La etapa m¨¢s tr¨¢gica de Mathew Fox
Para Matthew Fox, alias
Jack Shephard, una isla puede ser una perfecta met¨¢fora del mundo, el lugar donde caben todos los misterios. Pero en el caso de ese trozo de tierra al que fueron a parar los supervivientes del vuelo 815 de Oceanic representa eso y algunas cosas m¨¢s. Algo as¨ª como un espacio so?ado para romper y redefinir las reglas de la ficci¨®n televisiva.
Antes del accidente a¨¦reo m¨¢s famoso de la historia del espect¨¢culo, ¨¦stas eran unas. Despu¨¦s de que aquella tribu improvisada que viajaba entre Sidney y Los ?ngeles cayera en el laberinto de un lugar extra?o en mitad de la nada han cambiado para siempre. Espacio, tiempo, pasado, futuro ya no son lo mismo en la televisi¨®n despu¨¦s de que
"En la quinta etapa, a Jack le toca entrar en barrena. No es un h¨¦roe que llega en caballo blanco a salvar a todo el mundo"
"Perdidos ha demostrado que hay lugar para el experimento, llevando los l¨ªmites de la ficci¨®n hacia la audacia permanente"
"No s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢ con mi personaje, no nos lo cuentan todo para no provocar reacciones poco convenientes en el desarrollo dram¨¢tico"
J. J. Abrams, Damon Lindelof y Jeffrey Lieber inventaran y desarrollaran Perdidos.
Tampoco la lucha del bien contra el mal. ?se es el motor que late en toda la superficie, seg¨²n comenta Fox. Para ¨¦l, que lleva seis a?os metido en la piel del bueno de la peli, han sido capaces de dise?ar a un nuevo h¨¦roe. Hasta el fin de la cuarta temporada, su personaje ha sido el referente moral, el l¨ªder rodeado tanto de peligros como de buenas intenciones.
En la quinta, a Jack le toca entrar en barrena. Descender a los infiernos. "No es ese h¨¦roe que llega en caballo blanco para salvar a todo el mundo. Entre los productores ejecutivos, los guionistas y yo hemos intentado reinventar ese clich¨¦. Todo se mueve en tonos grises, sin blancos ni negros. El p¨²blico suele categorizar mucho las cosas, nosotros hemos querido romper esas categor¨ªas", afirma el actor.
En la nueva etapa que acaba de estrenar Cuatro, Jack sufrir¨¢. No encontrar¨¢ su lugar en el mundo al que so?aba regresar. La isla tira de sus entra?as como un im¨¢n y ¨¦l cae en un hoyo del que s¨®lo le sacan las drogas y el alcohol. Demasiado para un antiguo cirujano de prestigio. Necesita volver a la isla. "A ese lugar que para m¨ª representa una salida enorme a las fuerzas del bien o una entrada en el coraz¨®n de las tinieblas". Lo desea a costa de lo que sea. "Despu¨¦s recuperar¨¢ el sentido de todo y se convertir¨¢ en alguien mucho m¨¢s sereno y en paz consigo mismo. Pero para ello debe atravesar momentos terribles", anuncia el actor.
Todo el puzzle de Perdidos se encamina ya hacia el final globalizado previsto para 2010. El ¨²ltimo cap¨ªtulo se emitir¨¢ al mismo tiempo en varios pa¨ªses. Ser¨¢ la fecha en la que acabe la sexta temporada de la serie, el desenlace que se est¨¢ rodando durante estas semanas en el escenario habitual: la isla de Oahu, en Hawai.
Es el lugar donde, por cierto, reside el actor con los suyos. "No llevo una vida excitante, soy un hombre familiar al que le gusta la tranquilidad", asegura Matthew Fox, licenciado tambi¨¦n en Ciencias Econ¨®micas: "Aunque la econom¨ªa es algo que queda ya muy lejos de m¨ª", se excusa. Otro dato llamativo que inquieta a sus fans: "Me gusta pilotar aviones".
A partir del final de Perdidos buscar¨¢ otros retos. "Despu¨¦s de esto no har¨¦ m¨¢s televisi¨®n", anuncia. "Me dedicar¨¦ al cine, a meterme en la piel de personajes durante no m¨¢s de tres meses, y no de seis a?os, como ha ocurrido con Jack. Ha sido una experiencia ¨²nica de la que nunca estar¨¦ suficientemente agradecido, pero agotadora. Quiero controlar mejor mi vida y mi trabajo a partir de ahora".
No abandona la televisi¨®n con rencor y hartazgo. Lo hace orgulloso de su paso por el medio, que, en su propia medida, ha contribuido a revolucionar. "En televisi¨®n se pueden asumir hoy muchos m¨¢s riesgos que en el cine de gran formato", asegura Fox. "Y en el caso de nuestra serie, sencillamente ha sido la prueba de la gran libertad que hay en televisi¨®n para crear en esta ¨¦poca".
No se equivoca el int¨¦rprete. En estos tiempos de b¨²squeda de lealtades en los nichos de exquisitas minor¨ªas, donde triunfan las maravillosas y arriesgadas Los Soprano, Mad men, A?dos metros bajo tierra o The wire, tambi¨¦n hay lugar para el experimento ante las series de cadenas generalistas destinadas a audiencias masivas. Perdidos, un producto que se emite en la ABC estadounidense, lo ha demostrado. ?C¨®mo? Llevando de manera ins¨®lita los l¨ªmites de la ficci¨®n hacia la audacia permanente.
Comenz¨® mezclando la aventura con el misterio, el presente con los flashbacks. Eso en las dos primeras temporadas, que sirvieron para presentar a fondo a los personajes, un enorme y variado ramillete de todas las razas, colores y aspiraciones. Otro de los secretos de su encanto.
Obtuvo r¨¢pido un ¨¦xito aut¨¦nticamente global. Con foros y fan¨¢ticos que la elevaron al culto enfermizo. Fue cuando el ¨¦xito de su rareza dio alas a los cerebros del producto para entrar en los terrenos de la experimentaci¨®n sin concesiones.
As¨ª que Abrams, Lindelof y Lieber fueron elevando el list¨®n del riesgo con la complicidad de los actores. Rompieron algo con lo que nadie se hab¨ªa atrevido a jugar hasta el momento en un medio conservador: las barreras del tiempo y el espacio. Desafiaron la capacidad de reacci¨®n de los int¨¦rpretes alternando el hero¨ªsmo con la villan¨ªa, el drama, la comedia, el esperpento y la ciencia-ficci¨®n. Esparcieron pistas falsas y fomentaron un crescendo de dudas que, a estas alturas, cuando en Estados Unidos s¨®lo queda una temporada por emitir, nadie es capaz de resolver.
Matthew Fox tampoco ayuda a arrojar luz sobre el destino de sus personajes. "S¨¦ cu¨¢l ser¨¢ la imagen final, pero poco m¨¢s. No s¨¦ qu¨¦ pasar¨¢ con mi personaje, tengo una ligera idea, no nos lo cuentan todo para no provocar reacciones poco convenientes al desarrollo dram¨¢tico de la historia", asegura Fox.
?Y ellos? ?Los padres creadores? ?Lo saben o se dejan llevar por una especie de delirio creativo? "Ellos tienen claro todo lo que ocurrir¨¢. En la quinta temporada se cerrar¨¢n muchas explicaciones para resolver la trama. Aunque no todas, porque lo bueno de Perdidos es que siempre deja una puerta abierta a la libre interpretaci¨®n", asegura el actor.
Empezando por el t¨ªtulo. "No define una realidad geogr¨¢fica, define un estado de ¨¢nimo, una manera de estar y situarse en el mundo, una b¨²squeda del propio destino a definir por los mismos personajes".
?Una met¨¢fora de su pa¨ªs en la ¨¦poca m¨¢s dif¨ªcil de su historia reciente? "Nunca se me ha ocurrido esa interpretaci¨®n. Intento no mezclar el mundo propio de la serie con la vida real, para no perder la magia". Aun as¨ª, Fox no es de los que han comulgado con el legado de Bush. "La historia de la humanidad se define por ciclos, es algo que aprend¨ª de forma muy tajante en la Universidad. A la etapa pasada le toca otra mucho m¨¢s positiva y optimista, como la de Obama. Tanto, que los ciudadanos de mi pa¨ªs creo que seremos muy pacientes con ¨¦l. Sabemos que no debemos echarle todo sobre los hombros para resolver los problemas que ha encontrado".?
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