El 'campismo' se desmorona a golpe de esc¨¢ndalos

El presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps, tendr¨¢ que explicar el pr¨®ximo martes a la c¨²pula regional del PP por qu¨¦ destituye "temporalmente" a Ricardo Costa, su mano derecha en el partido y portavoz del grupo parlamentario. Ser¨¢ la primera vez que Camps ofrezca una explicaci¨®n a los suyos desde que el pasado mes de febrero empezaron a estallar los esc¨¢ndalos relacionados con el caso G¨¹rtel. Unos esc¨¢ndalos que salpican directamente al presidente valenciano por su estrecha amistad con ?lvaro P¨¦rez, alias El Bigotes -quien le obsequi¨® trajes y otros regalos- y a su administraci¨®n, que contrat¨® con Orange Market y otras empresas de la trama corrupta que dirig¨ªa Francisco Correa.

Pero la comparecencia de Camps ante el comit¨¦ ejecutivo regional del PP -como sus intervenciones anteriores en las Cortes y ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana- no ser¨¢ por voluntad propia. Camps convoca a la c¨²pula regional del partido a disgusto, tras verse obligado por la direcci¨®n nacional del PP a prescindir de Ricardo Costa, tambi¨¦n amigo ¨ªntimo de El Bigotes e implicado en una supuesta financiaci¨®n irregular del PP en Valencia, seg¨²n la polic¨ªa.

La direcci¨®n nacional del PP lleg¨® a poner a Camps ante una dif¨ªcil tesitura el pasado viernes. O destitu¨ªa ¨¦l mismo a su n¨²mero dos o ser¨ªa G¨¦nova quien diese de baja en el partido a Costa; al vicesecretario de Organizaci¨®n, David Serra, y a la tesorera, Yolanda Garc¨ªa. Los tres figuran en las conversaciones grabadas a P¨¦rez por la polic¨ªa, que los relaciona con una supuesta financiaci¨®n irregular del partido.

La cita pone al presidente valenciano en un brete porque ni quiere destituir a Costa, ni Costa quiere marcharse. De hecho, los allegados a Camps piensan que el presidente insistir¨¢ en que la destituci¨®n de su secretario general es estrictamente "temporal" y no afecta a nadie m¨¢s, ni en el partido, ni en el gobierno.

Pero el hecho de verse obligado a dar la cara pone en evidencia que el estilo de gobernar de Francisco Camps -que ha concentrado todo el poder en el partido, en el Parlamento y en el Gobierno valencianos-, se desmorona.

El hermano de Ricardo, el ex ministro de Aznar Juan Costa, ya ha comparecido dos veces para advertir que es Camps quien tiene que dar explicaciones acerca de c¨®mo se contrat¨® en el PP valenciano y en la Generalitat con Orange Market y la trama corrupta. Ricardo Costa, seg¨²n su hermano, se limit¨® a cumplir instrucciones y ahora lo sacrifican como un "chivo expiatorio".

El n¨²mero dos del PP valenciano tampoco est¨¢ dispuesto a pon¨¦rselo f¨¢cil a Camps y ofrecer¨¢ su propio informe a la direcci¨®n del PP local antes de que lo haga Camps, que tendr¨¢ que explicar por qu¨¦ se marcha su secretario general si, como sostiene, todo va viento en popa y no hay ninguna irregularidad.

La salida de Ricardo Costa desmonta, adem¨¢s, la estructura que ten¨ªa el presidente valenciano. Camps tendr¨¢ que buscar sustituto para Costa en el partido y en el grupo parlamentario.Una cuesti¨®n en la que los presidentes provinciales del partido, satisfechos con la retirada de Costa, reclaman ser consultados. Pero independientemente de que Camps lo haga, ¨¦stos han empezado a coordinarse por su cuenta ante lo que intuyen como un final de etapa. Las encuestas -como la publicada por EL PA?S el d¨ªa 9- indican que el desgaste de los esc¨¢ndalos del caso G¨¹rtel es para Camps y no para las siglas del PP. Eso alimenta la idea de quienes piensan que la hora del relevo est¨¢ m¨¢s cerca de lo que pensaban.

Ahora, en el PP especulan sobre las opciones que elegir¨¢ Camps para intentar recomponer su figura. Opciones que van desde una remodelaci¨®n de gobierno -en la que podr¨ªa prescindir del vicepresidente Vicente Rambla, tambi¨¦n salpicado por el informe sobre la financiaci¨®n irregular del PP, y colocar al incombustible Rafael Blasco de portavoz parlamentario- hasta un simple retoque para dejar las cosas lo m¨¢s parecidas a lo que est¨¢n. Una opci¨®n que siempre ha sido m¨¢s del gusto de Camps.