La tr¨¢nsfuga socialista se hace con la alcald¨ªa de Silleda entre protestas vecinales

Y eso que la alcaldesa saliente, la socialista Paula Fern¨¢ndez Pena, lo advirti¨® en su ¨²ltima apelaci¨®n al pleno antes de entregar el bast¨®n de mando: "Si no siguen adelante", dijo a los concejales , "se ir¨¢n entre reconocimientos, si votan a favor, ser¨¢n los siete ciudadanos m¨¢s indignos de Silleda". A la hora de la votaci¨®n, no hubo fisuras porque en este pueblo pontevedr¨¦s el relevo del gobierno local llevaba muchas semanas bien atado.

Los siete ediles no adscritos, dos que abandonaron el PSOE y cinco que lo fueron del PP -frente a cuatro socialistas y uno del BNG- votaron la moci¨®n de censura y entregaron el bast¨®n de mando a la tr¨¢nsfuga socialista, Ofelia Rey, entre v¨ªtores de una docena de j¨®venes de Nuevas Generaciones, que acudieron al Ayuntamiento, "a titulo personal, seg¨²n explic¨® luego su presidenta, Bel¨¦n Seco. No hubo m¨¢s representantes del PP en la sala, puesto que el ¨²nico concejal que conserva su militancia en ese partido, Manuel Mato, disconforme con la maniobra, evit¨® el mal rato y no se present¨® en el ayuntamiento.

J¨®venes de Nuevas Generaciones jalean a los tr¨¢nsfugas, "a t¨ªtulo personal"

Tampoco estuvo el presidente de la Diputaci¨®n y del PP en Pontevedra, Rafael Louz¨¢n, a quien aludi¨® directamente Paula Fern¨¢ndez. "Aqu¨ª no est¨¢n todos los que son, el mayor beneficiado de esto no est¨¢ sentado aqu¨ª, sino en el Pazo de la Diputaci¨®n, ¨¦l no vino a pasar este mal trago. Son mu?ecos rotos en sus manos", dijo a los concejales, mientras el auditorio, 150 simpatizantes del gobierno socialista, entre ellos cargos de la direcci¨®n del PSdeG, como el responsable de organizaci¨®n, Pablo Garc¨ªa, o la portavoz, Mar Barc¨®n, coreaba c¨¢nticos a favor de la alcaldesa.

Su sucesora, la tr¨¢nsfuga socialista Ofelia Rey, no tuvo tanta suerte con el p¨²blico, que la interrumpi¨® en numerosas ocasiones, mientras le¨ªa una declaraci¨®n sobre lo "muy meditada" que estaba una decisi¨®n encaminada a "acabar con la inestabilidad y la mala gesti¨®n" del gobierno municipal de Silleda, que ella misma hab¨ªa abandonado hace meses sin entregar su acta de concejal. Rey habl¨® de la "dictadura de tres concejales" socialistas -el cuarto, Gerardo L¨¢zaro no tiene competencias y aunque vot¨® contra la moci¨®n, es obvio que sintoniza m¨¢s con los tr¨¢nsfugas- y tom¨® prestado el lema de los movimientos antiglobalizaci¨®n para proclamar que "otra Silleda es posible". Rey prometi¨® "trabajar con di¨¢logo y transparencia y recuperar el di¨¢logo con la calle".

No era el d¨ªa. Ayer, la calle, centenares de vecinos a quien la polic¨ªa local no dej¨® acceder al pleno por razones de seguridad, s¨®lo le devolvi¨® insultos y reproches. "Corrupta, ladrona, vendida", fueron los m¨¢s significativos. Una vez nombrada, la nueva alcaldesa debut¨® con una llamada a la Delegaci¨®n del Gobierno para pedir que la Guardia Civil desalojase la Casa da Cultura que acog¨ªa el pleno. Tras una hora y 45 minutos recluida junto a sus compa?eros, s¨®lo sali¨® del edificio cuando los agentes, provistos de escudos, le flanquearon la salida por la puerta de atr¨¢s.