Zapatero promete a Obama enviar m¨¢s guardias civiles a Afganist¨¢n

Espa?a har¨¢ una "contribuci¨®n importante" a la formaci¨®n de las fuerzas de seguridad afganas a trav¨¦s de la Guardia Civil. As¨ª se lo prometi¨® ayer el jefe del Gobierno espa?ol, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, al presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, durante su primera visita a la Casa Blanca. "Le he transmitido al presidente Obama que siempre estamos dispuestos a hacer el m¨¢ximo esfuerzo para la formaci¨®n de las fuerzas de seguridad", agreg¨® Zapatero, en la breve comparecencia que ambos protagonizaron ante la chimenea del Despacho Oval, bajo un retrato de George Washington flanqueado por bustos de Lincoln y Luther King. Tras subrayar que el compromiso espa?ol en Afganist¨¢n es "firme y s¨®lido", admiti¨® que el env¨ªo de guardias civiles era el ¨²nico "punto nuevo" que Obama hab¨ªa puesto sobre la mesa.

Fue una "intensa jornada de trabajo", dijo el presidente del Gobierno

Zapatero ya anunci¨® en abril pasado que Espa?a mandar¨ªa 40 guardias civiles a Afganist¨¢n dentro de una operaci¨®n con la Gendarmer¨ªa francesa y los Carabinieri italianos (que a¨²n no se ha puesto en marcha), y ya cuenta con una decena de agentes en la misi¨®n policial de la UE. Sin embargo, las necesidades sobre el terreno son muy superiores: la OTAN ha aprobado un plan que requiere 10.000 instructores y est¨¢ presionando a sus socios para que los aporten. Hasta ahora, la creaci¨®n de una polic¨ªa y un ej¨¦rcito afganos capaces de valerse por s¨ª mismos ha sido un fiasco y Obama, que tiene pendiente una petici¨®n para enviar otros 40.000 soldados, sabe que s¨®lo cuando los afganos empiecen a asumir su propia seguridad podr¨¢ atisbarse el final del t¨²nel.

El presidente espa?ol lleg¨® a las 12.03 a la Casa Blanca, donde le recibi¨® su jefa de protocolo. En total, estuvo dentro algo menos de dos horas. Fue una "intensa jornada de di¨¢logo y trabajo", en palabras de Zapatero. Comenz¨® con un almuerzo frugal (de aproximadamente una hora y cuarto de duraci¨®n) entre las dos delegaciones y concluy¨® con un efusivo apret¨®n de manos. Obama y Zapatero dieron muestras de profesarse simpat¨ªa mutua, aunque sin efusiones. Mientras el primero hablaba, el segundo sonre¨ªa y asent¨ªa con la cabeza. Cuando interven¨ªa Zapatero, Obama le escuchaba con gesto atento y le daba alguna palmadita en el brazo. Ambos, sin embargo, ten¨ªan que interrumpir sus palabras para girarse hacia sus traductoras. "Muy bien", le dijo Obama a la suya, en espa?ol, despu¨¦s de que ¨¦sta casi perdiera el aliento con una respuesta.

Los dos mandatarios hablaron de econom¨ªa y seguridad, en palabras de Zapatero, o de seguridad y econom¨ªa, seg¨²n Obama. Pareci¨® que el orden de prioridades fue el indicado por el segundo, quien comenz¨® subrayando el papel de Espa?a como socio de la OTAN y agradeci¨¦ndole su contribuci¨®n en Afganist¨¢n. Aun as¨ª, se acord¨® la creaci¨®n de un foro de colaboraci¨®n econ¨®mica que re¨²na a las principales empresas inversoras de cada pa¨ªs en el otro. Estados Unidos es el primer inversor extranjero en Espa?a y Espa?a el tercero en EE UU, record¨® el presidente Obama, quien subray¨® el liderazgo espa?ol en transporte ferroviario de alta velocidad y energ¨ªas renovables.

El ¨²nico reproche velado, y tal vez ni siquiera consciente, se produjo cuando el presidente estadounidense cit¨® Kosovo entre los asuntos en los que EE UU y Espa?a deber¨¢n cooperar cuando la segunda asuma la presidencia de turno de la Uni¨®n Europea, en el primer semestre de 2010. La negativa espa?ola a reconocer la independencia de Kosovo es pr¨¢cticamente el ¨²nico punto de discrepancia entre la Administraci¨®n dem¨®crata y el Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero en pol¨ªtica exterior.

En contra de lo que se esperaba, Zapatero no hizo p¨²blico el n¨²mero de ex reclusos que est¨¢ dispuesto a acoger en Espa?a para ayudar a Obama a cumplir su compromiso de cerrar en enero pr¨®ximo el penal ilegal de Guant¨¢namo. "Me ha agradecido la posici¨®n espa?ola de acoger presos y estamos concretando", respondi¨® el presidente espa?ol, sin aportar m¨¢s detalles. Espa?a ya ha seleccionado a dos ex presos (un palestino y un yemen¨ª de los casi 50 que EE UU quiere deportar a Europa), pero est¨¢ dispuesta a incluir en la lista alguno m¨¢s si cumple los requisitos exigidos.

Obama destac¨® su coincidencia con Zapatero sobre el conflicto de Oriente Pr¨®ximo, donde, seg¨²n sus palabras, "ha llegado el momento de reiniciar las conversaciones entre palestinos e israel¨ªes para crear dos Estados que vivan juntos en paz y con seguridad" y record¨® que su hu¨¦sped se dispon¨ªa a viajar de inmediato a la regi¨®n (anoche vol¨® a Damasco, Siria, como primera etapa de una gira que le llevar¨¢ tambi¨¦n a Israel, los territorios ocupados, Jordania y L¨ªbano), pero ninguna de las dos delegaciones revel¨® si le hab¨ªa encomendado alguna gesti¨®n. De la espa?ola formaban parte el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel ?ngel Moratinos, y el secretario general de la Presidencia, Bernardino Le¨®n; de la estadounidense, el jefe de Gabinete de Obama, Rahm Emanuel, y el consejero de Seguridad Nacional, el general James Jones.

Zapatero y Obama, en la Casa Blanca