La UE cede ante el dirigente checo para salvar el tratado
La presidencia sueca propone una salida a la crisis que satisface a Klaus
La Uni¨®n Europea ha optado por el pragmatismo, tragarse el sapo y conceder al presidente checo, Vaclav Klaus, sus exigencias extempor¨¢neas para salvar el Tratado de Lisboa. Klaus, euroesc¨¦ptico militante y ¨²nico l¨ªder europeo que no ha firmado el nuevo tratado, manifest¨® ayer haber recibido una propuesta satisfactoria a su petici¨®n de que se derogase la aplicaci¨®n de la Carta de los Derechos Fundamentales de la UE en su pa¨ªs. El funcionamiento de la Uni¨®n se encuentra paralizado pendiente de la firma de Klaus.
El pasado 8 de octubre, despu¨¦s de que el Gobierno, el Parlamento, el Senado y el Tribunal Constitucional checos hubieran dado luz verde al tratado, Klaus manifest¨® que no rubricar¨ªa el nuevo texto si antes no se derogaba la aplicaci¨®n de la Carta de los Derechos Fundamentales en la Rep¨²blica Checa. El argumento esgrimido por el dirigente checo era evitar por todos los medios que los ciudadanos alemanes que fueron violentamente expulsados del territorio de los Sudetes despu¨¦s de la Segunda Guerra Mundial pudieran reclamar los bienes que les hab¨ªan sido confiscados.
El primer ministro sueco, Fredrick Reinfeldt, presidente de turno de la Uni¨®n, dijo que "agradec¨ªa la declaraci¨®n de presidente Klaus", y precis¨® que "la Presidencia continuar¨¢ trabajando sobre ello con vistas al Consejo Europeo", que se celebrar¨¢ los pr¨®ximos 29 y 30 de octubre en Bruselas.
La f¨®rmula que se baraja es la declaraci¨®n que se adopt¨® en su momento para atender las demandas de Reino Unido (derecho laboral) y Polonia (derecho de familia y aborto). Aunque no ha trascendido el texto de la declaraci¨®n, un portavoz de la presidencia checa dijo que "esta propuesta se corresponde con el concepto que tiene el presidente y es posible trabajar m¨¢s a fondo sobre ello". En cualquier caso ser¨¢ un tr¨¢gala para los l¨ªderes, que discutir¨¢n los ¨²ltimos detalles en la pr¨®xima cumbre europea. El ultim¨¢tum de Klaus ha causado gran malestar en la UE, especialmente al presidente franc¨¦s, Nicolas Sarkozy, quien advirti¨® que estas exigencias "tendr¨ªan consecuencias". Alemania ha mostrado su rechazo a cualquier alusi¨®n a los Sudetes en la declaraci¨®n.
La portavoz de la presidencia de la UE precis¨® que "la derogaci¨®n de la Carta no precisar¨¢ la ratificaci¨®n inmediata por parte de los Estados". Fuentes comunitarias indicaron que es posible adoptar un compromiso similar al acordado con Irlanda, que ser¨¢ ratificado con ocasi¨®n del tratado de adhesi¨®n de un nuevo Estado, probablemente Croacia a partir de 2011.
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