El hombre que pescaba cangrejos en Daimiel
Julio Escuderos, memoria del humedal manchego, pena el desastre ecol¨®gico
Si alguien de otro continente que no conociera la historia de La Mancha h¨²meda aterrizara por casualidad en la casa de Julio Escuderos no creer¨ªa ni una palabra de lo que dice. La casa, blanca, de una sola planta, peque?a, modesta, est¨¢ situada en el Parque Nacional de las Tablas de Daimiel, en Ciudad Real. Se encuentra en medio de un secarral, en una zona que se alza un poco respecto al resto. La vegetaci¨®n lo tapa todo. Pero Julio da fe de que esto no era as¨ª y de que no deber¨ªa serlo. "Esto era una maravilla", se?ala el terreno yermo: "La laguna llegaba hasta esta pared de la casa y sal¨ªamos en barca casi desde la puerta. Todo estaba lleno de agua, cangrejo del bueno, del de aqu¨ª, carpas y lucios. Hab¨ªa ojillos por los que sal¨ªa el agua en todas partes. Y cuando ¨ªbamos con el carburo a pescar de noche beb¨ªamos directamente del Guadiana".
"La laguna llegaba hasta la casa y sal¨ªamos en barca desde la puerta"
Ahora, la turba arde bajo el suelo a la espera de un caudal que lo inunde todo
Julio es el ¨²ltimo pescador de las Tablas de Daimiel. A sus 81 a?os se ha convertido en el testigo vivo del desastre colectivo que suponen la desecaci¨®n de las lagunas y, desde agosto, el incendio subterr¨¢neo que corroe las entra?as del parque.
Ahora, la barca verde de quilla plana con la que se mov¨ªa entre la masiega est¨¢ recostada en la pared de la cochera. "Ten¨ªa dos. Esta me la hizo un carpintero de Daimiel, que en paz descanse". Ya es s¨®lo un adorno que empieza a descascarillarse. ?De qu¨¦ sirve una barca en tierra seca?
El parque nacional tiene 1.600 hect¨¢reas inundables y s¨®lo 10 est¨¢n encharcadas. Y gracias a dos pozos que extraen agua del acu¨ªfero para enga?ar la mirada del turista. Daimiel es, en teor¨ªa, una de las 17 joyas de la naturaleza espa?ola.
La historia de las Tablas comenz¨® a torcerse hace d¨¦cadas. "En los setenta ya vi yo que esto no iba bien. Trajeron las m¨¢quinas para desecar el Guadiana. Perdone, pero yo hablo del Guadiana, no del parque, que vino despu¨¦s", aclara. Franco lanz¨® un plan en 1956 para desecar La Mancha H¨²meda y convertirla en regad¨ªos. "Cavaron canales, tiraron los molinos y el agua ya corr¨ªa como una flecha".
En el libro La Espa?a inexplorada, Abel Chapman y Walter J. Buck, dos cazadores brit¨¢nicos que recorrieron el pa¨ªs, ya describen c¨®mo la familia Escuderos, padre y abuelo de Julio, guardaba las Tablas de los bandoleros y proteg¨ªan la caza. Junto a los Garc¨ªa Consuegra forman la memoria del parque.
En aquel lugar rebosaba el acu¨ªfero 23 y se juntaba con las aguas del Guadiana y el Cig¨¹ela. En 1973 ya eran parque nacional y desde entonces la UE y la Unesco han reconocido su valor como humedal. "Aqu¨ª sac¨¢bamos m¨¢s de 7.000 kilos de cangrejo y viv¨ªa mucha gente. Era una mina de oro hasta que llegaron los pivots", el sistema de riego por aspersi¨®n que invade la zona.
Las Tablas se secaron en los ochenta y en los noventa. Y siempre se recuperaron. Pero esta vez puede ser distinto. "La gente cree que esta vez tambi¨¦n se van a recuperar. Pero antes hab¨ªa agua a muy pocos metros de profundidad", explica Luis Moreno, del Instituto Geol¨®gico y Minero de Espa?a. Ahora, bajo las Tablas, el acu¨ªfero est¨¢ a 26 metros y en otras partes mucho m¨¢s profundo. El d¨¦ficit acumulado es de 3.000 hect¨®metros (como tres veces el derogado trasvase del Ebro).
Conforme el agua bajaba, los pescadores se fueron yendo. S¨®lo qued¨® Julio, que acab¨® contratado por el parque. "Otros ten¨ªan menos ma?a con las carpas y los barbos, pero a m¨ª me gustaba, y no me fui". Se pone malo con el regad¨ªo que roba el agua: "Vivo penando y siempre penando".
Tras cinco a?os sin agua, el parque ha dado un nuevo salto hacia el abismo. La turba del subsuelo acumulada en 300.000 a?os ha entrado en autocombusti¨®n, algo que s¨®lo ocurre en casos de extrema sequ¨ªa. El fen¨®meno era habitual fuera del parque, en el cauce seco del Guadiana, donde se ven las fumarolas y los carteles avisan del peligro de la turba ardiendo. Un incendio en agosto en superficie pas¨® a la turba. Los agujeros del suelo lanzan humo de forma irregular. Uno puede estar en la superficie y no sentir calor, pero al acercar la mano a los huecos hay que retirarla inmediatamente por la elevada temperatura que desprende.
Dentro del parque, una pala mec¨¢nica chafa el terreno para ahogar el ox¨ªgeno que alimenta las brasas y dos sondeos de emergencia lanzan agua sobre el terreno. Todo es in¨²til ante un incendio subterr¨¢neo como este. S¨®lo inundar el parque lo sofocar¨ªa. Algo que el Ejecutivo espera conseguir en enero con un trasvase de emergencia desde el Tajo, tras acelerar las obras de la tuber¨ªa de la llanura manchega (un trasvase del Tajo al Guadiana para abastecimiento). Julio es esc¨¦ptico. Lleva a?os escuchando planes y m¨¢s planes. Alza las cejas: "Si traen agua esto se recupera. Pero si la traen ser¨¢ para los pivots".
Los agricultores se defienden atacando. Jos¨¦ Mar¨ªa Fresneda, secretario de Asaja en la regi¨®n, admite que "las Tablas se est¨¢n cociendo por dentro" pero niega la responsabilidad. "Hab¨ªa un plan, el del Alto Guadiana, que pactamos 2007 y que el Gobierno est¨¢ incumpliendo. Sin ese plan no se pueden recuperar las Tablas y va a haber un conflicto social". El plan, de 3.000 millones durante 20 a?os, contemplaba enormes partidas para comprar derechos de agua a los regantes para que cambiaran de cultivos. Pero el Gobierno considera que los 150 millones anunciados para 2010 son excesivos y que de nada servir¨ªan si la Junta de Castilla-La Mancha no impulsa la reconversi¨®n agr¨ªcola. La comunidad, por su parte, exige al ministerio que acelere la inversi¨®n en el plan. Los regantes critican al ministerio y los ecologistas, a la comunidad. Y el Guadiana sigue seco.
Daimiel es el Mar de Aral espa?ol. Si en la antigua URSS fue el cultivo del algod¨®n en Uzbekist¨¢n y Kazajist¨¢n lo que sec¨® la inmensa laguna, aqu¨ª han sido los pivots. La historia se repite y se repetir¨¢. En unos a?os habr¨¢ un reportaje como este sobre Do?ana (Huelva) donde el cultivo de la fresa amenaza las lagunas del parque nacional. All¨ª habr¨¢ otro Julio que recuerde lo que fue.
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