Del gancho de carnicero a la mano tendida
La primera frase de este proceso judicial la pronunci¨® Nicolas Sarkozy en 2004, cuando asegur¨®, ante un grupo de amigos, tras enterarse de que su nombre hab¨ªa sido introducido fraudulentamente en las listas de Clearstream con ¨¢nimo de acabar con su carrera pol¨ªtica: "Colgar¨¦ del gancho de un carnicero a los responsables de esto". La frase, no muy sutil pero terminante, cuaj¨®. Todo el mundo la record¨® cuando comenzaron las sesiones en el Tribunal de Par¨ªs, hace un mes.
El mismo Dominique de Villepin se acord¨® del famoso gancho el d¨ªa del alegato del fiscal, que acus¨® al ex primer ministro de c¨®mplice por "denuncia calumniosa" y pidi¨® para ¨¦l 18 meses de c¨¢rcel -exentos de pena- y una multa de 45.000 euros. Tras la sesi¨®n, Villepin sali¨® de la sala de tribunal, se acerc¨® a los periodistas y solt¨®: "Sarkozy hab¨ªa prometido colgarme de un gancho de carnicero. La promesa se ha cumplido".
El juicio por el caso Clearstream dilucidar¨¢ qui¨¦n falsific¨® las listas, pero tambi¨¦n aclarar¨¢ otra importante zona de sombra: el futuro pol¨ªtico de Villepin. ?l est¨¢ acusado de consentir que prosperara una denuncia falsa para torpedear la carrera de Sarkozy. ?l acusa al actual presidente de la Rep¨²blica de inmiscuirse (e influir) en el juicio. El objetivo: hundir a Villepin hasta el fondo, a fin de que no pueda levantarse ni disputarle jam¨¢s el mando de la derecha francesa.
Un sondeo reciente de la revista Paris Match daba pistas. A la pregunta de a qui¨¦n prefieren, a Sarkozy o a Villepin, los encuestados respondieron en un 44% a favor del primero y en un 47% a favor del segundo.
Una condena hundir¨ªa a Villepin para siempre. Pero una absoluci¨®n servir¨ªa de trampol¨ªn. De esta manera, el caso Clearstream tendr¨ªa un curioso efecto bumer¨¢n. A Sarkozy le surgir¨ªa un sorprendente competidor en su propio castillo.
Por lo pronto, Dominique de Villepin se ha olvidado del gancho del carnicero y ha recuperado cierto tono conciliador: el viernes, tras la ¨²ltima sesi¨®n del juicio, se acerc¨® a los periodistas y asegur¨®, con la misma solemnidad con la que hab¨ªa arremetido contra el presidente de la Rep¨²blica el primer d¨ªa: "Pienso que los franceses saben ahora que he sido llamado a un juicio equivocadamente. Pero quiero pasar p¨¢gina y mirar s¨®lo al futuro. Tiendo mi mano a Sarkozy. No guardo rencor en mi interior".
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