Paco Ib¨¢?ez celebra con nostalgia los 40 a?os de su debut en Par¨ªs
Termin¨® el concierto y unos cuantos invitados elegidos se reunieron en una sala para celebrar que Paco Ib¨¢?ez acababa de llenar, en Par¨ªs, el teatro del Ch?telet, en un concierto especial en el que la nostalgia jug¨® a ponerle la zancadilla: hac¨ªa 40 a?os, en 1969, tambi¨¦n en Par¨ªs, el cantante, entonces con 35 a?os, actu¨® en La Sorbona y meses despu¨¦s en el Olympia, en dos recitales convertidos despu¨¦s en s¨ªmbolos puros de resistencia contra el franquismo.
El jueves, el cantante, con la camisa y el pantal¨®n negro de siempre, ofreci¨® entre muchas otras las canciones de toda la vida (A galopar, Palabras para Julia...). Tambi¨¦n coment¨® que est¨¢ en contra de la colonizaci¨®n de la lengua inglesa y termin¨®, emocionado, alterando el final del famoso poema de Gabriel Celaya La poes¨ªa es un arma cargada de futuro: "Seguimos tocando fondo".
El cantautor record¨® sus recitales de 1969 en la Sorbona y en la sala Olympia
Despu¨¦s de varios bises y de recibir un interminable aplauso, acudi¨® a la fiesta que le hab¨ªan preparado los amigos: se refiri¨® a alg¨²n fallo de sonido y continu¨® riendo de su vieja man¨ªa al ingl¨¦s. Tambi¨¦n all¨ª la nostalgia segu¨ªa haciendo trampas: en una esquina esperaba a Paco Ib¨¢?ez una mujer de unos 60 a?os llamada Catherine Godon. En 1969, esa misma mujer, entonces una estudiante de primero de universidad, organiz¨® el m¨ªtico concierto de La Sorbona. "Yo hab¨ªa estado en Espa?a hac¨ªa meses y hab¨ªa ido a un concierto clandestino de Paco. Luego, ya en Par¨ªs, un d¨ªa que fui a comprar queso para mi madre me lo encontr¨¦ en la calle. ?Yo no sab¨ªa que viv¨ªa en Par¨ªs? Tomamos un caf¨¦ de m¨¢s de cuatro horas, nos hicimos amigos, y le dije que si le apetec¨ªa tocar en la universidad. Ya ve: locuras de juventud. Me dijo que s¨ª, y una amiga y yo organizamos todo: sali¨® tan bien que no hab¨ªa sitio en la sala que preparamos, y al final toc¨® en la calle. Fue algo ¨²nico, verdaderamente emocionante. Desde entonces se convirti¨® en la voz libre de Espa?a. Despu¨¦s, pues ya se sabe, la vida... No le hab¨ªa visto desde entonces, hace m¨¢s de 40 a?os. Yo sab¨ªa qui¨¦n era ¨¦l, pero ¨¦l no me ha reconocido. Ya ve: la juventud...".
Mientras esta mujer hablaba, Paco Ib¨¢?ez saludaba de uno en uno a los amigos que le felicitaban por el concierto: en un rinc¨®n le aguardaba un anciano de m¨¢s de 80 a?os vestido con una chaqueta de punto: era Pierre Onteniente, el secretario personal y amigo de toda la vida de George Brassens. Ambos se conocieron en un campo de trabajos forzados alem¨¢n, durante la guerra. Despu¨¦s, el no tan agotado Paco Ib¨¢?ez se arranc¨® con un aire flamenco. Los asistentes a la fiesta le rodearon y le jalearon. La se?ora Godon (la Catherine de hac¨ªa 40 a?os) miraba y se re¨ªa desde una esquina: "?Qu¨¦ cual es la diferencia entre un concierto y otro? Pues mire: que entonces cant¨® menos canciones de amor. ?ramos m¨¢s j¨®venes...".
Babelia
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