La lucha por el PP se libra en Caja Madrid
Rajoy est¨¢ dispuesto a dar la batalla total para imponer su liderazgo frente a Aguirre
Al l¨ªder del PP no le gustan los ¨®rdagos. Ni apostar fuerte. ?l siempre ha tendido a decir a todos lo que quieren o¨ªr, a no buscar enfrentamientos, lo que le ha provocado m¨¢s de un problema en los ¨²ltimos meses. Pero esta vez, seg¨²n varias personas que han hablado con ¨¦l en los ¨²ltimos d¨ªas, est¨¢ dispuesto a llegar hasta el final para doblar el brazo de Aguirre y dejar muy claro que ¨¦l es el jefe del PP.
Lo demostr¨® el jueves, en una tensa reuni¨®n a media tarde en su despacho. Aguirre acudi¨® all¨ª para defender a su candidato para la presidencia de Caja Madrid: Ignacio Gonz¨¢lez. Es su mano derecha, su amigo desde hace 20 a?os, el hombre fuerte del poder aguirrista. Pero Rajoy, de forma inesperada y virulenta, decidi¨® vetarlo. Le dijo a Aguirre que bajo ning¨²n concepto aceptar¨¢ a Gonz¨¢lez. El candidato que ¨¦l propone, insisti¨®, es Rodrigo Rato.
Rato est¨¢ molesto con la pol¨¦mica, pero decidido a seguir adelante
Gonz¨¢lez anunci¨® a Rajoy antes del verano su candidatura
El l¨ªder del PP se saltaba as¨ª todo su discurso p¨²blico sobre la despolitizaci¨®n de las cajas -el vicepresidente econ¨®mico de Aznar es un pol¨ªtico puro que ya estaba con ¨¦l y con Rajoy en la aventura de AP- con un objetivo mayor: impedir, con un candidato muy fuerte, que Aguirre gane la batalla definitiva y se haga con el control total del poder econ¨®mico y pol¨ªtico de Madrid, una regi¨®n donde ya domina casi todas las esferas y que se ha convertido en un ente inexpugnable para el marianismo, que no hace all¨ª ni siquiera actos pol¨ªticos con tal de no coincidir con Aguirre.
La presidenta se qued¨® descolocada. No esperaba, dicen los suyos, que Rajoy se atreviera a vetar a su candidato. Hasta ahora, el l¨ªder hab¨ªa dejado a todos los barones gobernantes, como Francisco Camps en Valencia, e incluso a los que est¨¢n en la oposici¨®n, como Javier Arenas en Andaluc¨ªa, que pusieran en las cajas a quien quisieran. Pero hab¨ªa otro elemento. Aguirre conoce, como todos en el PP, la enemistad personal de Rajoy con Gonz¨¢lez. Desde que ¨¦ste se atrevi¨® a criticarlo con dureza en un Comit¨¦ Ejecutivo, el l¨ªder le borr¨® para siempre. Incluso lo ech¨® de ese ¨®rgano, junto a otros cr¨ªticos como Juan Costa, Gabriel Elorriaga o Carlos Aragon¨¦s.
Pero Aguirre tambi¨¦n sab¨ªa que Gonz¨¢lez hab¨ªa ido, antes y despu¨¦s del verano, al despacho de Rajoy para anunciarle su candidatura, para decirle que ya ten¨ªa cerrado un pacto con todos los sectores, incluidos los socialistas, parte de los sindicatos e Izquierda Unida, que le permitir¨ªa hacerse con el control de la entidad. Y Rajoy, seg¨²n diversas fuentes del PP, le hab¨ªa dejado claro que ¨¦l no vetar¨ªa a nadie, que lo pasado, pasado estaba.
Pero las cosas son ahora diferentes. Rajoy, seg¨²n analizan varios dirigentes, vive momentos muy dif¨ªciles despu¨¦s del drama vivido en Valencia a cuenta del caso G¨¹rtel y los enga?os de Camps. No se puede permitir una segunda rebeli¨®n. Por eso, y seg¨²n varios diputados por la enemistad que tiene con Gonz¨¢lez, esta vez decidi¨® apostar fuerte. Aguirre, descolocada, se neg¨® en redondo a aceptar el veto de Rajoy, y las espadas quedaron en alto, a la espera de una nueva reuni¨®n.
En el PP todos los dirigentes consultados tienen claro que ¨¦sta no es una batalla cualquiera, es la guerra definitiva y puede acabar de manera muy virulenta. Rajoy tiene un mecanismo extremo para mostrar su poder, que alguien record¨® cuando el conflicto con Valencia: los estatutos le permiten destituir a cualquier presidente regional y montar una gestora, algo que de momento nadie plantea seriamente.
"Mariano va a por todas. No puede dejar que Esperanza le gane esta vez. Desde la presidencia de Caja Madrid, Gonz¨¢lez har¨ªa mucho da?o al marianismo. Tendr¨ªa un enorme poder con empresas, con medios de comunicaci¨®n, controlar¨ªa cr¨¦ditos e informaci¨®n muy relevantes en un momento complicad¨ªsimo. Es inasumible, una provocaci¨®n", sentencia un marianista.
En la batalla, que tiene todos los ingredientes del drama pol¨ªtico, est¨¢n casi todos los protagonistas del presente, el pasado y del futuro del PP. Porque el candidato es Rato, otro gran rival interno de Rajoy, con el que compiti¨® para suceder a Aznar. Cada vez que el l¨ªder tiene problemas, alguien se encarga de recordar que Rato habr¨ªa sido un mejor candidato. Y el anuncio de que volv¨ªa a Espa?a, despu¨¦s de dejar a mitad de mandato el Fondo Monetario Internacional -algo que sent¨® muy mal en La Moncloa y que no parece haber olvidado el presidente, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero- caus¨® una conmoci¨®n en el PP.
Rato ha hablado estos d¨ªas con varias personas y todas le ven muy preocupado. Algunos tem¨ªan incluso que tirara la toalla en su af¨¢n por presidir Caja Madrid, ya que ¨¦l hab¨ªa dejado claro que quer¨ªa llegar en un ambiente de consenso. Los que le conocen y le han escuchado en las ¨²ltimas horas se?alan que est¨¢ muy molesto, porque el hecho de que su nombre sea puesto en discusi¨®n todos los d¨ªas le est¨¢ quemando como candidato, pero no tiene ninguna intenci¨®n de renunciar a la pelea. "No entiende lo que est¨¢ pasando. Crey¨® que ser¨ªa mucho m¨¢s f¨¢cil. Est¨¢ preocupado por la imagen del partido. Pero no est¨¢ dispuesto a tirar la toalla. Est¨¢ desenga?ado con Esperanza, pero cree que Mariano lo arreglar¨¢", sentencia un ratista.
Rato se ha reencontrado con Rajoy, de quien estuvo muy distanciado, hasta el punto de que se dio por hecho que si el PP perd¨ªa las elecciones gallegas ten¨ªa preparado un gesto que abriera la puerta a su posible regreso. Y el l¨ªder le mantiene informado de todos los pasos. Sin embargo, seg¨²n diversas fuentes, antes del verano, cuando el ex director del FMI le mostr¨® a Rajoy su disponibilidad para ocupar la presidencia de Caja Madrid, se cre¨® un cierto malestar porque el l¨ªder, como es habitual, no le dej¨® del todo claro si apostar¨ªa por ¨¦l o no.
La crisis de Caja Madrid ha descolocado los cimientos del PP, incluso los de la oposici¨®n a Rajoy. Rato y Aguirre parec¨ªan aliados hasta hace bien poco. Ella recogi¨® a muchos de los ratistas en su gobierno. De hecho se hablaba de un posible pacto entre ambos si la cosa se complicaba. Por eso ahora muchos aguirristas interpretan que Rajoy, con la jugada de Rato, ha querido desestabilizar definitivamente a su gran rival. "La estrategia de Rajoy siempre ha sido debilitar a sus rivales, enfrentarlos. Madrid era el territorio de Rodrigo, que controlaba totalmente el PP de Madrid hasta que dej¨® la pol¨ªtica. Por eso Rajoy mete a Rodrigo como caballo de Troya contra Esperanza, pero en realidad no es su candidato", sentencia un aguirrista.
La idea de que Rato no es en realidad el candidato de Rajoy, a pesar de que es indiscutible que ha apostado por ¨¦l con fuerza ante Aguirre, el pasado jueves, recorre el PP. Nadie se acaba de creer el reencuentro entre dos personajes tan distanciados. Por eso est¨¢ muy instalada la idea de que Rajoy veta a Gonz¨¢lez para impedir que salga, pero sabe que La Moncloa se mover¨¢ para vetar a Rato -aunque su poder es menor, porque el PP controla la asamblea de Caja Madrid- y as¨ª podr¨¢ entrar en liza el tercero en discordia, Luis De Guindos.
El que fuera secretario de Estado de Econom¨ªa con Rato y director de Lehman Brothers en Espa?a ha colaborado estrechamente con Rajoy en los ¨²ltimos a?os, es cercano al l¨ªder y tiene la ventaja de que est¨¢ bien visto por Moncloa. El lunes, en la habitual reuni¨®n de maitines presidida por Zapatero, varios dirigentes concluyeron que, de los candidatos puestos encima de la mesa por el PP, De Guindos era el menos pol¨ªtico -con serlo- y el m¨¢s f¨¢cil de aceptar.
Moncloa no quiere a Rato porque se podr¨ªa convertir en un contrapoder en plena crisis econ¨®mica, y a Gonz¨¢lez tampoco lo ve bien. Manuel Pizarro, otro posible candidato, hombre muy cercano a Aznar, tiene menos n¨²meros porque no lo apoya Rajoy, de quien est¨¢ muy distanciado, y tampoco Aguirre, de momento. Nadie descarta, en cualquier caso, que la batalla se complique y alguien se vea obligado a buscar una cuarta o quinta v¨ªa, personas con perfiles m¨¢s t¨¦cnicos.
Otro de los elementos centrales de la batalla, que cierra el c¨ªrculo en el que est¨¢ el presente, el pasado y el posible futuro del PP, es Alberto Ruiz-Gallard¨®n. El alcalde se ha situado junto a Rajoy y enfrentado, c¨®mo no, a su eterna enemiga, Aguirre, y a su mano derecha. ?l tambi¨¦n apuesta por Rato, y su papel ha sido fundamental para complicar las aspiraciones de Gonz¨¢lez. Gallard¨®n ha logrado paralizar el proceso electoral con un recurso judicial, lo que ha hecho que el candidato de Aguirre se siga quemando lentamente en p¨²blico mientras la juez resuelve. A¨²n as¨ª, Gonz¨¢lez tambi¨¦n se vio con Gallard¨®n hace pocos d¨ªas, y aunque el alcalde dej¨® muy claro que ¨¦l apostaba por Rato y apoyaba a Rajoy, se habl¨® tambi¨¦n de la posibilidad de que el ex vicepresidente econ¨®mico sea finalmente vetado por Moncloa o no logre los acuerdos necesarios con los grupos peque?os.
En cualquier caso, Aguirre tiene todav¨ªa una gran baza para jugar. Caja Madrid no es un organismo cualquiera. Funciona con 320 miembros de una asamblea que votan una lista. Y los que tiene que votar son en su mayor¨ªa alcaldes o concejales fieles a la presidenta. Adem¨¢s, los aguirristas creen que Tom¨¢s G¨®mez resistir¨¢ las presiones de Moncloa y del PSOE y se mantendr¨¢ fiel al pacto que se sell¨® en el despacho de Aguirre en julio. En ¨¦l, se repartieron los puestos -al PSM le toc¨® una vicepresidencia, algo que no lograr¨ªa con su exigua representaci¨®n en la asamblea despu¨¦s de unas elecciones municipales desastrosas para la izquierda-. Est¨¢n convencidos de que ¨¦l, un l¨ªder con problemas internos, no se puede permitir el lujo de ser, de nuevo, desautorizado por su direcci¨®n nacional, lo que le dejar¨ªa definitivamente desarmado a poco m¨¢s de un a?o de unas elecciones para las que no est¨¢ a¨²n claro si ser¨¢ el candidato. Los aguirristas pretenden as¨ª aprovechar las debilidades de todos para ganar la batalla. Pero esta vez no parece sencillo. Porque Rajoy ha ido en contra de su estilo, y parece dispuesto a todo. Lo ¨²nico claro es que esta vez s¨®lo puede ganar uno.
Luis de Guindos
- El candidato propuesto por La Moncloa. Es licenciado en Ciencias Econ¨®micas y Empresariales por CUNEF y miembro del Cuerpo de T¨¦cnicos Comerciales y Economistas del Estado. Tiene 49 a?os. Fue socio consejero de AB Asesores; director general (y despu¨¦s, secretario general) de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Defensa de la Competencia y secretario de Estado de Econom¨ªa con Rodrigo Rato entre 2002 y 2004. Tras abandonar el Gobierno, presidi¨® la filial espa?ola de Lehman Brothers y actualmente es responsable de la divisi¨®n financiera de PriceWaterHouseCoopers. A pesar de haber formado parte del Gobierno de Aznar, es el candidato favorito de Moncloa, que valora su perfil t¨¦cnico.
Rodrio Rato
El candidato propuesto por Rajoy. El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) y ex vicepresidente econ¨®mico del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar re¨²ne a juicio del l¨ªder del PP sobradas condiciones para el cargo: una indudable cualificaci¨®n profesional en la gesti¨®n econ¨®mica, y una gran experiencia pol¨ªtica. Rato conoce bien el mundo de los negocios, dispone de buenos contactos internacionales y cuenta con la buena imagen que le dio dirigir la econom¨ªa espa?ola en una fase de buenos resultados. En sus cargos pol¨ªticos se distingui¨® por su talante liberal y su capacidad dial¨¦ctica para enfrentarse a los adversarios del PP. Fue uno de los tres dirigentes que baraj¨® Aznar, junto a Rajoy y Mayor, para sucederle como candidato a presidente del Gobierno.
Ignacio Gonz¨¢lez
El candidato de Esperanza Aguirre. De 49 a?os, es vicepresidente, consejero de cultura, deporte y portavoz del Gobierno de la Comunidad de Madrid. Es la mano derecha de Esperanza Aguirre y su firme candidato a presidir Caja Madrid. Licenciado en Derecho por la Universidad Aut¨®noma de Madrid, no tiene experiencia financiera. Antes de llegar al Gobierno madrile?o, estuvo al frente de la Delegaci¨®n del Gobierno para la Inmigraci¨®n y de la Secretar¨ªa de Estado de Administraciones P¨²blicas. Tambi¨¦n ejerci¨® como Subsecretario del Ministerio de Educaci¨®n, cuando ese Departamento lo dirigi¨® Esperanza Aguirre. No cuenta ni con el apoyo del l¨ªder del PP, Mariano Rajoy, ni con el de la direcci¨®n nacional del PSOE, ni con el del Banco de Espa?a. Dice que el alcalde le apoya: "Gallard¨®n no me ha dicho que le parezca mal candidato".
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