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The Guardian es un gran diario brit¨¢nico. No naci¨® en Londres, sino en Manchester, en 1821, y siempre se ha caracterizado por un esp¨ªritu m¨¢s o menos anticonformista y por una ideolog¨ªa liberal-izquierdista: se estima que el 80% de sus lectores vota al Partido Laborista. Se le atribuye tambi¨¦n una cierta propensi¨®n a cometer erratas tipogr¨¢ficas, de ah¨ª el apodo The Grauniad. En realidad, lo de las erratas es antiguo y est¨¢ bastante superado. Pero si uno busca en Internet The Grauniad, es redirigido a The Guardian: lo de Grauniad lo registraron como marca, por si acaso.

Conviene seguirle la pista a The Guardian. En un sentido estrictamente profesional, suele ir por delante del resto de la prensa, como la mayor¨ªa de los diarios ingleses.

Ayer public¨® una oferta de trabajo para blogueros. The Guardian ofrece un contrato de freelance a un bloguero de Leeds, que deber¨¢ encargarse de la informaci¨®n local en esa ciudad. En el anuncio se precisa que una formaci¨®n period¨ªstica "es deseable, pero no esencial". La idea es extender el experimento a otras ciudades a lo largo del a?o pr¨®ximo. Los blogueros locales del peri¨®dico ser¨¢n tutelados por "la direcci¨®n del proyecto" y "tendr¨¢n acceso" a los recursos de la oficina central del peri¨®dico. No queda claro si esto ¨²ltimo se refiere a los servicios jur¨ªdicos, en caso de pleito, o s¨®lo al servicio de documentaci¨®n.

?Es ¨¦ste el futuro del periodismo? Antes, los peri¨®dicos contrataban periodistas (con formaci¨®n o sin ella) para cubrir las noticias locales. The Guardian, que ha despedido a unos cuantos de sus periodistas locales, opta ahora por blogueros. A¨²n se desconoce si un bloguero cobrar¨¢ m¨¢s, menos o lo mismo que un periodista convencional con sus mismas funciones. Si la diferencia no est¨¢ en el salario, ?d¨®nde est¨¢ la diferencia?

Un blog funciona, se supone, de forma aut¨®noma, sin otra garant¨ªa que la de su autor o autores y sin otro l¨ªmite que el que quiera autoimponerse. Ahora bien, si goza del "apoyo y direcci¨®n" de un peri¨®dico, ?d¨®nde est¨¢ la gracia? Todos sabemos lo que significa, en cualquier empresa, el "apoyo" y la "direcci¨®n" de un jefe. Y sabemos que suele tener la misma ternura que el abrazo de un oso.