Algo se salv¨® del 'ladrillazo'

"El estropicio de la costa espa?ola resulta el paradigma de algo que ha ido muy mal en nuestra econom¨ªa, de un c¨¢ncer que nos ha llevado a donde estamos ahora". Juan Pedro Bator (Huarte, Navarra, 1950), periodista y editor, documenta ampliamente en Para¨ªsos perdidos (Saga, 2009) la desenfrenada urbanizaci¨®n del litoral espa?ol. Ha reunido en un gran tomo m¨¢s de 300 fotograf¨ªas que muestran el antes y el despu¨¦s en decenas de playas, entre ellas las de localidades vascas como San Sebasti¨¢n, Orio, Sopelana o Mutriku.

Bator reconoce que, si se compara con el sobreexplotado Mediterr¨¢neo, la costa vasca se ha salvado del ladrillazo y a¨²n conserva "para¨ªsos" como los que cita en el t¨ªtulo de su libro, pero recuerda que "aqu¨ª tambi¨¦n" se han cometido excesos. "Uno de ellos ser¨ªa Bakio", explica, mientras abre el libro para se?alar dos fotograf¨ªas enfrentadas de la localidad vizca¨ªna: una en blanco y negro de los a?os sesenta y otra reciente en color. En la segunda, las torres de apartamentos que miran a la playa ocultan las colinas. "Reproduce, en peque?o, el modelo de Benidorm", apunta Bator.

El libro opone los desarrollos de Bakio y Zarautz con im¨¢genes de ¨¦poca y recientes

"La pregunta es: ?Puede haber un t¨¦rmino medio en el desarrollo costero?"

A lo anterior, el editor opone -y pasa r¨¢pidamente las p¨¢ginas- el caso de Zarautz, que, como puede verse en una gran foto a¨¦rea, ha crecido mucho, "pero conserva en primera l¨ªnea de playa el sabor de las ciudades costeras vascas".

El clima y "el hecho de que las poblaciones costeras de Euskadi tuviesen una importante fuente de riqueza en sus puertos pesqueros" ser¨ªa para Bator la raz¨®n de que la locura constructiva del Levante no se extendiese a las playas vascas. Pero el autor, quien hace a?os trabaj¨® en el diario bilba¨ªno La Gaceta del Norte, recuerda que los vascos tambi¨¦n han participado en la locura.

"Gran parte de la demanda de segunda residencia de la poblaci¨®n del Gran Bilbao se ha dirigido a Cantabria". El libro da cuenta de los mayores horrores urban¨ªsticos de la comunidad vecina y de los de otras zonas con gran colonia vasca, como Benidorm.

Dicho todo esto, el editor aclara que el libro "no busca ser una denuncia". Las fotos, que abarcan desde 1930 a 2003, tienen valor art¨ªstico por s¨ª mismas y para denunciar, dice, "hay otros m¨¢s cualificados". Bator recuerda, en este sentido, el informe Destrucci¨®n a toda costa de Greenpeace, presentado el pasado martes en el Parlamento vasco a petici¨®n de Aralar. Seg¨²n refleja este informe, Euskadi es la comunidad aut¨®noma con menor protecci¨®n costera: s¨®lo el 14% de la l¨ªnea mar¨ªtima est¨¢ protegida.

Tambi¨¦n concede Bator que lo de los "para¨ªsos perdidos" es una apreciaci¨®n que quiz¨¢ no todo el mundo comparta. Hojea el libro y a?ade: "Algunas de estas zonas eran terriblemente pobres antes del turismo. La pregunta es: ?Puede haber un t¨¦rmino medio entre no desarrollar la costa y los excesos que hemos sufrido?"