De la retirada de Irak al repliegue en Kosovo
La decisi¨®n de retirar las tropas espa?olas de Irak provoc¨® una crisis irreversible entre la Administraci¨®n estadounidense de George W. Bush y el Gobierno espa?ol presidido por Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero. Los asuntos militares y la fidelidad de los aliados son sagrados para EE UU, y el anuncio espa?ol supon¨ªa un mal ejemplo para el resto de pa¨ªses con tropas en el campo de batalla iraqu¨ª. Cinco a?os despu¨¦s, el anuncio del repliegue espa?ol en Kosovo provoc¨® el primer tropez¨®n con el reci¨¦n estrenado presidente estadounidense Barack Obama, cuya Administraci¨®n no ocult¨® su disgusto, sobre todo por la forma en que se anunci¨® la decisi¨®n.
Entre ambos episodios, el Gobierno espa?ol no par¨® de trabajar, sin ¨¦xito, con la vista puesta en la foto de Zapatero estrechando la mano de Bush o pisando la escalinata de la Casa Blanca. Incluso lleg¨® a barajarse seriamente un encuentro cuando faltaban nueve meses para el final del mandato del presidente de EE UU: en abril del a?o pasado, coincidiendo con la cumbre de la OTAN en Bucarest.
Todos los esfuerzos diplom¨¢ticos para una reuni¨®n con Bush fracasaron
Pero Bush nunca mostr¨® sinton¨ªa alguna con Zapatero, al contrario de lo que ocurri¨® con Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar (¨¦ste telefone¨® a Bush para "lamentar" la retirada de Irak), con el que s¨ª ten¨ªa una estrecha amistad, y con el que mantuvo relaci¨®n despu¨¦s de que dejara La Moncloa. Durante cinco a?os, los contactos entre el presidente estadounidense y el espa?ol consistieron en breves saludos en foros internacionales. En cambio, Obama ya mantuvo su primera reuni¨®n con Zapatero cuando s¨®lo llevaba nueve semanas como presidente.
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