Rajoy no puede con ella
Es su peor pesadilla. Cada d¨ªa, con su actitud, le recuerda que ¨¦l est¨¢ en la oposici¨®n y ella gobierna. La resistencia de Esperanza Aguirre debilita al l¨ªder y desestabiliza al PP, sumido en el caos. El entorno de Rajoy le pide que acabe con ella. ?l est¨¢ harto, pero no logra dominarla
A Mariano Rajoy cada d¨ªa le cuesta m¨¢s entender lo que le pasa. ?l, seg¨²n explica su entorno, cree que hizo los deberes: gan¨® las gallegas, gan¨® las europeas, y contaba con tener tres a?os tranquilos hasta las elecciones de 2012. Pero el PP, un a?o y medio despu¨¦s de la peor crisis de la historia reciente del partido, est¨¢ casi donde estaba. Dividido, con una sensaci¨®n total de caos, de desgobierno. ?Cu¨¢l es el problema? Para los marianistas, el problema se llama Esperanza Aguirre. Es ella la piedra con la que siempre tropieza Rajoy. Y algunos, los m¨¢s extremistas, le piden que acabe con ella de la ¨²nica manera que puede: montando una gestora en Madrid, colocando una direcci¨®n alternativa controlada por ¨¦l, dirigida por Ana Mato, punto de encuentro entre el aznarismo y el marianismo.
"Mariano, ?t¨² te has desayunado como yo con la entrevista?", le dijo ella. "La he visto esta ma?ana", contest¨® ¨¦l
"Que me pongan una gestora si se atreven. ?Con qu¨¦ motivo? Yo les monto una cacerolada", dijo Aguirre en privado
Los aguirristas est¨¢n convencidos de que Rajoy propuso a Rato s¨®lo para enfrentarlo a ella, para dividirlos
Pero la respuesta que Aguirre est¨¢ dando a quienes le han preguntado por esa posibilidad deja muy claro a qu¨¦ clase de personaje pol¨ªtico se enfrenta el l¨ªder del PP. "Que me monten una gestora si se atreven. ?Con qu¨¦ motivo? Yo les monto una cacerolada que lo de Argentina va a parecer cosa de aficionados", ha comentado con iron¨ªa la todopoderosa presidenta del PP de Madrid, que se gan¨® ese puesto despu¨¦s de arrasar a su rival, Alberto Ruiz-Gallard¨®n, en un congreso regional en 2004 en el que ¨¦l present¨® precisamente al personaje clave de la semana, Manuel Cobo, su mano derecha.
Aguirre supone un aut¨¦ntico tormento constante para Rajoy, cuyo car¨¢cter es antag¨®nico al de la siempre impetuosa lideresa. ?l retrasa todas las decisiones y evita siempre que puede a los periodistas. El l¨ªder no se define ni siquiera sobre los refranes que le gustan. "La fortuna es de los audaces, s¨ª, pero hombre precavido vale por dos", ha llegado a decir para que no quede claro con cu¨¢l de esas dos ideas contradictorias se queda.
Mientras ¨¦l reflexiona, ella siempre se adelanta. Habla todos los d¨ªas, responde a todas las preguntas, opina de todo, se precipita, se equivoca, pide perd¨®n -como sucedi¨® recientemente cuando acus¨® a Alfredo P¨¦rez Rubalcaba de espiar al PP- en una especie de rueda permanente que la coloca siempre en primera plana, principalmente en los medios conservadores sobre los que tiene gran ascendencia, y oscurece la labor del l¨ªder. Para ¨¦l, es como un espejo maldito: cada d¨ªa le recuerda que ella gobierna con su c¨®moda mayor¨ªa absoluta y ¨¦l sigue en la oposici¨®n tras dos derrotas.
Esta situaci¨®n ha llegado al extremo de que el PP de Rajoy propuso en el Congreso dotar a los maestros de la condici¨®n de autoridad, como un polic¨ªa, y casi nadie se enter¨®. Unas semanas despu¨¦s, ella anunci¨® lo mismo en la C¨¢mara auton¨®mica, y pese a que la iniciativa no cambiaba nada porque ya hab¨ªa una orden de la Fiscal¨ªa General, fue portada de todos los medios conservadores y monopoliz¨® las tertulias.
Pero es en los momentos m¨¢s dif¨ªciles cuando m¨¢s da?o, seg¨²n analizan varios dirigentes, le hace Aguirre. Porque ella siempre va a su ritmo. En la crisis del PP de Valencia por el caso G¨¹rtel, la que m¨¢s ha preocupado al l¨ªder, porque ¨¦l se ha jugado su imagen apoyando a Francisco Camps, ella tambi¨¦n ha sido decisiva. La ca¨ªda de Ricardo Costa, con los graves problemas internos que ha provocado y la total desautorizaci¨®n de Camps, se precipit¨® cuando Aguirre decidi¨® expulsar a sus tres diputados imputados, lo que dej¨® en evidencia, de nuevo, a Rajoy y Camps.
Por eso, al llegar la batalla definitiva de Caja Madrid, y en medio de un cuestionamiento generalizado de la autoridad del jefe y su equipo -hasta Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar ha llegado a decir que hace falta "un l¨ªder, y no varios"- el entorno de Rajoy le presiona para que haga algo con Aguirre. Ella, siempre habilidosa y audaz, ha aprovechado de nuevo la situaci¨®n a su favor. La entrevista de Cobo en EL PA?S, en la que dijo que lo que ella y su equipo estaban haciendo con la candidatura de Rodrigo Rato para presidir Caja Madrid "es de v¨®mito", le ha servido para mantener viva una batalla que empezaba a perder. Y para demostrar, una vez m¨¢s, que ella con Rajoy no se trata como una subordinada con un jefe, sino de t¨² a t¨², de igual a igual. "No pienso tener ninguna interlocuci¨®n con una direcci¨®n que no condena las palabras de Cobo, me ha llamado fascista", le ha dicho varias veces a Dolores de Cospedal, la secretaria general.
Con Rajoy habl¨® el lunes. El enfrentamiento entre ambos ya es total, y no hubo mucho disimulo, seg¨²n diversas fuentes aguirristas y marianistas. Ella insinu¨® que ¨¦l, buen amigo de Cobo, estaba detr¨¢s de la entrevista. "?Mariano, t¨² te has desayunado como yo con esto o la conoc¨ªas antes?", le espet¨®. "Esperanza, yo la he visto esta ma?ana, como t¨²", le dijo ¨¦l para desvincularse.
Y sin embargo, varios marianistas se?alan que, en el fondo, algunas cosas que denuncia Cobo son b¨¢sicamente ciertas. Aguirre, insisten, ha mantenido varios pulsos con Rajoy, y hasta ahora los ha ganado todos. Logr¨®, con su amenaza de dimitir, que el l¨ªder no colocara a Gallard¨®n en las listas del congreso en 2008. Y sobre todo venci¨® la batalla del espionaje, a principios de este a?o. Rajoy decidi¨® abrir una investigaci¨®n interna ante el esc¨¢ndalo de que funcionarios de Aguirre, dependientes de una persona cercana a ella como Sergio Gam¨®n, hab¨ªan espiado a compa?eros de partido como Alfredo Prada y el propio Cobo.
Aguirre abri¨® una comisi¨®n de investigaci¨®n en la C¨¢mara auton¨®mica que no investig¨® nada y se cerr¨® en cuatro sesiones sin escuchar a los espiados. Rajoy dej¨® "en suspenso" la investigaci¨®n interna, cediendo a sus exigencias, pero la prueba mayor de la fortaleza de Aguirre es que ni siquiera con la imputaci¨®n de Gam¨®n y tres asesores por una juez de Madrid, en septiembre, el l¨ªder ha dado la orden de reabrir esa investigaci¨®n. Aguirre, por tanto, tambi¨¦n se ha librado del asunto del espionaje.
Por eso la sensaci¨®n de impotencia se ha instalado entre los defensores de Rajoy, que ven c¨®mo ella, a la que han dado por muerta muchas veces con la sucesi¨®n de esc¨¢ndalos, siempre sobrevive. La mayor¨ªa la teme.
"Deber¨ªamos apoyar a Cobo, denunciar que se esp¨ªe a compa?eros de partido, pero todos le tenemos terror, porque sabemos que te la guarda para siempre, y tiene mucho poder, especialmente en los medios. En Madrid hay un r¨¦gimen aparte. Muchos pensamos como Cobo, pero s¨®lo ¨¦l se atreve, por su car¨¢cter, por lo que ellos le han hecho con el espionaje y porque, y no es poco, es millonario y eso le hace muy independiente, como dijo ¨¦l en la entrevista", confiesa un dirigente, muy preocupado.
Los aguirristas, por el contrario, est¨¢n convencidos de que es Rajoy quien ha decidido hace mucho tiempo acabar con ella, el que siempre organiza maniobras para debilitarla. De hecho, se temen que el anuncio del l¨ªder de que el martes dar¨¢ "respuestas" a los militantes, desconcertados ante un partido que va de crisis en crisis, apunte hacia un cruce de reproches hacia ella del l¨ªder y los barones regionales, muchos de ellos muy alejados de la presidenta madrile?a.
Hace un a?o y medio, cuando Rajoy sufri¨®, tras su segunda derrota, una crisis de liderazgo sin precedentes en el PP , los barones le dejaron claro, en p¨²blico y en privado, que si ella era la opci¨®n para sucederle prefer¨ªan que se quedara. Y los aguirristas temen que de nuevo, la direcci¨®n quiera dejar en evidencia su soledad interna.
La frase de Rajoy anunciando un jueves que el martes tomar¨¢ medidas ha desatado todo tipo de especulaciones. Incluso bromas. "Me recuerda a Tip y Coll, que siempre dec¨ªan 'y la pr¨®xima semana, hablaremos del Gobierno, pero nunca lo hac¨ªan", se?ala uno. Otros temen que se creen demasiadas expectativas para acabar en un duro discurso de llamada al orden de sus dirigentes sin ninguna medida dr¨¢stica.
Pero pase lo que pase el martes, lo que todos asumen como imposible de reconducir es la relaci¨®n entre Rajoy y Aguirre. ?l est¨¢ dolido porque considera que ella, al no aceptar hace tres semanas, en un desayuno en Copenhague, al candidato que ¨¦l propon¨ªa para Caja Madrid, Rodrigo Rato, ha cometido un acto de grave indisciplina, de desautorizaci¨®n total. Adem¨¢s, los marianistas creen que la candidatura de Ignacio Gonz¨¢lez, vicepresidente de Madrid, con el que Rajoy tiene un grave enfrentamiento personal, es una provocaci¨®n.
Ella est¨¢ a¨²n m¨¢s molesta, porque le culpa de haber llevado al l¨ªmite una situaci¨®n que pod¨ªa haberse resuelto hace meses sin discrepancias. En noviembre de 2008, cuando la crisis de Caja Madrid ya se hab¨ªa desatado -los aguirristas maniobraban para impedir que continuara de presidente Miguel Blesa, un aznarista que lleva 12 a?os en ese puesto- Rajoy llam¨® a Aguirre. "Ponemos al que t¨² me digas: Rato, Manuel Pizarro, Luis de Guindos", sentenci¨® ella. "Ya veremos", fue la respuesta. En marzo, ella insisti¨®. "Rodrigo quiere ser presidente". Seg¨²n la versi¨®n aguirrista, Rajoy puso "cara de cuerno". As¨ª que ella le dijo a su mano derecha, Ignacio Gonz¨¢lez, que se trabajara el puesto. Y ¨¦ste incluso habl¨® con Rajoy, que le dijo que no se opondr¨ªa.
Por eso los aguirristas est¨¢n convencidos de que Rajoy ha optado finalmente por Rato para tratar de enfrentarle con ella, ya que hasta ahora hab¨ªan caminado juntos, hasta el punto de que se habl¨® de un pacto entre ellos para llegar al poder. Ella no puede enfrentarse a ¨¦l, compa?ero de clase de su marido en los jesuitas, indiscutible l¨ªder alternativo a Rajoy. Por eso ella ha hablado con el ex vicepresidente para aclararle que no tiene nada contra de ¨¦l. El mi¨¦rcoles volvieron a hablar. "Diles que arreglen primero lo de Cobo y hablaremos". Rato habla casi a diario con Rajoy, seg¨²n diversas fuentes, y tanto ¨¦l como sus partidarios dan por hecho que finalmente se impondr¨¢.
Caja Madrid se puede arreglar, pero ya no es ni siquiera lo m¨¢s relevante. "Despu¨¦s vendr¨¢n las listas auton¨®micas y municipales, y luego otra vez si Gallard¨®n va en las listas al Congreso. Nunca acabar¨¢", sentencia un marianista. "Se est¨¢n preparando para llegar a 2011 en una situaci¨®n insostenible. En ese a?o tocar¨ªa un congreso para ratificar a Rajoy como candidato. Y ah¨ª dar¨ªan el golpe", se preocupa otro dirigente.
Algunos creen que el enfrentamiento final es inevitable. Otros son m¨¢s pactistas. "Esperanza tiene que entender que no puede ganar las elecciones de 2011 en contra de la direcci¨®n nacional. Hay que arreglarlo", sentencia un miembro de la direcci¨®n. Ella, dicen los suyos, tiene la imagen externa tocada pero est¨¢ absolutamente decidida a presentarse en 2011. Quiere ganar para demostrar a todos sus cr¨ªticos su principal valor: su fuerza electoral.
?Y el l¨ªder? Est¨¢ harto de todos los l¨ªos, dicen los que hablan con ¨¦l. Pero tambi¨¦n est¨¢ tranquilo, porque cree que, pese a todo, ganar¨¢ las elecciones de 2012. No s¨®lo se lo dicen las encuestas que le prepara Pedro Arriola, su gur¨². Tambi¨¦n su idea de la pol¨ªtica. Rajoy, seg¨²n varias personas que le conocen, cree mucho m¨¢s en las corrientes de fondo y en los ciclos que en la imagen del d¨ªa a d¨ªa. Tiene una visi¨®n de la pol¨ªtica espa?ola similar a la de la ¨¦poca de la restauraci¨®n, cuando C¨¢novas y Sagasta se alternaban en el poder como un p¨¦ndulo. Y Rajoy est¨¢ convencido de que en 2012 le toca al PP. Pase lo que pase.
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