El D¨ªa de Euskadi
Este domingo 25 de octubre se cumple el trig¨¦simo aniversario de la aprobaci¨®n en refer¨¦ndum del Estatuto de Gernika por la ciudadan¨ªa vasca. Tras negarse a celebrarlo los Gobiernos de Ibarretxe en el ¨²ltimo decenio, el Gobierno socialista de Patxi L¨®pez ha decidido no s¨®lo conmemorar dicha efem¨¦ride, sino tambi¨¦n convertirla en adelante en la fiesta oficial de la Comunidad Aut¨®noma del Pa¨ªs Vasco.
La singularidad de Euskadi se manifiesta en el hecho de que es la ¨²nica de las 17 comunidades aut¨®nomas de Espa?a que carece de festividad oficial. En la d¨¦cada de 1980, la hegemon¨ªa alcanzada por el PNV le permiti¨® aprobar en el Parlamento vasco su himno como el oficial de Euskadi; en cambio, no hizo del Aberri Eguna (D¨ªa de la Patria Vasca) la fiesta de esta comunidad. En esto Euskadi difiere de Catalu?a y Galicia, cuyas fiestas nacionalistas (la Diada y el D¨ªa de Galicia) se han transformado en las fiestas de sus comunidades, celebradas por sus Gobiernos aut¨®nomos y las fuerzas pol¨ªticas, tanto nacionalistas como no nacionalistas.
Se cumplen 30 a?os del Estatuto. Patxi L¨®pez desea que la efem¨¦ride sea la fiesta oficial vasca
Hoy confluyen en Euskadi autonom¨ªa, foralidad y r¨¦gimen fiscal concertado
Si no ha sucedido as¨ª con el Aberri Eguna se debe a su marcado origen partidista: el PNV lo organiz¨® por primera vez en 1932 para conmemorar el cincuentenario del descubrimiento del nacionalismo por el joven Sabino Arana un d¨ªa indeterminado de 1882, y sus dirigentes de la ¨¦poca lo hicieron coincidir con la festividad cristiana de la Pascua de Resurrecci¨®n como contrapunto a la pol¨ªtica laicista del Gobierno republicano-socialista de Aza?a, que acababa de disolver la Compa?¨ªa de Jes¨²s. Por eso, el Aberri Eguna naci¨® en 1932 como una fiesta pol¨ªtico-religiosa del PNV, cuyos actos principales fueron una misa solemne y una multitudinaria manifestaci¨®n en Bilbao hasta la casa natal de Sabino Arana, convertida en la sede principal de dicho partido.
Aunque durante la dictadura de Franco y en los primeros a?os de la Transici¨®n se sumaron a su celebraci¨®n otras fuerzas nacionalistas y de izquierdas vascas, ya sin la impronta religiosa que tuvo en los a?os republicanos, desde 1980 el Aberri Eguna pas¨® a ser la fiesta exclusiva de los nacionalistas, caracterizada por la reivindicaci¨®n pol¨ªtica de sus aspiraciones maximalistas, siendo inaceptable para los partidos constitucionalistas. ?stos propusieron en 1997 en el Parlamento de Vitoria que el 25 de octubre fuese la fiesta oficial de la Comunidad Aut¨®noma Vasca, pero el PNV se opuso a ello.
Sin embargo, el 25 de octubre es una fecha relevante en la historia de Euskadi, no s¨®lo por ser el d¨ªa del refer¨¦ndum auton¨®mico de 1979, sino tambi¨¦n por la famosa y controvertida Ley del 25 de octubre de 1839, queconfirm¨® los Fueros vascos y navarros "sin perjuicio de la unidad constitucional de la Monarqu¨ªa".
A finales del siglo XIX Sabino Arana consider¨® esa ley el final de la independencia milenaria de Euskadi conforme a su invenci¨®n de la historia vasca, que era una parte sustancial de su doctrina nacionalista. Por ello, desde el manifiesto de 1906 hasta la Transici¨®n, el PNV hizo de la abolici¨®n de la Ley de 1839 su meta pol¨ªtica.
A pesar de haber sido derogada por la Constituci¨®n espa?ola de 1978, dicha ley ha continuado siendo una referencia hist¨®rica clave para el PNV, que mantiene la tesis aranista de que acab¨® con los Fueros. As¨ª lo sostuvo el ex lehendakari Ibarretxe, quien por ello aprob¨® su plan soberanista el 25 de octubre de 2003 e intent¨® celebrar su fallida consulta popular el 25 de octubre del a?o pasado.
As¨ª pues, el PNV tiene tambi¨¦n motivos para conmemorar el 25 de octubre, aunque prefiera recordar la mitificaci¨®n historicista de los Fueros que la aprobaci¨®n del Estatuto de Gernika, origen de la autonom¨ªa vigente. Adem¨¢s, dicho Estatuto supuso la restauraci¨®n de las instituciones forales, abolidas por C¨¢novas en 1877, y la recuperaci¨®n del Concierto econ¨®mico de Guip¨²zcoa y Vizcaya, derogado por Franco en 1937.
La etapa actual es la ¨²nica en la historia de Euskadi en la que han confluido la autonom¨ªa, la foralidad y el r¨¦gimen fiscal concertado.
Por todo ello, resulta una contradicci¨®n dif¨ªcil de comprender que el PNV siga mitificando los Fueros y sacralizando el Concierto (cuyo origen hist¨®rico fue un mero decreto de C¨¢novas en 1878), mientras minusvalora el Estatuto de Gernika, llegando incluso a menospreciarlo como una "carta otorgada" (Joseba Egibar), a pesar de haber sido su principal art¨ªfice en 1979 y su gran beneficiario durante los 29 a?os que ha gobernado la Comunidad Aut¨®noma Vasca. Su escasa valoraci¨®n del Estatuto, sobre todo durante la d¨¦cada de Ibarretxe, ha impedido dotarle de una mayor legitimaci¨®n en la sociedad vasca y con ello el PNV ha dado argumentos al abertzalismo radical y violento, enemigo de la autonom¨ªa y de la democracia.
Desde una perspectiva hist¨®rica no cabe cuestionar la trascendencia del Estatuto de Gernika. Frente a las visiones esencialistas y milenaristas del pueblo vasco, la realidad hist¨®rica es que Euskadi como entidad jur¨ªdico-pol¨ªtica naci¨® en octubre de 1936, en plena Guerra Civil, con el primer Estatuto y el primer Gobierno vasco, de coalici¨®n PNV / Frente Popular, que s¨®lo tuvo jurisdicci¨®n en la pr¨¢ctica sobre Vizcaya durante nueve meses escasos.
Con la salvedad de este ef¨ªmero precedente, Euskadi s¨®lo ha existido institucionalmente desde la aprobaci¨®n del Estatuto de Gernika el 25 de octubre de 1979, que es su aut¨¦ntica acta fundacional.
Adem¨¢s, el resultado del refer¨¦ndum no ofreci¨® lugar a dudas: el 90% de los votantes vascos lo aprob¨® y tan s¨®lo un 5% vot¨® en contra. De todos los Estatutos refrendados en las urnas en la Espa?a de las autonom¨ªas, el de Gernika ha sido el Estatuto que logr¨® mayor respaldo popular, superando incluso al catal¨¢n, que fue ratificado el mismo d¨ªa con una abstenci¨®n similar al vasco: el 40%.
Desde entonces Euskadi ha desarrollado un amplio autogobierno, como nunca tuvo en su historia. Al cabo de 30 a?os de vigencia, el Estatuto de Gernika, lejos de estar muerto, se encuentra hoy m¨¢s vivo que nunca tras la reciente alternancia pol¨ªtica, que refleja el pluralismo vasco, la se?a de identidad de la Euskadi contempor¨¢nea. El Gobierno de Patxi L¨®pez viene a consolidar la autonom¨ªa vasca y buena prueba de ello es su decisi¨®n de hacer del 25 de octubre el D¨ªa de Euskadi. No hay otra fecha m¨¢s adecuada en la historia del Pa¨ªs Vasco.
Jos¨¦ Luis de la Granja Sainz es catedr¨¢tico de Historia Contempor¨¢nea de la Universidad del Pa¨ªs Vasco.
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