La Iglesia se resigna y pierde 'su' caja
C¨®rdoba se prepara para el cambio de poder en la entidad tras la fusi¨®n de Cajasur
La Iglesia cat¨®lica tiene en sus manos desde hace generaciones dos de los s¨ªmbolos m¨¢s importantes de C¨®rdoba: La mezquita y Cajasur. Y al clero cordob¨¦s se le est¨¢ escurriendo entre los dedos su caja. A rega?adientes, los sacerdotes han tenido que aceptar la fusi¨®n con Unicaja, que, en la pr¨¢ctica, es una absorci¨®n. Est¨¢n resignados. "Para la Iglesia es un matrimonio no deseado... Pero si no hubiera fusi¨®n ahora estar¨ªa intervenida por el Banco de Espa?a", sostiene un responsable de la entidad que conoce de primera mano los n¨²meros de la caja. La mala gesti¨®n implantada en la entidad desde hace a?os ha obligado a una soluci¨®n que diluye el poder de la Iglesia. Y el poder era inmenso.
La entidad controla el 50% del negocio financiero de la ciudad
El 17% de las 475 oficinas de Cajasur est¨¢ en situaci¨®n de p¨¦rdidas
La paloma, s¨ªmbolo del esp¨ªritu santo y logotipo de la caja cordobesa, cubre la ciudad. Est¨¢ estampada en las puertas de los taxis, en los burladeros de la plaza de toros, en las calles m¨¢s concurridas, en las exposiciones m¨¢s importantes, en las camisetas de los jugadores del equipo de f¨²tbol... Cajasur lleg¨® a patrocinar hasta 23 formaciones deportivas hace cuatro a?os. Hoy el n¨²mero se ha reducido a la mitad y el ¨²nico que se ha asegurado expl¨ªcitamente el patrocinio en el acuerdo de fusi¨®n con Unicaja ha sido el club de f¨²tbol de la ciudad.
Pero no s¨®lo es una cuesti¨®n de imagen de marca y patrocinios. Esta entidad domina alrededor del 50% del negocio financiero de C¨®rdoba. "La caja controla el m¨²sculo econ¨®mico de la ciudad", reconoce otro miembro de la entidad. "Lo que pedimos y tambi¨¦n ha hecho Cajasur es que los ¨®rganos de decisi¨®n se queden en C¨®rdoba para que el tejido empresarial y los clientes tengan m¨¢s f¨¢cil el acceso a estos ¨®rganos", sostiene Miguel Angel Tamarit, presidente de Asociaci¨®n de Empresas Fabricantes y de Servicios de la ciudad. Y la intenci¨®n de la Iglesia cat¨®lica era reservarse el derecho de nombrar al director territorial en C¨®rdoba. Finalmente, el Cabildo catedralicio lo que podr¨¢ hacer es s¨®lo "proponer" el nombre, pero no hacer y deshacer a su antojo. Braulio Medel, presidente de Unicaja, utiliz¨® un buen s¨ªmil hace una semana: en una fusi¨®n "no caben mu?ecas rusas donde dentro de una empresa hay otra y dentro de ¨¦sa, otra".
"Hace falta un referente, un motor en la ciudad", sostiene el alcalde Andr¨¦s Oca?a (IU). Las fuentes consultadas reconocen que en la ciudad hay cierta confusi¨®n. No se sabe ni qui¨¦n ni c¨®mo ocupar¨¢ el hueco de poder que deja Cajasur y, por tanto, la Iglesia.
El desconcierto tambi¨¦n se ha apoderado de la plantilla de la entidad, formada por 3.100 personas. Cajasur es la empresa cordobesa que m¨¢s empleados tiene en la ciudad. Esta entidad tiene 950 trabajadores m¨¢s que Cajamurcia, una caja que por activos es algo mayor que la cordobesa.
El ¨¢rea de recursos humanos ha sido durante a?os tambi¨¦n una herramienta de poder. "A un padre al que metes un hijo en la caja lo tienes ganado para toda la vida", se?ala un responsable de Cajasur. En la ¨¦poca del sacerdote Miguel Castillejo, que dej¨® la presidencia en 2005, entraban a trabajar en la caja alrededor de 100 personas al a?o y "se met¨ªan directamente". Ahora, cuando la oferta de empleo se ha reducido considerablemente, se reserva s¨®lo un 10% de los nuevos contratos a los denominados "compromisos institucionales".
Con la fusi¨®n con Unicaja se han detectado unas 200 oficinas que est¨¢n en una situaci¨®n de solapamiento. Curiosamente, estas duplicidades no se dan en C¨®rdoba, donde Unicaja no tiene una gran implantaci¨®n, sino principalmente en Ja¨¦n.
Cuando Cajasur recibi¨® los primeros avisos del Banco de Espa?a por su mala situaci¨®n, la entidad anunci¨® un plan para reducir el n¨²mero de oficinas. En este momento tiene 475. Y unas80 est¨¢n en una situaci¨®n de p¨¦rdidas. Se trata, fundamentalmente, de las que se abrieron durante el ciclo econ¨®mico bueno en el arco Mediterr¨¢neo. Cuando el ladrillo era la estrella de Cajasur.
El ladrillo ha sido su condena. "El problema han sido las empresas participadas", se?ala un responsable de la entidad. De C¨®rdoba salieron tres de las grandes constructoras de Andaluc¨ªa: Arenal 2000, Noriega y Prasa. Y lo hicieron gracias en parte al respaldo de la caja a trav¨¦s del grupo de empresas. Cuando la crisis revent¨® el sector, Cajasur fue detr¨¢s: la entidad tiene atrapados en el sector inmobiliario 1.700 millones de euros, repartidos entre suelos y viviendas.
"Es cierto que C¨®rdoba ha sido sede de potentes empresas del sector de la construcci¨®n y que, como la ciudad no es una isla, tambi¨¦n se ha visto afectado por la crisis del sector", se?ala Oca?a. El alcalde apuesta por orientar la ciudad hacia otros sectores como el turismo, los transportes o las renovables.
Lo que est¨¢ claro es que la Iglesia no va a pilotar este cambio productivo. "Ellos tienen la sensaci¨®n de haber entregado la cuchara", se?ala un miembro del Consejo de Administraci¨®n: "Se les nota que han hecho la fusi¨®n de mala gana".
El clero s¨ª ha logrado mantener su cuota de influencia en C¨®rdoba a trav¨¦s de una fundaci¨®n que controlar¨¢ el Cabildo y que el primer a?o de vida gestionar¨¢ ocho millones. Dentro de esta nueva fundaci¨®n se incluir¨¢ el 7% que Cajasur posee ahora de la cadena Cope.
La actual Fundaci¨®n Cajasur reparte importantes ayudas econ¨®micas a unas 40 asociaciones y organizaciones. En el listado figura, por ejemplo, la Federaci¨®n de Pe?as, que se dedica a dedicada a actos l¨²dicos y tiene un gran peso social. Pero tambi¨¦n est¨¢n muchas asociaciones y ONG dedicadas a la asistencia. "Muchas est¨¢n vinculadas a una ideolog¨ªa cat¨®lica", se lamenta un responsable del PSOE en C¨®rdoba. El Banco de Espa?a alert¨® en 2005 del descontrol de la Obra Social. El presupuesto de 2004 fue de 21 millones y 15,6 no ten¨ªan un destino detallado.
Con informaci¨®n de Lourdes Lucio y Manuel J. Albert.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.