El pantal¨®n que naci¨® a pedales

Como casi todas las ideas susceptibles de cosechar un ¨¦xito global, Outlier naci¨® de una necesidad personal. Tyler Clemens y Abe Burmeister eran dos neoyorquinos m¨¢s tratando de negociar las intransitables calles de Nueva York a bordo de sus bicicletas. Pero, a diferencia de otros miles de ciudadanos, sus preocupaciones no se quedaban s¨®lo en c¨®mo neutralizar la ira de los taxistas, las inclemencias del tiempo, el deteriorado asfalto de Manhattan o la nula comprensi¨®n de transe¨²ntes y autoridades: "Nos preocupaba la total falta de ropa a la moda y de calidad adaptada a un mundo en el que cada d¨ªa m¨¢s gente utiliza la bicicleta como medio de transporte. Quer¨ªamos producir la ropa que busc¨¢bamos y no encontr¨¢bamos".

Sin saber absolutamente nada del mundo de la moda, se lanzaron a producir las primeras piezas el pasado mes de julio. Como explica Burmeister, la esencia de Outlier se empez¨® a desarrollar alrededor de tres principios de las leyes de la f¨ªsica, la meteorolog¨ªa y la est¨¦tica. "El primero es el movimiento que se produce al pedalear, que provoca mucha fricci¨®n en algunas zonas de la prenda. Debes poder moverte libremente sin que se te caigan los pantalones. El segundo es el l¨ªquido: nuestra ropa debe soportar tanto el sudor como la lluvia. Por ¨²ltimo, est¨¢ el tema de la movilidad social. El hecho de que circules en bicicleta no es algo que debas expresar con tu vestimenta. Debes poder ir a cualquier sitio en cualquier momento y no desentonar. Con esta ropa puedes ir a un club nocturno, a un restaurante e incluso llegar en bicicleta a una boda".

En la actualidad, Outlier produce gorras, pantalones, shorts y camisetas. Cada prenda tarda, como m¨ªnimo, cinco semanas en ser producida. Trabajan con materiales tra¨ªdos de los m¨¢s rec¨®nditos lugares del planeta y han logrado por fin darle un sentido al concepto de tejido tecnol¨®gico, trascendiendo la tragedia de vestirse como un astronauta o como un anuncio andante sobre las bondades del reciclaje. Lo que ellos llaman el tratamiento lotus, un ejercicio de nanotecnolog¨ªa que se aplica sobre el tejido creando unos surcos invisibles que trabajan como reflectantes ante cualquier l¨ªquido, permite que sus prendas no se manchen jam¨¢s. Sus creaciones se pueden llevar, como anuncian, 360 d¨ªas al a?o.

La compa?¨ªa, que s¨®lo vende sus productos a trav¨¦s de la web y en cuatro tiendas (tres en Nueva York y una en Tokio), no tiene intenci¨®n, por el momento, de convertirse en firma global. La aparici¨®n del modelo del pantal¨®n Workwear ha creado un peque?o revuelo dentro de la industria. Podr¨ªamos estar, dicen, ante el tejido que deje obsoleto al omnipresente e inmortal tejano. Desde Outlier se muestran prudentes y respetuosos con el jean, un tejido que, afirman, jam¨¢s desaparecer¨¢, pero no pueden evitar recordarnos que lo que ellos hacen es "mejor que el tejano". "Son m¨¢s c¨®modos, duran m¨¢s, permiten una mayor movilidad y pueden incluso tener mejor aspecto". Como todas las grandes revoluciones, ¨¦sta tal vez no llegue jam¨¢s a triunfar, pero, si lo hace, recuerden que naci¨® simplemente con la intenci¨®n de que pudieran ir en bicicleta a la boda de su mejor amigo.