Ernst Schenider, fundador del grupo Oettinger Davidoff
Convirti¨® la empresa de tabaco en una marca de lujo
Su primer trabajo en el negocio del tabaco fue como yerno, como reconoci¨® en alguna ocasi¨®n, pues se cas¨® con la hija del propietario de la compa?¨ªa Max Oettinger. Pero para Ernst Schenider entrar en el negocio por lazos familiares tan s¨®lo fue un est¨ªmulo m¨¢s para llegar a convertirse en el fundador de Oettinger Davidoff, un prestigioso grupo dedicado al tabaco que dirigi¨® con determinaci¨®n durante 40 a?os, expandi¨¦ndolo a nuevos mercados e incorporando el nombre de Davidoff a accesorios de lujo. Schenider falleci¨® el 13 de octubre a los 88 a?os, tras una breve enfermedad.
Nacido en Basilea (Suiza) en 1921, sus inicios profesionales poco tuvieron que ver con el mundo de los cigarros, los puros y el lujo. Doctorado en Derecho, durante la II Guerra Mundial trabaj¨® como delegado de la Cruz Roja suiza organizando la ayuda m¨¦dica en los campos de concentraci¨®n. Esta experiencia le marc¨® profundamente, como asegur¨® en una entrevista para Cigar Aficionado. "Fue la mejor experiencia que tuve en mi vida. Cre¨ª que era muy importante con un doctorado en Derecho, pero, cuando vi toda esa miseria y a aquellas personas, me convert¨ª en alguien m¨¢s modesto y agradecido por lo que ten¨ªa. Era feliz s¨®lo con poder ayudar".
Crear una multinacional
A finales de los a?os cuarenta se cruz¨® en su camino la mujer con la que comparti¨® toda su vida, y por ella su profesi¨®n dio un vuelco. Desde 1949 trabaj¨® en la empresa dirigida por su suegro, dedicada desde 1875 al negocio de la importaci¨®n y exportaci¨®n de tabaco. Pronto lo sustituy¨® en la direcci¨®n, con la idea de convertir la compa?¨ªa en la n¨²mero uno del sector. El paso definitivo fue la compra en 1970 a Zino Davidoff, al que conoc¨ªa de su ¨¦poca en Ginebra, de su tienda especializada en tabaco por un mill¨®n de d¨®lares. Mucha gente le llam¨® loco, pero ten¨ªa las cosas claras y quer¨ªa llegar a crear una gran multinacional del tabaco. "Siempre utilizo tres puntos importantes como significado de ¨¦xito", explic¨®: "El primero: calidad y precio tienen que ir juntos. El segundo: la idea tiene que ser clara. Y, por ¨²ltimo: un buen sistema de distribuci¨®n. As¨ª tienes una marca de lujo con ¨¦xito", dijo.
Y lo consigui¨®, aplicando a los cigarros de Oettinger Davidoff conceptos clave como "exclusividad", "placer" y "joie de vivre" (alegr¨ªa de vivir), o con medidas estrat¨¦gicas como romper con el r¨¦gimen de Fidel Castro y cambiar la sede de producci¨®n de Cuba a la Rep¨²blica Dominicana. Aunque antes tuvo que proteger el nombre Davidoff, utilizado en productos ajenos a la marca. En Espa?a, por ejemplo, exist¨ªan vinos y helados Davidoff.
Como buen hombre de negocios, plane¨® con gran previsi¨®n su sucesi¨®n. Hace algunos a?os traspas¨® la empresa a sus dos hijas mayores. Despu¨¦s se dedic¨® a su mujer y a jugar al tenis -algo que hizo hasta poco antes de caer enfermo-. As¨ª, esta sociedad presente en 120 pa¨ªses y con m¨¢s de 50 tiendas por el todo mundo sigue siendo una empresa familiar.
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