'Performance' permanente

La historia est¨¢ llena de casos de artistas que no han logrado el reconocimiento ni en vida ni despu¨¦s de muertos. En el caso de las mujeres, todo empeora. Sophie Taeuber-Arp (Davos, 1889-Z¨²rich, 1943) es recordada m¨¢s por su marido, Jean Arp, que por su prol¨ªfica y modern¨ªsima obra. Su car¨¢cter t¨ªmido y apocado tampoco contribuy¨® a su popularidad pese a formar parte de ese grupo de mujeres preparadas y rompedoras que sobresalieron en la Europa de las d¨¦cadas de los a?os veinte y treinta. Fue una de aquellas mujeres pioneras del feminismo y dispuestas a cambiarlo todo. Lo cierto es que Sophie Taeuber-Arp se aventur¨® en todas las formas de expresi¨®n art¨ªstica con la audacia de quien vive de espaldas a los moldes establecidos. Vinculada a momentos fundamentales del nacimiento de las vanguardias, se movi¨® como una virtuosa funambulista entre el dada¨ªsmo y el constructivismo. Su obra se ha podido ver en muestras colectivas, pero hasta ahora no hab¨ªa sido objeto de una retrospectiva. El Museo Picasso M¨¢laga muestra a partir del d¨ªa 19 una gran exposici¨®n en la que se podr¨¢ llegar a la esencia de una obra tan moderna como radical.

Nadie como ella supo conciliar las contradicciones sobre las que se construy¨® la modernidad, explica Estrella de Diego

Estrella de Diego, historiadora y cr¨ªtica, conocedora como pocos del papel desempe?ado por las mujeres en la historia del arte, ha comisariado esta exposici¨®n. Para Sophie Taeuber ha creado una especie de l¨ªnea de danza que sirve para recorrer los mundos de esta artista a trav¨¦s de m¨¢s de ciento treinta piezas entre pinturas, dibujos, collages, textiles, marionetas, planos, maquetas, fotograf¨ªas, esculturas y muebles.

La timidez y su tendencia al ensimismamiento no la aislaron, sin embargo, del mundo en el que viv¨ªa. Su af¨¢n de cambiar la sociedad le sirvi¨® para ejercer de im¨¢n frente a los grandes artistas de la ¨¦poca. Pero su entrada en la gran sociedad art¨ªstica no se produjo hasta que conoci¨® a Jean Arp en Z¨²rich, en 1915, ya con 26 a?os. Ella era profesora de Artes y una gran bailarina de danza expresiva, formada por el core¨®grafo h¨²ngaro Rudolf Laban. El baile es, de hecho, una de las actividades determinantes en la vida y obra de Sophie. Arp era ya entonces un artista reconocido e influyente. Hab¨ªa participado en la segunda exposici¨®n del grupo Blaue Reiter de M¨²nich. Durante la Primera Guerra Mundial trabaj¨® con Max Ernst en Colonia y despu¨¦s pas¨® a formar parte del c¨ªrculo parisiense de Modigliani, Picasso, Max Jacob y Apollinaire. Es decir, que los dos se encuentran cuando ya desempe?an un importante papel en el mundo art¨ªstico de la primera mitad del siglo XX.

Aunque no se casaron hasta 1922, Sophie y Jean empezaron a realizar proyectos conjuntamente nada m¨¢s conocerse. Instalaron su cuartel general dentro del grupo dad¨¢ de Z¨²rich. La mano de los dos se plasma durante esos primeros a?os de convivencia en numerosas obras dada¨ªstas y constructivistas. A partir de 1927, la pareja abandona Suiza y se instala en Meudon, cerca de Par¨ªs, una localidad que se convertir¨ªa en sede de sus actividades creativas y punto de encuentro con otros artistas clave de esta ¨¦poca como Sonia Delaunay o Alberto Magnelli. Todos ellos formaron una peculiar colonia de artistas que se mantuvo en activo hasta 1943.

Sophie Taeuber-Arp no es una artista popular, pero siempre fue una creadora de culto. El artista alem¨¢n Hugo Ball dijo de ella: "Todo alrededor de Taeuber es luminosidad de sol y el milagro que reemplaza a la tradici¨®n. Est¨¢ llena de invenci¨®n, de capricho y de extravagancia". Con la misma fascinaci¨®n han hablado artistas contempor¨¢neos y posteriores. ?Cu¨¢l es el inter¨¦s de reivindicar todav¨ªa la obra de Sophie Taeuber-Arp? Estrella de Diego explica que nadie como ella supo conciliar las contradicciones sobre las que se construy¨® la modernidad: figuraci¨®n y abstracci¨®n, dada¨ªsmo y abstracci¨®n geom¨¦trica, desorden y armon¨ªa, arte y artesan¨ªa. "Su asombrosa aportaci¨®n consiste en terminar con los enfrentamientos entre las diferentes formas de concebir el arte y entre sus soportes. No olvidemos que con ella no exist¨ªan las artes menores. Sus tapices, trajes o muebles ten¨ªan el mismo tratamiento que sus cuadros o esculturas. ?Por qu¨¦ un figurativo no puede ser abstracto?, ?por qu¨¦ trabajar con arpillera es menos noble que hacerlo con el lienzo? Ella acaba con esos enfrentamientos y, lo m¨¢s importante, logra que su punto de vista sea entendido por su entorno. De hecho, ella lo concilia todo: arquitectura, baile, fotograf¨ªa...".

El que su nombre no goce del relumbr¨®n que otros artistas tienen y que ella merecer¨ªa se debe, seg¨²n la comisaria, a que fue la mujer de Jean Arp. "Esto le fue en su contra. Ella investigaba, experimentaba sin parar. Por ejemplo, jugaba con las composiciones geom¨¦tricas que luego tanto se aplaudieron en Mondrian y muchos cre¨ªan que ella copiaba. Pero hay que ser justos y reconocer que fue valorada tanto por su marido como por sus contempor¨¢neos. Es despu¨¦s cuando los historiadores de arte y los museos no se interesan por ella. Su nombre queda para un c¨ªrculo reducido aunque incondicional".

Advierte Estrella de Diego que es cierto que su marido la introduce en el c¨ªrculo dad¨¢, pero que ya ella hac¨ªa cosas por su cuenta: se atrev¨ªa con dise?os de trajes, proyectaba cocinas compactas que entonces no exist¨ªan. Era polifac¨¦tica y d¨²ctil. ?Se le reconocer¨¢ su lugar? "Es muy dif¨ªcil, porque habr¨ªa que reescribir muchos cap¨ªtulos de la historia del Arte. En el caso de Sophie, hay muchas zonas oscuras. De todas formas, siempre se est¨¢ a tiempo".

El objetivo de la exposici¨®n es contar qui¨¦n fue Sophie Taeuber al margen de Jean Arp. No se ha tratado de enfrentarlos ni de ver qui¨¦n era m¨¢s importante. Lo que se muestra es cu¨¢les fueron sus aportaciones e incluso se puede ver en qu¨¦ medida ella influy¨® sobre la obra de su marido y sobre los dada¨ªstas. Es una obra desarrollada en los m¨¢rgenes de la historia y ¨¦se es el gran reto a la hora de montar una muestra de estas caracter¨ªsticas.

Estrella de Diego ha organizado la exposici¨®n Sophie Taeuber-Arp. Caminos de vanguardia en torno a tres secciones. La primera es Ritmos quebrados y aqu¨ª se indaga en el primer periodo de su trabajo, el momento en el que conviven de una forma abierta dad¨¢ y constructivismo. Est¨¢n las composiciones geom¨¦tricas que ella creaba sobre el lienzo, el tapiz o las telas. Hay abstractas pero tambi¨¦n hay figuraci¨®n, formas reconocibles. Es una manera de entender el arte que despu¨¦s, en los cincuenta y sesenta desarrollar¨ªan artistas latinoamericanos como Lygia Clark y Helio Oiticica. El uruguayo Joaqu¨ªn Torres Garc¨ªa dec¨ªa que la tarea del artista era mantener un orden desde lo particular a lo universal, desde los sentidos hasta las ideas, aunque sin abdicar de las alusiones figurativas de la manera innegociable con que lo hac¨ªa Mondrian, por ejemplo.

La segunda parte, Habitar espacios, detalla sus aportaciones al dise?o de interiores y a la arquitectura. Aqu¨ª desarrolla trabajos de inspiraci¨®n industrial. Los tapices, las marionetas, los floreros, las sillas son ¨²nicos y a la vez repetitivos. Por ¨²ltimo, Geometr¨ªas vivas se centra en las construcciones geometrizantes propiamente dichas, siempre imbuidas de su pasi¨®n por la integraci¨®n de opuestos. Todo ello impregnado de la pasi¨®n que marc¨® toda su vida y obra: la danza. El movimiento del cuerpo determina cada una de sus piezas. El baile es una met¨¢fora para explicar que la fusi¨®n entre mundos aparentemente opuestos es posible.

Muri¨® a causa de un accidente tan absurdo como casi todos. Ocurri¨® durante una visita secreta a casa de unos amigos, en Suiza. La mala combusti¨®n de una estufa acab¨® con su vida.

Sophie Taeuber-Arp. Caminos de vanguardia. Museo Picasso M¨¢laga. Del 19 de octubre al 24 de enero de 2010. www.museopicassomalaga.org/