Dioses en apuros
La Argentina de Maradona y Messi llega confundida a otro gran cl¨¢sico ante un Uruguay crecido
Montevideo se paralizar¨¢ hoy (Canal +, 24.00) para contemplar a dos bicampeones del mundo en apuros: Uruguay (1930 y 1950) y Argentina (1978 y 1986). Ambos se disputan un puesto seguro en el Mundial de Sur¨¢frica 2010 o, al menos, la repesca contra una selecci¨®n de la Concacaf con el permiso de Ecuador, que, si venciera en Chile, desplazar¨ªa a uno de los pa¨ªses del R¨ªo de la Plata. No sirven las componendas. "S¨®lo vale ganar", advierte el seleccionador uruguayo, ?scar Tab¨¢rez. Argentina no falta a una cita mundialista desde 1970. La elimin¨® el Per¨² de Cubillas con un empate (2-2) en La Bombonera. Las ausencias uruguayas han sido mucho m¨¢s frecuentes, la ¨²ltima en el de 2006. "Ninguno de los dos quiere ir al quinto puesto", remata el delantero celeste Forl¨¢n.
Kempes: "Argentina no juega a nada ni jug¨® bien en toda la liguilla"
Una derrota y la victoria de Ecuador en Chile dejar¨ªan fuera a la albiceleste
Los dioses argentinos no se ponen de acuerdo. El seleccionador, Diego Maradona, apenas ha podido sacar partido al mejor futbolista del momento, Messi, cuestionado por sus propios aficionados. "Maradona es un dios ensuciado de barro humano", afirma en Canal + el escritor uruguayo Eduardo Galeano, autor del cl¨¢sico F¨²tbol a sol y sombra; "[Diego] es como nosotros. Tiene todos los defectos humanos imaginables. Es el m¨¢s humano de todos los dioses y por eso la gente se reconoce en ¨¦l". "La poblaci¨®n uruguaya", prosigue Galeano, "equivale a la de un barrio de Buenos Aires. Es inexplicable que sigamos siendo un semillero de jugadores. Quiz¨¢ la explicaci¨®n sea que el f¨²tbol es la religi¨®n nacional. La selecci¨®n es un buen toro de lidia. Se crece en el castigo. S¨®lo juega bien en situaciones l¨ªmite, cuando est¨¢ liquidada".
"Es una linda oportunidad para dejar de ser segundones", proclama Daniel Fonseca, ex jugador internacional uruguayo de los noventa. "Por supuesto que ganar a Argentina es m¨¢s gratificante. Somos un paisito de tres millones y la historia siempre la escriben ellos, los argentinos o los brasile?os, pero puede ser la hora de que escribamos esa p¨¢gina nosotros".
Uruguay parte con la ventaja an¨ªmica de venir remontando en las ¨²ltimas jornadas, adem¨¢s de ofrecer una imagen de equipo s¨®lido y bien pensado por Tab¨¢rez. Todo lo contrario que su rival. "Argentina no juega a nada", reconoce el m¨¢ximo goleador del Mundial de 1978, el delantero argentino Mario Kempes; "no jug¨® bien ni un partido de la liguilla de clasificaci¨®n. El t¨¦cnico no encuentra al equipo y hay una preocupaci¨®n latente. Creo que el ¨²ltimo partido que ganamos all¨ª fue en 1976, con goles de Luque, Houseman y uno m¨ªo. As¨ª que las perspectivas no son muy halag¨¹e?as".
"Argentina llega confundida", coincide Jes¨²s Mart¨ªnez, defensa argentino de los setenta que jug¨®, sin embargo, con la selecci¨®n espa?ola. "Uruguay est¨¢ mejor posicionada y lo tiene m¨¢s claro. Maradona todav¨ªa estar¨¢ pensando el equipo mientras que Tab¨¢rez lo tiene clar¨ªsimo", agrega.
La idea de Maradona es que Argentina juegue al contragolpe. "El equipo va a ser muy defensivo, con Messi e Higua¨ªn arriba, pero ?qui¨¦n les va a poner la pelota?", se pregunta Kempes, que se lamenta de que el t¨¦cnico se deje presumiblemente en el banquillo a un enganche, Aimar, en beneficio de un volante como Ver¨®n.
"La rivalidad es muy fuerte", abunda Mart¨ªnez; "siempre ha existido la idiosincrasia del jugador uruguayo, la sangre charr¨²a, aunque esta vez se ha juntado la sangre con jugadores de calidad". "Yo no me identifico con ese estereotipo del jugador charr¨²a: duro y con car¨¢cter", se r¨ªe Fonseca, zurdo de clase en su ¨¦poca.
Con capacidad para 76.000 espectadores, el estadio Centenario fue construido para el Mundial de 1930 en el centro de Montevideo, en un pa¨ªs que vivi¨® 75 cl¨¢sicos rioplatenses. En la final de 1930, Uruguay, oro ol¨ªmpico en 1924 y 1928, venci¨® a la albiceleste (4-2). El 20 de julio de 1902, Uruguay y Argentina disputaron su primer partido internacional en el desaparecido campo del Albion F¨²tbol Club, en Montevideo. El volante izquierdo argentino Carlos Edward Dickinson marc¨® a los 16 minutos el primer gol argentino de la historia.
Apenas separados por el R¨ªo de la Plata, 107 a?os m¨¢s tarde se miden de nuevo en el Centenario: el ganador va a Sur¨¢frica; el otro tiene un futuro incierto. Los dioses est¨¢n en apuros.
![Diego Maradona, durante el partido del s¨¢bado pasado entre Argentina y Per¨².](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/57M5P46TPTNERUOWSDEHC7FRGI.jpg?auth=599942895f7049c1926166b7e4442f949ef9821cf808fb2fe2735009bc85c10f&width=414)
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