A solas con mi ego
El pasado julio, Rufus Wainwright se meti¨® en un buen berenjenal. Estren¨® su primera ¨®pera y le cayeron collejas por todos lados. Si los periodistas de pop le profesaban una devoci¨®n incondicional, los cr¨ªticos de m¨²sica cl¨¢sica revelaron una furia inusitada. "La de The Independent dijo que, en el mejor de los casos, mi ¨®pera era banal", asegura. Se lo toma con humor. Como casi todo. Al gran estreno de su Prima donna en el Palace Theatre de Manchester se present¨® disfrazado de Verdi (tal cual) y del brazo de su novio, J?rn Weisbrodt, el agente del director esc¨¦nico Robert Wilson (con quien tambi¨¦n ha colaborado este a?o), que apareci¨® a su vez vestido de Puccini. "Estaban dispuestos a despedazarme, golpearme y castrarme. Pero a¨²n conservo mis pelotas", revela.
"Me siento como un pulpo del showbusiness. ?Soy el m¨¢s grande? No lo puedo asegurar con certeza, pero desde luego s¨ª soy el m¨¢s vers¨¢til"
La contenci¨®n no es su fuerte. Quien no haya vivido la experiencia de un concierto del m¨²sico neoyorquino, ahora puede hacerlo con Milwaukee at last!!!, un CD y DVD de m¨¢s de dos horas de duraci¨®n que registr¨® como colof¨®n de su ¨²ltima gira y que acaba de editar. Ver c¨®mo Rufus termina convirtiendo el escenario en una tragedia griega, emulando a un mes¨ªas gay crucificado o transformando a una decena de m¨²sicos en fetichistas sexuales entra dentro de lo normal. Por eso choca tanto que ahora ande entregado a introvertidos shows en solitario con su piano, como el que ma?ana ofrecer¨¢ en el Festival de M¨²sica Independiente de Zaragoza (FIZ). "La ¨®pera ha resultado ser un hobby car¨ªsimo, por eso hago estos conciertos peque?os, para tener qu¨¦ llevarme a la boca". Y, por una vez, parece que no bromea.
EP3. ?Por fin se ha dado cuenta de que su ego es demasiado grande como para compartir escenario con nadie m¨¢s?
Rufus Wainwright. Para ser honesto, lo considero m¨¢s bien un reto. Aunque me pueda resultar m¨¢s dif¨ªcil componer una pieza para orquesta, es agradable tener a otros m¨²sicos escolt¨¢ndome en el escenario. Cuando subes ah¨ª solo, eres t¨² contra el mundo. El desaf¨ªo es mayor. Pero la satisfacci¨®n cuando has terminado, tambi¨¦n.
EP3. ?Todav¨ªa se considera "el mayor entertainer del mundo"?
R. W. Bueno Creo que, en t¨¦rminos de curr¨ªculo, no hay ning¨²n artista como yo. No conozco a otro que haya tocado tantos g¨¦neros, ya sea jazz, canci¨®n de autor, ¨®pera, pop, que cante en franc¨¦s, que act¨²e solo, que salga con una gran banda Me siento como un pulpo del showbusiness. ?Soy el m¨¢s grande? No lo puedo asegurar con certeza, pero desde luego soy el m¨¢s vers¨¢til. Y he sobrevivido a tant¨ªsimas situaciones adversas: la adicci¨®n a las drogas, el colapso de la industria musical, ser gay en un mundo mayoritariamente hetero Siempre me he superpuesto a todo.
EP3. Y si no fuera usted, ?qui¨¦n dir¨ªa que es el mayor artista del mundo?
R. W. El otro d¨ªa me fui a cenar con Court-ney Love. Hemos colaborado en un concierto para recaudar fondos contra el sida junto con otros m¨²sicos [U2, Scarlett Johansson o Lydia Lunch] en el Carnegie Hall de Nueva York. La conozco desde hace a?os, pero hac¨ªa tiempo que no nos ve¨ªamos. De alguna forma, qued¨¦ impresionado por lo entregada que est¨¢ al rock and roll. No s¨®lo por su pinta. Tambi¨¦n porque alimenta el rol de una superestrella bien jodida. Es satisfactorio comprobar que alguien hace tan bien su trabajo [risas]. Se lo curra de verdad, para bien o para mal. Parece haber asumido ese papel de una manera muy consciente, aunque eso signifique que cualquier d¨ªa pueda acabar consigo misma. Es todo un icono incomprendido. Aunque no me pondr¨ªa en su lugar ni loco.
EP3. ?Sigue interes¨¢ndole realmente el rock and roll o s¨®lo lo finge?
R. W. ?Por qui¨¦n me ha tomado? Todav¨ªa voy de vez en cuando a alg¨²n concierto de rock No me queda otro remedio. Mi familia entera est¨¢ metida en ese rollo, as¨ª que no me libro de los eventos familiares. Pero, s¨ª, lo m¨ªo como espectador es la ¨®pera. Para m¨ª, ir a la ¨®pera es como acudir a misa, es mi centro espiritual.
Llegados a este punto, conviene recordar que Rufus Wainwright pertenece a la realeza musical canadiense. Su padre, Loudon Wainwright III, se ha ganado la gloria con odas al ¨¢cido (The acid song), al lesbianismo (I wish I was a lesbian) o a mamar de la teta (Rufus is a titman, donde cuenta c¨®mo, envidioso del beb¨¦ Rufus, se cuelga del otro pecho de la madre, la tambi¨¦n cantautora Kate McGarrigle). Se separaron cuando Rufus contaba tres a?os y ella volvi¨® de Nueva York a Quebec con sus peque?os. Desde entonces, toda la dinast¨ªa desarroll¨® una relaci¨®n epistolar a trav¨¦s de canciones sin tapujos, como la que dirigi¨® su hermana Martha Wainwright al padre titulada Bloody mother fucking asshole (mejor traduzcan ustedes). El reconocimiento de su estirpe ha tra¨ªdo tambi¨¦n la paz a la familia, que ahora se re¨²ne cada Navidad con la ¨¦lite musical neoyorquina (Lou Reed, etc¨¦tera) para cantar villancicos en el emblem¨¢tico Carnegie Hall. Este mismo escenario vio el show de homenaje que mont¨® Rufus hace un par de a?os a su adorada Judy Garland, que ocupa el n¨²mero uno en su santuario de estrellas difuntas.
EP3. ?Qu¨¦ le atrae de la decadencia?
R. W. Todo artista debe entrar en decadencia en alg¨²n momento. No creo que haya ning¨²n gran int¨¦rprete, m¨²sico, pintor o bailar¨ªn que, por ejemplo, no haya probado las drogas. Eso es rar¨ªsimo. Adentrarse en el lado oscuro es necesario. Dicho esto, es importante saber que el mayor reto para cualquier artista es atravesar ese lado oscuro y lograr despu¨¦s convertirse en algo mejor. ?sa es la parte realmente jodida. Ah, y nunca puedes ser demasiado decadente, ¨¦sa es la clave.
EP3. ?Se imagina acabando como Gloria Swanson en El crep¨²sculo de los dioses? Convertirse en una diva en decadencia que se niega a aceptar su destino ?ser¨ªa su mayor sue?o o su peor pesadilla?
R. W. Probablemente ser¨ªa mi peor pesadilla, pero, por otro lado, tengo una pinta genial cuando me atormento. Siempre me quedar¨¢ el maquillaje para disimular.
EP3. A Liza Minnelli le han ofrecido participar en la nueva versi¨®n de este cl¨¢sico de Billy Wilder que se va a producir el a?o que viene. ?Ya la ha llamado para intentar disuadirla?
R. W. Algo hab¨ªa o¨ªdo. ?A qui¨¦n demonios se le habr¨¢ ocurrido una idea tan disparatada? Si lo hace Liza, es lo que llamar¨ªamos un caso inequ¨ªvoco de encasillamiento.
EP3. No s¨¦ si ha o¨ªdo sobre la plataforma para salvar la m¨²sica propugnada por Lily Allen. Dice que ella deja de cantar porque ahora no gana un c¨¦ntimo con ella.
R. W. Ni idea, pero ?s¨¢lvese qui¨¦n pueda! [risas].
EP3. ?Por qu¨¦ abandonar¨ªa usted la m¨²sica?
R. W. Yo abandonar¨ªa por un t¨ªtulo. Si me llamaran ma?ana y me dijeran: "Vale, Rufus, a partir de ahora eres el duque de no s¨¦ qu¨¦ precioso lugar de Inglaterra" y me dieran un palacio y una encantadora esposa lesbiana y jardineros y limpiapiscinas guap¨ªsimos, s¨ª, abandonar¨ªa. Por una riqueza extrema. O, me temo, me tendr¨ªa que conformar con la pintura. Me gusta pintar, pero dudo mucho que me pudiera ganar la vida con eso.
EP3. Tecleando su nombre en YouTube he encontrado, entre los v¨ªdeos relacionados, a Paris Hilton entrevistando a Lady Gaga.
R. W. ?De veras? Me siento honrado. Ahora ya puedo seducir a los camareros de Chelsea [el barrio gay de Nueva York] dici¨¦ndoles que soy amigo de Lady Gaga.
EP3. Una cosa es cierta: jam¨¢s superar¨¢ los looks de Lady Gaga por mucho que se siga disfrazando sobre el escenario.
R. W. No pretendo ni competir, desde luego. Lady Gaga es un fen¨®meno. Igual que Paris Hilton. Supongo que al final de esa entrevista que me cuentas una de ellas mor¨ªa. No se puede concentrar tanta energ¨ªa en la misma habitaci¨®n sin que pase algo realmente letal. Una de ellas se com¨ªa la cabeza de la otra, ?verdad?
EP3. No lo s¨¦, era una entrevista para promocionar un tel¨¦fono m¨®vil y las dos sal¨ªan muy contentas pinchando juntas en un local de Nueva York.
R. W. Estoy seguro de que Paris Hilton acab¨® la noche arranc¨¢ndole la cabeza a Lady Gaga e inmediatamente a Lady Gaga le crec¨ªa una nueva. Definitivamente, tengo que intimar con estas chicas.
EP3. En cualquier caso, ambas han logrado hacer de la fama casi una religi¨®n. Sin embargo, a usted s¨®lo parecen obsesionarle los famosos muertos. ?Por qu¨¦?
R. W. ?C¨®mo que por qu¨¦? Piense en Marlene Dietrich. No creo que Marlene Dietrich siquiera llegara a respirar nunca. Hablo en serio, creo que todas las verdaderas estrellas ya nacieron algo muertas.
EP3. He le¨ªdo que cuando muri¨® Michael Jackson, usted estaba en una fiesta en casa de Elton John. ?C¨®mo recibi¨® la noticia?
R. W. Estaba hablando con este chico de ricitos, ?c¨®mo se llama? Este que baila tan bien y piensa que es negro. ?Justin Timberlake! Resulta que es superfan m¨ªo. Y quer¨ªa salir en un v¨ªdeo m¨ªo. Le dije: "?Justin Timberlake, Michael Jackson ha muerto! ?Nunca logr¨® convertirse en ti!".
EP3. Me est¨¢ tomando el pelo.
R. W. No, en serio. Le dije: "Nunca tuvo la oportunidad de te?irse el pelo de rubio y riz¨¢rselo como t¨². ?Has ganado, Justin, has ganado!".
EP3. Elton John dice que quiere adoptar un beb¨¦. ?Usted se animar¨¢ a ser padre?
R. W. Me lo estoy pensando. Decididamente, este mundo necesita m¨¢s gente como yo, peque?os Rufusitos y Rufettes.
Milwaukee at last est¨¢ editado en Universal. Rufus Wainwright act¨²a ma?ana en Zaragoza.
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