Un refugio de guerra olvidado bajo la hierba
El Ayuntamiento no se plantea abrir el b¨²nker del parque de El Capricho
Quienes han estado all¨ª, bajo tierra, cuentan que son pasillos angostos, h¨²medos, oscuros. Que a veces se hace dif¨ªcil respirar. Muchos madrile?os debieron de pasarlo mal en esos refugios subterr¨¢neos a los que bajaban para protegerse de los bombardeos durante la Guerra Civil. Cuando acab¨® la contienda fueron olvidados, bajo nuestros pies, y as¨ª siguen.
Antonio Morcillo, presidente del Grupo de Estudios del Frente de Madrid (Gefrema), asegura que durante la guerra se construyeron en Madrid m¨¢s de 20 refugios. ?l es una de las pocas personas que ha estado en el que hay en el parque de El Capricho, en la Alameda de Osuna, la fortificaci¨®n b¨¦lica m¨¢s importante de la defensa de Madrid. Y es un privilegiado, porque este refugio, como la red de galer¨ªas descubiertas bajo el colegio Luis Bello, o los s¨®tanos del Ministerio de Econom¨ªa y Hacienda, como otros tantos vestigios de la guerra, est¨¢n cerrados al p¨²blico.
El lugar ha sido utilizado de almac¨¦n y como decorado de pel¨ªculas
El llamado b¨²nker del general Miaja, situado en el parque de El Capricho y construido en los primeros meses de 1937, sirvi¨® de refugio antia¨¦reo al cuartel general del Ej¨¦rcito del Centro. Adyacente al palacio del parque, sus galer¨ªas tienen una profundidad media de 15 metros. Ahora s¨®lo una placa pegada en su puerta, cerrada con candado, recuerda su existencia.
Propiedad municipal desde 1974, ha sido utilizado como almac¨¦n o como decorado de pel¨ªculas. "Al grabar una versi¨®n de Dr¨¢cula pintaron muchas paredes de negro", cuenta Antonio Morcillo. "Ahora est¨¢ saneado, sin los problemas de humedades que tuvo tras la guerra", explica el presidente de Gefrema, "pero con una iluminaci¨®n nada adecuada". En la Direcci¨®n General de Patrimonio Cultural del Ayuntamiento aseguran que "el b¨²nker est¨¢ en perfecto estado de conservaci¨®n" y que se ha limpiado "recientemente".
El PSOE propuso crear un museo en este espacio y recuperar otros restos de la contienda, como los fortines del parque de la Cu?a Verde o las casamatas para ametralladoras del parque del Oeste, que, dicen, "est¨¢n abandonadas". El Ayuntamiento asegura que estos restos "se est¨¢n incluyendo en el Cat¨¢logo de Protecci¨®n de la Ordenaci¨®n General de Urbanismo", se est¨¢n inventariando y la Concejal¨ªa de Artes se encarga de su limpieza. "S¨ª nos importan estos restos", recalcan desde el Ayuntamiento. Pero no existe un listado completo de los que hay.
?sta es una vieja reivindicaci¨®n para asociaciones como el Colectivo Guadarrama o Gefrema, que desde 2003 pide "un estudio hist¨®rico" de todos estos restos para su conservaci¨®n y su apertura al p¨²blico. "Hay que ense?ar la importancia de estos restos hist¨®ricos", explica su presidente, Antonio Morcillo, que cree que el refugio de la Alameda de Osuna es una instalaci¨®n "que se deber¨ªa abrir para visitas regladas con expertos".
El Ayuntamiento no cree que el b¨²nker de El Capricho sea un lugar adecuado para un museo. Tampoco se han planteado abrirlo al p¨²blico. Al estar dentro del parque de El Capricho, cerrado entre semana, s¨®lo se puede visitar con un permiso especial del Departamento de Jardines Hist¨®ricos. Est¨¢ previsto que en el futuro centro de interpretaci¨®n del Castillo de Barajas s¨ª que se haga una referencia al b¨²nker y otras construcciones de la guerra.
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