Afganist¨¢n en clave energ¨¦tica
Los modestos recursos de gas y petr¨®leo del pa¨ªs no justifican la presencia extranjera en su suelo. Tampoco es tan importante como corredor. Pero su estabilidad influye en una amplia regi¨®n productora
La existencia de un "gran juego" estrat¨¦gico en torno a los recursos de petr¨®leo y gas de las rep¨²blicas ex sovi¨¦ticas de Asia Central y el sur del C¨¢ucaso constituye una realidad geopol¨ªtica indiscutible. Esta pugna, inicialmente circunscrita a Rusia y Estados Unidos, se ha reforzado ¨²ltimamente con la entrada en el juego de la Uni¨®n Europea y China. La relaci¨®n de vecindad de Afganist¨¢n y su papel clave en el proyecto de construcci¨®n del gasoducto TAP (Turkmenist¨¢n-Afganist¨¢n-Pakist¨¢n), aprobado bajo los auspicios del ex presidente Bush en 2002, poco despu¨¦s de la derrota talib¨¢n, han llevado a algunos analistas a inscribir el conflicto de Afganist¨¢n en el mencionado "gran juego". Pero ?tiene esta interpretaci¨®n vigencia hoy en d¨ªa?
Asociar el actual conflicto con una guerra por el gas y el petr¨®leo carece de solidez argumental
No s¨®lo los pa¨ªses occidentales, tambi¨¦n China e India necesitan estabilidad en esa zona
Para responder a esta pregunta conviene actualizar la informaci¨®n disponible sobre los recursos de petr¨®leo y gas de Afganist¨¢n, enmarc¨¢ndolos en el contexto del Asia Central, y reevaluar el potencial del pa¨ªs como v¨ªa de tr¨¢nsito de las exportaciones de hidrocarburos.
Entre la d¨¦cada de los sesenta y mediados de los ochenta, los sovi¨¦ticos hab¨ªan identificado en el norte de Afganist¨¢n alrededor de 15 campos de petr¨®leo y gas. ?stos se concentran en las proximidades de Sheberghan, a unos 120 kil¨®metros al oeste de Mazar-i-Sharif. Sin embargo, pese a estos descubrimientos, desde 1959 hasta 2006, la producci¨®n de petr¨®leo provino casi exclusivamente del campo de Angot, que en sus mejores d¨ªas lleg¨® a suministrar una media de 500 barriles diarios de crudo. En la actualidad, a efectos pr¨¢cticos, Afganist¨¢n ha dejado de ser un pa¨ªs productor de petr¨®leo y esta situaci¨®n no difiere ostensiblemente de la de sus vecinos Kirguist¨¢n y Tayikist¨¢n, aunque el primero contabiliza una producci¨®n diaria cercana al millar de barriles. En cambio, Turkmenist¨¢n y Uzbekist¨¢n, los otros dos pa¨ªses lim¨ªtrofes, contabilizaron en 2008 cerca de 200.000 y 100.000 barriles diarios, respectivamente. Unos vol¨²menes muy inferiores a los de Kazajst¨¢n, pa¨ªs que en el mismo a?o ocupaba el d¨¦cimo octavo lugar en el ranking de los productores mundiales de petr¨®leo, con un volumen cercano al mill¨®n y medio de barriles diarios, equivalentes al 1,8% de la producci¨®n mundial.
En 2008, las reservas probadas de petr¨®leo de los Estados del Asia Central representaban alrededor del 3,4% mundial. La pr¨¢ctica totalidad de este porcentaje (un 3,2%) correspond¨ªa a Kazajst¨¢n, que con cerca de 40.000 millones de barriles ocupaba el noveno puesto en el ranking global de reservas. En el caso de Uzbekist¨¢n y Turkmenist¨¢n, ¨¦stas se situaban en torno a los 600 millones, mientras que las de Tayikist¨¢n y Kirguist¨¢n totalizaban 40 y 12 millones, respectivamente. Por lo que respecta a Afganist¨¢n, un informe de 2006 del Departamento de Energ¨ªa de los EE UU situaba el potencial de crudo recuperable de los campos ya conocidos en una cifra cercana a los 100 millones de barriles. Sin embargo, otro informe del mismo a?o, elaborado conjuntamente por el Servicio Geol¨®gico de EE UU y el Ministerio de Minas e Industria de Afganist¨¢n, estimaba que las reservas de l¨ªquidos todav¨ªa por descubrir en el norte del pa¨ªs, a lo largo de una estrecha franja que discurre paralela a las fronteras con Turkmenist¨¢n, Uzbekist¨¢n y Tayikist¨¢n, rondaba los 2.000 millones de barriles.
En cuanto a la producci¨®n de gas natural, Afganist¨¢n extrae hoy en d¨ªa menos de la d¨¦cima parte de los 11 millones de metros c¨²bicos alcanzados en 1978 a partir de la explotaci¨®n de los campos de Khwaja Gogerdak, Djarquduk y Yatimtaq, en el norte del pa¨ªs. Las cifras de Afganist¨¢n son muy inferiores a la de Kirguist¨¢n y Tayikist¨¢n, que en 2008 produjeron cada uno alrededor de 30 millones de metros c¨²bicos. Unos vol¨²menes que pueden considerarse marginales si se comparan con los extra¨ªdos por Turkmenist¨¢n (el decimotercer productor mundial) y Uzbekist¨¢n (el decimoquinto). Ambos pa¨ªses superaron los 60.000 millones de metros c¨²bicos, aportando cerca del 2% de la producci¨®n mundial, aproximadamente el doble que la de Kazajst¨¢n.
Desde el punto de vista de las reservas probadas de gas, Turkmenist¨¢n es el gran protagonista en Asia Central. A finales de 2008 este pa¨ªs ocupaba el cuarto lugar del ranking mundial (tras Rusia, Ir¨¢n y Qatar) con cerca de ocho billones de metros c¨²bicos, equivalentes el 4,3% mundial. Adem¨¢s, la cifra anterior no contabiliza el reciente descubrimiento del campo de South Yolotan-Osman, un supergigante que seg¨²n evaluaciones preliminares podr¨ªa albergar entre 4 y 13 billones de metros c¨²bicos adicionales, de forma que, de confirmarse los c¨¢lculos m¨¢s optimistas, las reservas de Turkmenist¨¢n podr¨ªan equipararse a las de Ir¨¢n y Qatar. Las reservas probadas de Kazajst¨¢n, Uzbekist¨¢n y Azerbaiy¨¢n tambi¨¦n son importantes, situ¨¢ndose entre uno y dos billones de metros c¨²bicos, mientras que las de Kirguist¨¢n y Tayikist¨¢n rondan los 10.000 millones de metros c¨²bicos, muy por debajo de las de Afganist¨¢n, cifradas en 100.000 millones. Una cifra que podr¨ªa multiplicarse por cinco de confirmarse las estimaciones del Servicio Geol¨®gico de EE UU y el Ministerio de Minas e Industria, que calcula que las reservas pendientes de descubrir en el norte del pa¨ªs podr¨ªan aproximarse a los 440.000 millones de metros c¨²bicos.
Los datos expuestos certifican que aunque el potencial en hidrocarburos de Afganist¨¢n resulta prometedor para la econom¨ªa del pa¨ªs, los primeros actores en el gran juego en torno a los recursos energ¨¦ticos de Asia Central seguir¨¢n siendo Kazajst¨¢n, en el caso del petr¨®leo, y Turkmenist¨¢n en el del gas. Adem¨¢s, conviene no olvidar que el primero de estos pa¨ªses ocupa el s¨¦ptimo lugar del ranking mundial en reservas de carb¨®n (el 3,8% global), mientras que sus reservas de uranio son las segundas del planeta, tras Australia. Uzbekist¨¢n, un actor secundario en lo referente al petr¨®leo y gas, tambi¨¦n desempe?a un papel destacado en la miner¨ªa del uranio, ocupando el d¨¦cimo puesto global en materia de reservas y el s¨¦ptimo en producci¨®n; concepto este ¨²ltimo en el que Kazajst¨¢n ocupa el tercer lugar, por detr¨¢s de Canad¨¢ y Australia.
Nos queda por analizar el potencial de Afganist¨¢n como ruta de tr¨¢nsito alternativa a Rusia e Ir¨¢n para el transporte de los hidrocarburos de Asia Central hacia los principales mercados. En el caso del petr¨®leo, Afganist¨¢n no suscita por el momento ning¨²n inter¨¦s al respecto. Los esfuerzos de Kazajst¨¢n por abrirse a nuevos mercados y reducir su dependencia del sistema de transporte ruso se han centrado en la construcci¨®n de un oleoducto que conecta la ribera septentrional del Caspio con China, as¨ª como en el desarrollo del proyecto KCTS (Kazajst¨¢n-Caspian Transportation System) que debe unir Atyrau, al norte del Caspio, con Bak¨², en Azerbaiy¨¢n, para luego enlazar con el oleoducto Bak¨²-Tiflis-Ceyhan (BTC) que a trav¨¦s de Georgia y Turqu¨ªa desemboca en la costa mediterr¨¢nea. En cuanto a las rutas del gas, las prioridades de Turkmenist¨¢n se centran en el tendido de un gasoducto que a trav¨¦s de Uzbekist¨¢n y Kazajst¨¢n conectar¨ªa con China, as¨ª como en el proyecto TransCaspio que comunicar¨ªa las riberas turkmena y azer¨ª del Caspio para, tras enlazar con el gasoducto Bak¨²-Tiflis-Erzerum (BTE), continuar por el Nabucco hasta el centro de Europa. El proyecto TAP que coment¨¢bamos al principio del art¨ªculo parece haber perdido protagonismo a favor de otro, denominado TAPI (Turkmenistan-Afganist¨¢n-Pakist¨¢n-India), que abrir¨ªa a Turkmenist¨¢n las puertas del mercado indio.
Puede afirmarse, por tanto, que las hip¨®tesis que asocian de manera directa el actual conflicto de Afganist¨¢n con una guerra por los recursos carecen de una base argumental s¨®lida. Los recursos energ¨¦ticos de Afganist¨¢n tienen un potencial limitado, y aunque el pa¨ªs suscita cierto inter¨¦s estrat¨¦gico como corredor energ¨¦tico, ¨¦ste queda circunscrito a Pakist¨¢n e India. En cualquier caso, lo que s¨ª parece evidente es que el desenlace del conflicto reviste gran importancia para la estabilidad de una regi¨®n clave para la seguridad de suministro, no s¨®lo de los pa¨ªses industrializados, sino tambi¨¦n de las dos grandes potencias emergentes, China e India.
Mariano Marzo Carpio es catedr¨¢tico de Recursos Energ¨¦ticos en la Facultad de Geolog¨ªa de la Universidad de Barcelona.
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