Riesgos de una recuperaci¨®n d¨¦bil
Ahora que estamos ante los primeros datos de recuperaci¨®n de la econom¨ªa global, ser¨ªa muy arriesgado olvidar que sus fundamentos son vulnerables. Algunos factores podr¨ªan frenar el actual impulso de la actividad. Es poco probable que se pueda asumir sin contratiempos la retirada de los est¨ªmulos fiscales a lo largo de 2010, la normalizaci¨®n progresiva de las pol¨ªticas de liquidez de los bancos centrales, un nuevo encarecimiento del precio de las materias primas o una realineaci¨®n abrupta de los tipos de cambio cuando muchos pa¨ªses a¨²n mantienen desequilibrios externos significativos. En el fondo, existe el riesgo de que sistemas financieros que a¨²n se encuentran en una posici¨®n fr¨¢gil amplifiquen de nuevo el ciclo econ¨®mico y se reactive en parte el c¨ªrculo de contracci¨®n econ¨®mica, p¨¦rdidas bancarias y tensiones financieras que ya vivimos en 2008 y 2009. Una recuperaci¨®n previsiblemente fr¨¢gil agudiza, por tanto, la necesidad de reducir el apalancamiento de los agentes m¨¢s expuestos. Si llegamos a esta crisis financiera fue en gran medida porque el apalancamiento excesivo hizo que muchos no tuvieran un margen suficiente para afrontar la reversi¨®n del ciclo expansivo en 2007.
Una recuperaci¨®n previsiblemente d¨¦bil agudiza la necesidad de reducir el apalancamiento
Es cierto que se han producido avances en el sector financiero. Los bancos estadounidenses lideraron este proceso aprovechando el efecto catalizador que supusieron las pruebas de resistencia, y en los ¨²ltimos meses los principales bancos de la zona euro han llevado a cabo iniciativas para reforzar su capitalizaci¨®n. Los buenos resultados bancarios del tercer trimestre est¨¢n permitiendo reforzar la creaci¨®n org¨¢nica de capital. Por otro lado, la necesidad de reducir el endeudamiento va m¨¢s all¨¢ de las instituciones financieras. De nuevo se est¨¢n observando avances y es importante consolidarlos. Los consumidores de las econom¨ªas m¨¢s avanzadas han iniciado en muchos casos un proceso de recomposici¨®n del ahorro que es de gran importancia. Frente al modelo de acumulaci¨®n de riqueza por efecto valoraci¨®n -es decir, por la apreciaci¨®n continuada de los activos financiados con deuda- se impone el ahorro tradicional. La resistencia que han mostrado muchas empresas en un contexto muy dif¨ªcil es en parte atribuible a un menor endeudamiento durante la fase expansiva, pero es cierto que hay sectores donde la dependencia del cr¨¦dito sigue siendo excesiva.
Con todo, el avance es a¨²n incompleto, como demuestran claramente dos aspectos. De una parte, los desequilibrios externos contin¨²an y son el reflejo de un patr¨®n mundial de ahorro e inversi¨®n dif¨ªcilmente sostenible, basado precisamente en el exceso de endeudamiento. Mientras muchas econom¨ªas emergentes se resistan a abandonar este modelo se estar¨¢ retrasando el ajuste necesario. De otra, el endeudamiento del sector p¨²blico en las econom¨ªas desarrolladas est¨¢ amortiguando el impacto del mayor ahorro del sector privado, por lo que existe el riesgo de que simplemente se hayan aplazado algunas de las consecuencias del desapalancamiento.
Daniel Navia Sim¨®n es economista jefe de la Unidad de Escenarios Financieros del Servicio de Estudios de BBVA.
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