestral.

Esta conciliaci¨®n entre lo local y lo global, entre las tecnolog¨ªas del siglo XXI con las tradiciones milenarias y las bellas construcciones campesinas que perviven en uso desde el siglo XV, es el leit motiv de un spot que Microsoft lleva en secreto, pero del que se sabe que tratar¨¢ de simbolizar justamente eso: la inform¨¢tica al alcance de todos.

La coincidencia del nombre del lugar (Sietes) con el nuevo Windows fue un factor definitivo para que Microsoft se interesara por esta aldea.

La homonimia es m¨¢s aparente que real. La etimolog¨ªa de este bello pueblo no guarda relaci¨®n con la numeraci¨®n, sino con su car¨¢cter rural. El fil¨®logo Xos¨¦ Lluis Garc¨ªa Arias atribuye el origen m¨¢s probable del top¨®nimo Sietes a una derivaci¨®n de un sustantivo asturiano, bien de "sietu" (seto, cerca) o de "sebe" (cierre).

Aunque lo ideal hubiera sido que significara "ventanas", la explicaci¨®n del nombre no arruin¨® la idea de los creativos publicitarios. Quer¨ªan vecinos reales para protagonizar el anuncio, sin importar que hubiesen tenido poca o nula relaci¨®n con la inform¨¢tica. Y eso s¨ª que lo ten¨ªa Sietes.

La localidad, presidida por una iglesia renacentista del XVI y un cementerio primorosamente conservado, se forma por casas rurales tradicionales y de labranza, y un conjunto de h¨®rreos y paneras, se?a de identidad del pueblo. Estas construcciones auxiliares han servido desde hace siglos en la Asturias rural de granero y almac¨¦n de las cosechas y de los productos de la matanza, protegi¨¦ndolos de la humedad y los roedores merced a los pegoyos (pilastras) sobre los que se levantan. Protegidos por ley, los h¨®rreos son, a¨²n hoy, uno de los s¨ªmbolos del paisaje de la regi¨®n.

En el casino de Sietes se instal¨® medio centenar de ordenadores para dar clases a los lugare?os. Se trataba de demostrar que vale una explicaci¨®n somera para que gente poco habituada al trato del ordenador se maneje con soltura, y que sea la experiencia de los sietenses, por la misma veracidad de sus testimonios, la que acredite ante el mundo la simplicidad de Windows 7.

Compromiso de confidencialidad

Poco m¨¢s se sabe porque los vecinos han asumido un compromiso de confidencialidad impuesto por la compa?¨ªa.

Aunque en el ayuntamiento de Villaviciosa se recibieron llamadas de otros lugares ofreci¨¦ndose para participar en el casting, s¨®lo se permiti¨® acceder a las pruebas de selecci¨®n a los escasos 40 vecinos de Sietes y, excepcionalmente, a los residentes en San Mart¨ªn de Valles, el pueblo de al lado, para disponer de una muestra m¨¢s amplia.

Ram¨®n Prida, una de los vecinos m¨¢s entusiasmados con el rodaje, due?o del bar del pueblo, juzg¨® la iniciativa como "algo muy interesante para el pueblo y su zona". Por la gracia de Windows Sietes.