Amnesia antiabortista

Decenas de miles de ciudadanos se echaron ayer a la calle para protestar contra la reforma de la ley del aborto. Las 42 asociaciones convocantes exhibieron m¨²sculo en Madrid al lograr una notable movilizaci¨®n, a la que, tras jalearla, a ¨²ltima hora se apunt¨® una representaci¨®n del Partido Popular m¨¢s importante de la anunciada.

La protesta evidenci¨® una vez m¨¢s que en este pa¨ªs sigue habiendo un porcentaje no desde?able de ciudadanos que rechaza sin paliativos la interrupci¨®n voluntaria del embarazo, y que est¨¢n dispuestos a salir a la calle para defender sus convicciones e intentar que el debate sobre el aborto regrese cada cierto tiempo a la casilla de salida, exigiendo en el fondo la abolici¨®n de la ley en vigor. La justificaci¨®n de la protesta era que, desde el punto de vista de los organizadores, la reforma legal en curso facilita el aborto al consagrarlo como un derecho, adem¨¢s de autorizar a las j¨®venes de 16 y 17 a?os a interrumpir el embarazo sin permiso paterno. Pero la modificaci¨®n de la ley no es sino un pretexto, pues las entidades convocantes no ocultan que su objetivo ¨²ltimo es la derogaci¨®n de la ley en vigor para que el aborto sea, como hasta hace un cuarto de siglo, una actividad proscrita, y por tanto clandestina.

Por eso llama la atenci¨®n la masiva presencia en la marcha de dirigentes del PP, que durante ocho a?os rigieron el destino del pa¨ªs sin que jam¨¢s plantearan una reforma legal de este calado. De tama?o ejercicio de amnesia participaron ayer el ex presidente Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, los ex ministros Jaime Mayor Oreja y Esperanza Aguirre y la ex subsecretaria de Interior Mar¨ªa Dolores de Cospedal, cuya presencia en la manifestaci¨®n, en su condici¨®n de secretaria general del PP, constituye un claro gui?o de Mariano Rajoy al segmento m¨¢s ultraconservador de su electorado. Pero la experiencia demuestra que el furor antiabortista de los populares ser¨¢ pasajero: la pasada legislatura los populares se manifestaron contra la ley que autoriza los matrimonios homosexuales y la impugnaron ante el Tribunal Constitucional, pero en la campa?a, para no espantar al electorado de centro, Rajoy descart¨® derogarla.

La reforma que el Congreso debatir¨¢ en breve homologa nuestra legislaci¨®n con la de buena parte de las democracias de nuestro entorno, y aporta garant¨ªas jur¨ªdicas a la mujer para que decida libremente sobre su maternidad. La actual despenalizaci¨®n, y en particular el supuesto del "riesgo psicol¨®gico" para la madre, ha permitido sin duda algunos excesos. Pero tambi¨¦n ha dado pie a montajes tan bochornosos como el urdido por varios guardias civiles contra la cl¨ªnica Isadora de Madrid, que culmin¨® con la identificaci¨®n y persecuci¨®n de las mujeres que se hab¨ªan sometido a la interrupci¨®n voluntaria del embarazo en ese centro privado. Ha sido, como concluye el juez al archivar la causa, una persecuci¨®n "inquisitorial" con fines "publicitarios e intimidatorios". Porque la actual normativa deja la puerta abierta a la criminalizaci¨®n de las mujeres; algo que debe terminar cuanto antes.