Un nuevo enfoque para la seguridad alimentaria
Para 1.000 millones de personas en el mundo, el esfuerzo diario de cultivar, comprar o vender alimentos es el esfuerzo que define su vida. Eso es importante para ellos, y para todos nosotros.
Consideren a una de las peque?as agricultoras del mundo. Vive en una aldea, se levanta antes del alba y camina varios kil¨®metros para recoger agua. Trabaja todo el d¨ªa en un campo, a veces cargando a un beb¨¦ en la espalda. Si la sequ¨ªa, las enfermedades o las pestes no destruyen sus cosechas, quiz¨¢ tenga suficiente para alimentar a su familia y algo para vender. Pero no hay carretera que llegue al mercado m¨¢s cercano y no hay nadie en la aldea que pueda darse el lujo de comprarle sus productos.
La lucha contra el hambre cr¨®nica es una prioridad clave de la pol¨ªtica exterior de Obama
Consideremos a un joven en una ciudad a m¨¢s de 100 kil¨®metros de distancia de esa agricultora. Cobra unos centavos en su trabajo. Va al mercado pero los alimentos all¨ª se est¨¢n pudriendo o los precios est¨¢n fuera de su alcance. La agricultora tiene alimentos extra para vender, y ¨¦l quiere comprarlos. Pero esa transacci¨®n sencilla no puede ocurrir debido a fuerzas complejas m¨¢s all¨¢ de su control.
Hacer frente al desaf¨ªo del hambre mundial est¨¢ en el centro de la "seguridad alimentaria" -facultar a los agricultores del mundo para que siembren y cosechen cultivos abundantes y pesquen o cuiden efectivamente del ganado- y asegurar que lo que producen llega a las personas m¨¢s necesitadas. La seguridad alimentaria representa la convergencia de cuestiones complejas: sequ¨ªas e inundaciones causadas por el cambio clim¨¢tico, altibajos en la econom¨ªa mundial que afectan a los precios de los alimentos y alzas en el precio del petr¨®leo que aumentan los costes de transporte. La seguridad alimentaria tambi¨¦n es seguridad nacional. El hambre cr¨®nica amenaza la estabilidad de los gobiernos y las sociedades. Las personas que no tienen nada para comer o est¨¢n desnutridas y no pueden cuidar de sus familias sienten una desesperanza que puede llevar a la tensi¨®n, los conflictos, e incluso a la violencia. Desde 2007, se han producido disturbios a causa de los alimentos en m¨¢s de 60 pa¨ªses.
Los fracasos de la agricultura en muchas regiones del mundo tienen un impacto poderoso en la econom¨ªa mundial. La agricultura es la ¨²nica o la principal fuente de ingresos para m¨¢s de tres cuartas partes de los pobres del mundo. Cuando tantos trabajan arduamente cada d¨ªa pero no pueden salir adelante es el mundo entero el que no progresa.
La Administraci¨®n Obama considera el hambre cr¨®nica como una prioridad clave de nuestra pol¨ªtica exterior. Otros pa¨ªses se nos unen en este esfuerzo. Las principales naciones industrializadas han comprometido m¨¢s de 22.000 millones de d¨®lares durante m¨¢s de tres a?os para impulsar el crecimiento econ¨®mico de la agricultura. El 26 de septiembre, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y yo organizamos una reuni¨®n de l¨ªderes de m¨¢s de 130 pa¨ªses para lograr apoyo internacional.
Nuestro enfoque se basar¨¢ en nuestra experiencia. Hemos empleado demasiados a?os y dinero en proyectos de desarrollo que no han rendido resultados duraderos, pero hemos aprendido de estos esfuerzos. Ahora sabemos que las estrategias m¨¢s efectivas surgen de quienes se encuentran m¨¢s cerca de los problemas, no de las instituciones o gobiernos extranjeros a miles de kil¨®metros de distancia. Sabemos que el desarrollo funciona mejor cuando se percibe como una inversi¨®n, no como una ayuda.
Teniendo en cuenta esas lecciones, nuestra iniciativa de seguridad alimentaria se guiar¨¢ por cinco principios.
Primero, no hay un modelo que sirva para todos. As¨ª que trabajaremos con pa¨ªses socios para crear y aplicar sus planes.
Segundo, atenderemos las causas fundamentales del hambre al invertir en todo, desde mejores semillas hasta seguros para peque?os agricultores. Es cr¨ªtico que nuestras inversiones en agricultura apoyen la ambici¨®n y perseverancia de las mujeres agricultoras.
Tercero, ninguna entidad puede erradicar el hambre por s¨ª sola. Pero si los interesados trabajan juntos -coordinando a nivel nacional, regional y mundial- nuestro impacto puede multiplicarse.
Cuarto, apoyaremos a las instituciones multilaterales que tienen el alcance y los recursos que se extienden m¨¢s all¨¢ de cualquier pa¨ªs.
Por ¨²ltimo, prometemos compromiso y responsabilidad a largo plazo. Para demostrarlo, invertiremos en instrumentos de vigilancia y evaluaci¨®n que permitan que el p¨²blico vea lo que hemos hecho.
Este esfuerzo puede alargarse durante a?os, incluso d¨¦cadas, antes de que lleguemos a la meta, pero ofrecemos todos nuestros recursos y energ¨ªa. Mientras realizamos este esfuerzo, mantendremos nuestro compromiso profundo a la ayuda alimentaria de emergencia, para responder al urgente llamamiento de socorro cuando ocurran tragedias y desastres, como sucede ahora en el Cuerno de ?frica, donde la sequ¨ªa, fracasos en las cosechas y la guerra civil han causado la peor crisis en 18 a?os.
Revitalizar la agricultura mundial no ser¨¢ f¨¢cil. En realidad, es uno de los esfuerzos de diplomacia y desarrollo m¨¢s ambiciosos y completos que nuestro pa¨ªs haya emprendido jam¨¢s, pero puede hacerse y vale la pena hacerse. Y si tenemos ¨¦xito, nuestro futuro ser¨¢ m¨¢s pr¨®spero y m¨¢s pac¨ªfico que nuestro pasado.
Hillary Rodham Clinton es secretaria de Estado del Gobierno de Estados Unidos.
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