Contador en el laberinto
El corredor busca un resquicio legal para liberarse de un Astana que no le convence
Pese a lo que pudiera uno imaginarse de un ciclista que antes de cumplir los 27 ha ganado dos Tours, una Vuelta y un Giro, Alberto Contador no es un so?ador, uno que crea que todo es posible en la vida, sino uno m¨¢s bien realista, uno con los pies pegados al suelo. Eso, al menos en lo que se refiere a su laberinto contractual. "Si hubiera una norma clara a la que la UCI pudiera aferrarse para no conceder licencia al Astana, tendr¨ªa alguna esperanza de que lo har¨ªan", dec¨ªa hace unos d¨ªas, antes de que se acabara el plazo de registro de los equipos ciclistas en la federaci¨®n internacional. "Pero no la hay y no creo que la UCI se arriesgue a una querella de los kazajos".
Tampoco las noticias de ayer, el nuevo modelo de contrato tipo que entr¨® en vigor en julio y que da libertad a los corredores si su equipo no ha entregado el 20 de octubre toda la documentaci¨®n solicitada por la UCI, le han hecho creer en su pronta liberaci¨®n. "Despu¨¦s de todos estos meses de espera, estoy muy tranquilo ante las ¨²ltimas noticias. Mis abogados son los que tienen que dictaminar si es posible romper mi contrato o no. Espero conocer su opini¨®n lo antes posible, as¨ª como la de los expertos de la UCI, para poder tomar una decisi¨®n", dice, despu¨¦s de saber que el Astana, el equipo con el que a¨²n le queda un a?o de contrato, es uno de los cinco a los que la UCI no ha concedido a¨²n el visado para 2010. "Mientras tanto, seguir¨¦ trabajando, concentrado exclusivamente en mi preparaci¨®n deportiva".
Porque Contador no quiere seguir en el Astana. No quer¨ªa seguir hace tres meses, cuando Bruyneel y Lance Armstrong anunciaron que creaban el Radio Shack y abandonaban el Astana, cuando m¨¢s que un equipo era una entelequia -sin corredores, ni coches ni bicicletas...- convertida en peligrosa con el regreso de Alexander Vinok¨²rov tras dos a?os de suspensi¨®n, y no quiere seguir tampoco ahora en que el gobierno kazajo -de acuerdo con la UCI- ha colocado al frente a un gris funcionario, el franc¨¦s Yvon Sanquer, y a dos supervivientes de los terremotos del ciclismo italiano, Giuseppe Martinelli, el director de confianza de Marco Pantani, y el gigante Guido Bontempi.
Ni se encuentra a gusto con ellos Contador ni le gustan en exceso los fichajes realizados para rellenar el esqueleto del equipo -veteranos como De la Fuente, Tiralongo, Stangelj, gente del Este como Grivko, aparte de una docena de kazajos de segundo nivel-, ni conf¨ªa en la durabilidad de la estructura. M¨¢s bien teme la posibilidad de un conflicto en cualquier momento. "De cualquier manera", a?ade, "en el caso de que Astana conserve la licencia ProTour, tendremos que sentarnos a renegociar mi contrato". Una de las condiciones de Contador en la negociaci¨®n ser¨ªa la necesidad de contratar un sistema de control antidopaje interno.
La alternativa al Astana ser¨ªa un contrato de dos a?os con alguno de sus pretendientes, el Quick Step de Boonen, el Garmin de Vaughters o el Sky de Murdoch. La pista del Caisse d'?pargne parece m¨¢s complicada, en cuanto Eusebio Unzue s¨®lo puede ofrecerle un contrato de un a?o ya que en 2010 termina el compromiso del patrocinador. Al menos una cosa segura tiene Contador: corra donde corra el Tour le har¨¢ un hueco.
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