A¨ªto, en el punto de mira
En M¨¢laga est¨¢n que trinan. El Unicaja cuenta sus partidos por derrotas y se sume en el fondo de la clasificaci¨®n junto al reci¨¦n ascendido Xacobeo. Una pesadilla para un equipo que part¨ªa con la ambici¨®n de seguir formando parte del mejor cuarteto de la ACB. Nada es como se preve¨ªa.
El equipo echa de menos a Cabezas. Cook no est¨¢ enmendando la plana del base que emigr¨® a Mosc¨² y Jeter no acaba de dar la talla mientras que Gomis sigue lesionado. Los problemas no acaban ah¨ª. Tampoco se observa un relevo para la capacidad anotadora y el liderazgo que exhibieron Haislip y Ndong el curso pasado. Welsch fue el ¨²nico que respondi¨® relativamente en San Sebasti¨¢n, donde el equipo que dirige Pablo Laso firm¨® una actuaci¨®n muy completa con Barbour, Miralles e Ignerski al frente. Tras la cuarta derrota en la Liga, arrecian las cr¨ªticas hacia A¨ªto Garc¨ªa Reneses. Queda tiempo para corregir el rumbo, pero, por lo visto hasta ahora, ser¨¢ dif¨ªcil si no llega alg¨²n fichaje, adem¨¢s de otras muchas cosas, claro est¨¢.
El Madrid es el reverso de la moneda, aunque con matices. Irreprochable desde el punto de vista resultadista, con cuatro victorias en otros tantos partidos, est¨¢ dejando m¨¢s bien fr¨ªo al personal. No arrolla como el Baskonia, no maravilla como el Barcelona, no asombra como el Fuenlabrada. El Madrid es otra cosa, un equipo decididamente en construcci¨®n. Ettore Messina est¨¢ invirtiendo su amplio y bien ganado cr¨¦dito en dotar de los automatismos y recursos a un conjunto con las m¨¢s altas miras. Las lesiones de Van den Spiegel y Felipe Reyes no ayudan. La falta de vuelo se traduce en dificultades para ganar a cualquier rival, del Lagun Aro (71-67) al Murcia (73-66) pasando por el Unicaja (79-81). Frente al equipo murciano, el Madrid fue inferior en el rebote. Le salv¨® el estado de gracia del p¨ªvot lituano Lavrinovic. Messina reproch¨® a su equipo la falta de consistencia y cierta indolencia en algunos momentos que propiciaron canastas f¨¢ciles del Murcia, adem¨¢s de admitir algunos problemas en el poste bajo. Hasta tal punto que decidi¨® jugar durante muchos minutos sin un p¨ªvot puro. Igualmente ensay¨® durante otra fase con un equipo sin un base natural, es decir sin Prigioni ni Llull.
Messina siembra con la intenci¨®n de que el Madrid recoja m¨¢s adelante, aunque por el camino se sufra o incluso, como sucedi¨® en la Euroliga, se doble la rodilla ante el Khimki.
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