"La pol¨ªtica es como un partido de rugby, siempre hay golpes"

"Las ruinas mayores que yo he visto no estaban ni en Roma ni en Egipto, sino en Nueva York. La Zona Cero es una demostraci¨®n tr¨¢gica de la soberbia humana y de que nada es eterno". Lo dice C¨¦sar Antonio Molina (A Coru?a, 1952) al recordar algunos de los escenarios que recorre en Lugares donde se calma el dolor (Destino), el primer libro que publica desde que en abril fue destituido como ministro de Cultura.

Es el cuarto volumen de unas "memorias de ficci¨®n" sin confesiones ¨ªntimas. Molina estuvo dos a?os en el Gobierno y la pregunta cae por su peso: ?Escribir¨¢ unas memorias sobre ese periodo? "Estoy escribiendo un libro sobre la cultura y el poder. Es teor¨ªa pol¨ªtica, pero habr¨¢ una parte sobre mi experiencia". ?Y algo m¨¢s personal, en la l¨ªnea de lo que escribi¨® Jorge Sempr¨²n? "Yo soy muy aza?ista. Aza?a ten¨ªa un diario y yo hice lo mismo. Pero no me gustan esas memorias de 'fulanito me dijo y te vas a enterar".

Dice C¨¦sar Antonio Molina que cuando fue destituido recibi¨® "multitud de llamadas de editoriales", pero repite: "Que nadie espere un libro de chismorreo". Puesta la venda antes de la herida, Molina habla sobre su futuro ensayo cuando se le pregunta por los diarios. ?Esos diarios se publicar¨¢n? "S¨ª". ?Cu¨¢ndo? "Este libro saldr¨¢ cuando ya muchos no estemos...". Y vuelve a la teor¨ªa: "Yo s¨ª presumo de tener una idea sobre la cultura espa?ola". Es ¨¦sta: "Si Espa?a es algo en el mundo lo es gracias a su cultura, a Cervantes, a Vel¨¢zquez, a Bu?uel. Si eso no se respalda, pasaremos a la nada".

Para el ex ministro, Aza?a es, de nuevo, un modelo: "En medio de la Guerra Civil dijo: 'No hay nada m¨¢s importante en Espa?a que el Museo del Prado'. Pero hay gente que no ha le¨ªdo a Aza?a. ?se es el problema de este pa¨ªs, que hay personas que no han le¨ªdo lo que tendr¨ªan que haber le¨ªdo". ?Personas del Gobierno? "Personas. El Gobierno lo forman personas [risas]. Personas de este Gobierno, de fuera del Gobierno, de los anteriores, del futuro...".

Los planes de C¨¦sar Antonio Molina pasaban por controlar el Instituto Cervantes, que depende de Exteriores, desde un "gran Ministerio" de Cultura con "todas las competencias de Exteriores o de Industria". ?Eso le cost¨® el puesto? "Cuando me nombraron no pregunt¨¦ la raz¨®n, entre otras cosas porque cre¨ªa que ten¨ªa suficientes m¨¦ritos. Tampoco me preocupa por qu¨¦ me destituyeron. Uno sabe que la pol¨ªtica es un partido de rugby: siempre hay golpes".

Sobre el reciente abandono de su esca?o en el Congreso, explica: "Se me llam¨®, nueve meses antes de acabar la legislatura, dej¨¦ el ¨¦xito del Cervantes y me fui a la guerra. Se me dijo que iba de diputado por mi provincia y all¨ª fui. Se me volvi¨® a nombrar [ministro] y all¨ª fui. Se me ces¨® y me sent¨ª libre de mis compromisos, porque llegu¨¦ al Parlamento y nadie me dijo lo que ten¨ªa que hacer. Estar all¨ª para apretar un bot¨®n no lo consideraba el ¨²ltimo fin de mi vida. Un bot¨®n que adem¨¢s no siempre funciona".