Varsovia deja sola a Praga en su resistencia al tratado europeo

La firma estampada ayer en Varsovia por el presidente Lech Kazcynski al pie del Tratado de Lisboa deja ya s¨®lo al presidente checo, Vaclav Klaus, como resistente numantino a la puesta en marcha de tratado llamado a dar funcionalidad y proyecci¨®n a la Uni¨®n Europea. En el solemne acto de la firma, del que fueron testigos de honor los presidentes de la Comisi¨®n Europea, del Parlamento Europeo y el de turno de la Uni¨®n, Kaczynski apel¨® al mantenimiento de la UE como una "estricta uni¨®n" de Estados soberanos y reclam¨® que el experimento comunitario mantenga las puertas abiertas a los Balcanes y a pa¨ªses como Ucrania y Georgia.

La ceremonia de firma se vio retrasada unos instantes porque la tinta no flu¨ªa en la pluma presidencial, an¨¦cdota que permiti¨® especular con la hip¨®tesis de que el l¨ªquido se hubiera secado tras los 18 meses de espera transcurridos desde que el Parlamento polaco diera su s¨ª a Lisboa, en abril de 2008. Tras arrancar algunas excepciones al tratado, Kaczynski sigui¨® realizando filibusterismo y se impuso como limite el s¨ª de Irlanda.

La clave irlandesa

"El cambio de decisi¨®n del pueblo irland¨¦s ha hecho que el tratado haya vuelto a la vida y ya no hay obst¨¢culos para ratificarlo", explic¨® ayer el presidente, quien antes de firmar hizo una ¨²ltima declaraci¨®n pol¨ªtica reveladora de su escepticismo ante quienes abogan por una profundizaci¨®n de Europa. "La UE es una uni¨®n de Estados naci¨®n, una uni¨®n estricta y debe seguir si¨¦ndolo", advirti¨®. Kazcynski se puso de inmediato a mirar al futuro: "Ya tenemos 27 Estados. Estoy convencido de que esto no es el final. La UE, un afortunado experimento sin precedentes en la historia humana, no puede cerrarse a los que quieren unirse no s¨®lo en los Balcanes sino en pa¨ªses como Georgia".

Polonia se ve como el padrino de una nueva ampliaci¨®n hacia el Este que incluya tambi¨¦n a Ucrania, idea que tambi¨¦n gusta en Praga. Pero el presidente checo toma ahora a Polonia como ejemplo para su propio obstruccionismo al Tratado de Lisboa. Varsovia obtuvo exenciones a la Carta de Derechos Fundamentales y ahora Vaclav Klaus echa un pulso a todos los socios y exige a cambio de su firma id¨¦ntica singularidad para la Rep¨²blica Checa -dar primac¨ªa a los tribunales checos frente al Tribunal de Justicia de la UE- ante la eventualidad de que los alemanes de los Sudetes lleguen a reclamar las tierras que les fueron expropiadas en Checoslovaquia tras la II Guerra Mundial.