De quita y pon
Ustedes piensan que la cosa no se mueve, pero no. A ustedes les pasa como a aquel pasajero del tren, que cre¨ªa que el que se mov¨ªa en la estaci¨®n era el tren parado de al lado, pero aqu¨ª la pol¨ªtica, desde el cambio, se est¨¢ moviendo que es una barbaridad. Miremos s¨®lo dos cuestiones y notar¨¢n el movimiento. La primera es el tema del blindaje del Concierto, que como todo tema que agarra el PNV parece que en ello nos va la vida y, sin embargo, es m¨¢s viejo que la isla. Lo que quieren nuestros jelkides con lo del blindaje es que las normas fiscales de nuestras diputaciones no puedan ser recurridas, como el resto de las normas administrativas, ante los tribuanles de los contencioso y conseguir del Gobierno de Madrid una excepcionalidad que les suponga de hecho el rango de ley.
En la primera legislatura del Parlamento vasco -ya ha llovido desde entonces-, en la tramitaci¨®n de la Ley de Territorios Hist¨®ricos se debati¨® el asunto. A pesar de que tanto el PSE como Euskadiko Ezkerra -los que se opusieron a la ley- advirtieran del problema que iba a acarrear competencia tan importante en manos de instituciones provinciales de r¨¦gimen local, ofreciendo la soluci¨®n de que las normas fiscales debieran ser tramitadas o asumidas a posteriori por el Parlamento para darles rango de ley, el PNV sigui¨® fiel a su localismo. Ahora demanda la excepcionalidad a Madrid puenteando al Parlamento vasco, y rechaza la vieja y no excepcional soluci¨®n al problema desde Euskadi. Sin embargo, sospecho que de gobernar en Ajuria Enea no lo pedir¨ªa, y veamos por qu¨¦.
La bilateralidad, la excepcionalidad, el privilegio son mecanismos muy queridos por el PNV, y, como son propios del Antiguo R¨¦gimen, el que disponga de ellos juega con ventaja. Pero, adem¨¢s, f¨ªjense ustedes que se demanda a Madrid en un momento en el que el PNV no controla el Gobierno de Euskadi, pero si las diputaciones; que ¨¦stas puedan disponer de normas con rango de ley -igual que el Parlamento- puede significar una carga de profundidad para el Estatuto, un Estatuto declarado por el PNV muerto cuando asumi¨® la estrategia del soberanismo.
?Y qu¨¦ me dicen de que el PNV, a pocas fechas de haber peregrinado toda su jerarqu¨ªa a la cumbre del Gorbea a exorcizar la profanaci¨®n de su suelo por las botas de los militares espa?oles, y haberles querido negar la entrada a la Casa de Juntas de Gernika a los uniformados, pida la presencia de soldados espa?oles en los atuneros vascos? No esperemos que use nuestra l¨®gica. Lo hace con l¨®gica medieval: hoy no me interesa y lo rechazo y ma?ana todo lo contrario.
Siempre he pensado que con quien se encuentra en el bosque Alicia no es con Humpty Dumpty sino con un miembro del Euskadi Buru Batzar, porque viene a decirle lo que el PNV hace siempre: "Lo importante es saber qui¨¦n es el que manda". Algo m¨¢s que el quita y pon, porque a los dem¨¢s nos llamar¨ªan espa?olazos por resolver en Madrid lo que podemos resolver los vascos.
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