Un oto?o de gigantes y caracoles
El di¨¢logo entre tradici¨®n y contemporaneidad marca a 16 patios cordobeses
Este oto?o, los patios de C¨®rdoba florecen con lazos de ropa interior femenina. Otros, se ba?an en fuentes de sangre o son invadidos por gigantes de polisp¨¢n. Alguno se cierra para dejar que las plantas revienten sus muros. Los hay, incluso, interrumpidos por barricadas de tierra y vegetaci¨®n. Mientras que dos millares de caracoles dorados ya retrepan lentos por las esquinas de otro. Y legiones de hormigas devoran ciudades de az¨²car, al tiempo que una pareja de tortugas, portando jardines en sus caparazones, se mueven lentas entre los visitantes.
No es un delirio. Es El patio de mi casa. Arte contempor¨¢neo en 16 patios de C¨®rdoba, la nueva y revolucionaria exposici¨®n que ha invadido, armada de vanguardismo, algunos de los lugares m¨¢s tradicionales de la ciudad de la Mezquita, candidata a ser Capital Europea de la Cultura en 2016. La muestra se inaugur¨® ayer y podr¨¢ visitarse hasta el 29 de noviembre
A los organizadores de la exposici¨®n les ofrecieron 32 espacios de la ciudad
Todo empez¨®a finales de diciembre, cuando Carlota ?lvarez Basso, gerente de la Fundaci¨®n 2016 C¨®rdoba Ciudad Cultural, se reuni¨® con lo m¨¢s granado de las asociaciones que preservan los patios de la capital omeya. Iba a proponerles una locura: integrar, en los mismos espacios que ellos mantienen casi inalterables, piezas de arte rompedor. "Fui con un poco de miedo, pero la respuesta que encontr¨¦ entre los propietarios fue entusiasta", recuerda ?lvarez Basso. "?bamos buscando ocho patios privados, pero nos ofrecieron 32 y hubo que hacer una selecci¨®n", subraya.
Los otros ocho espacios se adjudicaron a patios monumentales de car¨¢cter institucional. "Los propietarios de las casas se han convertido, con sus ideas y aportaci¨®n, casi en los verdaderos comisarios de la exposici¨®n", destaca Gerardo Mosquera, el comisario jefe del evento.
La idea de los organizadores era "establecer un di¨¢logo entre el arte y el patio, entre lo p¨²blico y lo privado, entre la tradici¨®n y la contemporaneidad", prosigue Mosquera. Esta relaci¨®n a distintos planos se inspira, en parte, en la experiencia Chambres d'amis (Habitaciones de amigos), organizada en 1986 por Jan Hoet en la ciudad belga de Gante y que usaba pisos privados para mostrar las obras. "Pero algo como lo que hacemos en C¨®rdoba no se ha hecho nunca", dice ?lvarez Basso.
El componente l¨²dico es importante en esta iniciativa. As¨ª, el b¨²lgaro Nedko Solakov ha jugado con la iron¨ªa en Una visita, una videocreaci¨®n en la que la due?a del patio muestra a su actor favorito, Fernando Tejero, los secretos del patio de su casa (Parras, 5). Son 20 minutos, rodados en una toma por Solakov, quien, al principio, explica en un texto lo ir¨®nico del proyecto, pues reconoce que no sabe nada de patios. Y mientras la due?a se lo explica a Tejero, tambi¨¦n le ilustra a Solakov y al resto de espectadores / visitantes.
La muestra incluye artistas de gran reconocimiento internacional que han expuesto en museos como la Modern Tate Gallery. Es el caso de la brit¨¢nica Mona Hatoum que, con su obra Hanging gardens (Palacio de Viana), ha creado una especie de barricada militar que llena de plantas y vida un elemento que podr¨ªa haber estado dise?ado para la guerra y la muerte.
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